El Real Madrid vuelve a ser una trituradora

El Real Madrid recuperó sus buenas sensaciones y arrolló en el quinto partido de la Euroliga al Estrella Roja (95-72), que era el líder de la clasificación. El conjunto de Chus Mateo, liderado por Facundo Campazzo, se mostró muy eficaz en defensa y movió con mucho criterio el balón en ataque. El Real Madrid, después de un arranque de temporada en el que sufrió más derrotas de las esperadas, parece haber enderezado el rumbo definitivamente y logró una victoria, la tercera en Europa, muy convincente. Un partido comunal, marcado por la generosidad, que tuvo su reflejo en las 26 asistencias que repartió el equipo blanco,

El Estrella Roja cometió un error imperdonable: dejar pensar y correr a Facundo Campazzo. El base argentino, siempre tan rápido, siempre tan listo, aprovechó este regalo para dar un recital en dos tiempos. En el primer cuarto marcó las diferencias y lanzó a un Real Madrid muy cumplidor en defensa y especialmente dadivoso en ataque. Luego remató el partido en el tercer cuarto, donde volvió a marcar el ritmo que desarmó por completo a los serbios, que llegaron al WiZink con la aureola de equipo defensivo y se marchó con casi 100 puntos encajados.

Campazzo se fue al banquillo, con los aficionados aplaudiendo unánimemente, cuando aún quedaban tres minutos del tercer cuarto con una ventaja de 24 puntos (67-43) después de anotar 13 puntos -sin fallo en el tiro-, capturar tres rebotes y repartir seis asistencias -dos de ellas, entre las piernas de sus contrincantes- en solo 19 minutos. Deslumbrante. Su marcha fue un alivio para el Estrella Roja, que cogió algo de impulso con un parcial de 0-9 que obligó a Chus Mateo a pedir un tiempo muerto que abortara las ilusiones serbias.

Este partido le da crédito al Real Madrid, tan dubitativo las primeras semanas, y tan firme en los últimos días. Ya son tres victorias seguidas, suficientes, quizá, para ahuyentar sus miedos mientras sigue esperando a ver si llega un nuevo refuerzo a su plantilla. Ante el Estrella Roja, además, dio un paso al frente en las dos partes de la cancha. Una gran defensa que dejó a su rival en unos porcentajes de tiro mediocres -40% en tiros de dos y 28% en triples-, y un trabajo brillante en ataque, donde los jugadores supieron mover el balón con criterio y paciencia para que al final llegara al jugador que se encontraba en una situación más ventajosa.

El Estrella Roja acusó la sincronía del Real Madrid y también sus ausencias, dos bajas sobresalientes como son las de Joel Bolomboy y Nemanja Nedovic, quiza demasiado hándicap para ellos en una cancha tan complicada con la del WiZink Center. Con el partido resuelto, Chus Mateo aprovechó para hacer debutar a Sido Gueye, un joven pívot senegalés, de 17 años, que se formó en la cantera madridista.

El Baskonia, por su parte, logró una cómoda victoria ante el Alba Berlín (80-57) en un partido en el que Marcus Howard volvió a hincharse a meter puntos (26 en 24 minutos), pero en el que resultó vital la defensa ante un equipo alemán que flojeó en el tiro.