El esperpento del no fichaje de Thomas Heurtel por el Barcelona
El club azulgrana tira atrás a última hora la llegada del base francés, a quien dejó tirado en un aeropuerto en su anterior etapa en el Palau, por la repercusión social
Al Barcelona le ha estallado una bomba en las manos y se llama Thomas Heurtel. La historia es rocambolesca. Nico Laprovittola se rompe el ligamento cruzado, se pierde todo el curso y el Barcelona ficha como sustituto a Raúl Neto, que solo juega ocho minutos antes de que le rescindan un contrato hasta final de temporada porque encadena una lesión con otra. Necesitado de un base y en crisis de resultados, el Barça negocia con el francés Heurtel, quien a los 35 años estaba sin equipo desde noviembre después de su última estación, el Shenzen Leopards de la liga china. ¿Heurtel? Sí, el mismo jugador a quien el club azulgrana dejó tirado en un aeropuerto en Estambul en plena pandemia porque se enteró de que pretendía irse al Madrid. El mismo que este viernes por la mañana aterrizó en Barcelona con su familia procedente de China y que dijo estar muy feliz de volver, que daba por estampada la firma de un acuerdo que nunca llegará a ponerse negro sobre blanco porque el club, ante el enfado de una afición que no quiere ese regreso, da marcha atrás y tumba la operación. El mismo que horas después, por la tarde en un hotel de Barcelona, estalla y lo cuenta todo junto a su agente, David Carro.
“Siento que se han reído de mí. Una vez más. La primera vez fue cuando me dejaron en Estambul y ahora otra vez, y con mis niños. Es una falta de respeto muy grande”, dice Heurtel, el rostro serio, junto a un representante que apunta a Josep Cubells, directivo responsable de la sección de baloncesto azulgrana: “El domingo pasado, el Barça contacta con nosotros. El lunes, Thomas recibe otra oferta de un equipo de Euroliga. El Barça nos dice que paremos eso y el martes se cerró una conversión con Peñarroya [Joan, el entrenador] y nos compran el vuelo. El miércoles se cita para revisión médica y se escoge el dorsal 3. Tenemos un contrato pactado hasta final de temporada. Ya sabían la repercusión que iba a tener el fichaje, pero nos dijeron que no había ningún problema, luz verde. Cubells da la cara por el presidente, me dio su palabra. Luego, cuanto Thomas ya está en el avión, me dicen que no se puede hacer. Su palabra no vale nada. Nos reservamos el derecho a tomar medidas legales”. “Venía con mucha ilusión y aterrizo aquí y recibo esta noticia”, asume Heurtel, que por la mañana afirmó sentirse “muy feliz de volver”.
El base francés, un genio díscolo, jugó en el Palau entre 2017 y 2021. Su obra cumbre fueron los títulos de Copa de 2018 y 2019 adornados con el MVP del torneo. Todo se rompió en diciembre de 2020 cuando, durante la pandemia, el Barcelona le dejó tirado en un aeropuerto en Estambul, después de jugar contra el Efes, porque Heurtel negociaba con el Madrid. El entrenador, y gran partidario de esta decisión, era Saras Jasikevicius. “No me dejó allí el club, me dejó una persona que tenía acojonado a todo el mundo”, aseguró este viernes Heurtel sobre el entrenador lituano. Nacho Rodríguez, entonces el director deportivo, era contrario a esta medida.
Heurtel acabaría siendo despedido en enero de 2021 y, después de un breve paso por el Asvel, llegó al Madrid. “Aquí sí me quieren, el Barça no me respetó”, afirmó a este periódico. De blanco solo vistió un curso, apartado en abril de 2022 por Pablo Laso, junto a Trey Thompkins, por motivos de disciplina, antes de jugar contra el Panathinaikos. “Salimos y lo destruí todo”, confesó el francés.
‼️ ÚLTIMA HORA 🎙️ @daniaguila12
— Esports RAC1 (@EsportsRAC1) January 3, 2025
👉🏻 THOMAS HEURTEL ja és a Barcelona
👉🏻 Heurtel, a @EsportsRAC1: ‘He parlat amb tots: Navarro, Mario, Joan... Estic molt feliç i amb moltes ganes de començar’
‘He entrenat molt des que soc a la Xina i l'estat de forma no és un problema’ pic.twitter.com/R9fuBXFBLe
La polémica le ha acompañado en los últimos años. Tras España, fichó por el Zenit de San Petersburgo y la federación francesa dejó de convocarle, y se quedó sin los Juegos de París, por alistarse en un equipo ruso durante el conflicto con Ucrania. Su carrera parecía acercarse a su final en esa última parada en China. Hasta que le llamó el club azulgrana, y otra vez su historia con el Barcelona acababa en un aeropuerto.
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