Los Cavaliers barren a los Miami Heat con la mayor diferencia de puntos en un cruce de ‘playoffs’

Los Cavaliers hicieron historia este lunes en Miami. En un día en que parecían tener ante sí un mero trámite, todo se les puso tan de cara que acabaron venciendo a los Heat con un contundente 83-138. La diferencia, de 55 puntos, es la cuarta mayor en la historia de los playoffs de la NBA. El equipo de Cleveland logró esa marca jugando buena parte del partido con suplentes. Pero, además, completa una serie con una diferencia a favor en los cuatro partidos de 122 puntos, la mayor lograda nunca en las eliminatorias de postemporada.

El récord bate los 121 puntos de diferencia de Denver contra Nueva Orleans en su eliminatoria de 2009. En cuanto a partidos sueltos, ha habido dos diferencias de 58 puntos en los playoffs: los Denver Nuggets vencieron a los New Orleans Pelicans por 121-63 en esa misma serie de 2009 y los Lakers, en su etapa de Minneapolis, ganaron a los Hawks, por entonces de St. Louis, por 133-75 en 1956. Hubo otro partido de postemporada en que los Lakers, ya en Los Ángeles, ganaron a Golden State por 56 puntos en 1973.

El partido de este lunes confirma que los dos mejores equipos de la temporada regular han empezado las eliminatorias también a toda máquina. Tanto los Oklahoma City Thunder frente a los Memphis Grizzlies en la Conferencia Oeste el sábado, como los Cleveland Cavaliers frente a los Miami Heat en el Este han resuelto sus cruces de primera ronda por la vía rápida, barriendo a sus rivales con sendos 4-0.

Avanzan así a las semifinales de conferencia, donde los Thunder se medirán a los vencedores del igualado duelo entre los Denver Nuggets y Los Angeles Clippers. Los Cavaliers, mientras, se enfrentarán al ganador del cruce entre los Indiana Pacers y los Milwaukee Bucks, que dominan los primeros con tres victorias y una derrota.

El cuarto partido de la serie entre Cleveland y Miami quedó resuelto en la práctica en el primer cuarto, lo que da idea de la enorme diferencia que hay entre ambos equipos. Los Cavaliers salieron dispuestos a sentenciar y lograron un 17-43 en el primer parcial, pese a la ausencia de Darius Garland por un esguince en el dedo gordo del pie izquierdo.

En el segundo cuarto, la diferencia siguió aumentando y tocó los 45 puntos antes de llegarse al descanso con un 33-72. Resueltos el partido y la eliminatoria, en ambos casos por la vía rápida, la única incógnita que quedaba por despejar en la segunda mitad era si los Cavaliers mantendrían el ritmo y, con ello, batirían el récord de mayor diferencia en un partido de los playoffs.

Un triple de larga distancia sobre la bocina puso el marcador en 63-111 al cierre del tercer cuarto, cuando ya los suplentes eran los que disputaban el partido. Si los titulares de Cleveland son mejores que los de Miami, con los suplentes pasa lo mismo.

Donovan Mitchell se sentó en el banquillo con 22 puntos y cinco asistencias en 25 minutos. Evan Mobley sumó 17 puntos y siete rebotes en 23 minutos. Jarrett Allen disputó otros 25 minutos, con 14 puntos y 12 rebotes. Los suplentes De’Andre Hunter, Ty Jerome y Javonte Green trataron de mantener el ritmo anotador, pero en el último cuarto el entrenador les dio descanso incluso a ellos, así que los de Cleveland tuvieron sobre la cancha quintetos algo insólitos para un partido decisivo: Okeke, Okoro, Tyson, Thompson y Porter, por ejemplo.

Los Cavaliers llegaron a adelantarse por 60 puntos (78-138), pero una canasta de dos y un triple de los locales en el último minuto de juego redujo en cinco puntos la diferencia. Los de Cleveland dejaban escapar así el récord de diferencia en un partido, pero se hacían con el de mayor distancia en una eliminatoria. Los Heat han perdido los cuatro partidos por diferencias de 21, 9, 37 y 55 puntos, con peores resultados en casa que fuera.

Los Oklahoma City Thunder también dieron un golpe de autoridad en el primer partido de su serie contra los Memphis Grizzlies, con una victoria apabullante (131-80). La diferencia de 51 puntos era la quinta mayor en la historia de los playoffs de la NBA. Sin embargo, en aquella ocasión se enfrentaba un equipo descansado frente a otro que había jugado menos de 48 horas antes un partido a vida o muertes.