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Todos miran a papá Scheffler

El número uno del mundo es el gran favorito para el Campeonato de la PGA, segundo grande de la temporada, tras su paternidad

Scheffler
Scheffler, en un entrenamiento en Valhalla.Andrew Redington (Getty Images)
Juan Morenilla

El segundo grande de la temporada ha estado pendiente de una cuna. Hoy arranca en Valhalla (Kentucky) el Campeonato de la PGA y hasta última hora planeaba la duda de si el mejor jugador del mundo, el número uno del ranking y gran favorito, el estadounidense Scottie Scheffler, iba a participar. El motivo era que el golfista y su mujer, Meredith, esperaban el nacimiento de su primer hijo, y para el deportista no había duda de que lo primero era la familia. Pero el bebé nació el sábado y hoy todos miran a papá Scheffler, el gran dominador del golf mundial de los últimos tiempos, el actual campeón del Masters.

Ya en Augusta jugó Scheffler con un ojo en el campo y otro a su alrededor. En un santuario que prohíbe los teléfonos móviles, el número uno consiguió un permiso especial para que una persona de su equipo le siguiera por el campo con un aparato en el bolsillo, y así avisarle si Meredith estaba de parto. En ese caso, aseguró, hubiera dejado el torneo aunque rozara la gloria. No tuvo que elegir y Scheffler dominó el Masters, su segundo grande y la continuación de una fabulosa racha este curso. A los 27 años, el estadounidense ha ganado cuatro de los 10 torneos en los que ha participado (Arnold Palmer, Players, Masters y Heritage), ha quedado entre los 10 mejores en otros cinco y solo en The American Express bajó hasta el 17º puesto.

Su ventaja en la clasificación mundial es tan abultada sobre el segundo, Rory McIlroy, y el tercero, Xander Schauffele, que recuerda a la tiranía de Tiger Woods. El norirlandés aterriza después de conquistar la semana pasada el Wells Fargo, pero se resigna a luchar desde hoy en el PGA (de 14.30 a 1.00 en Movistar Golf) por la segunda plaza si el reciente padre no afloja.

La paternidad también ocupa a Jon Rahm, aunque con bastantes hojas del calendario por delante. El vasco espera a su tercer hijo para la última semana de septiembre, justo cuando se disputa el Open de España. Es decir, su concurso está en el aire.

El vasco se presenta en Valhalla junto a otros dos españoles, David Puig y Adrián Otaegui, y con el reto de borrar el sabor amargo del Masters. En la cita en la que defendía la chaqueta verde, Rahm nunca estuvo en la carrera por el título y finalizó en el puesto 45, a 20 golpes de Scheffler. “No tuve una actuación genial, aunque esta temporada he estado jugando un buen golf”, analiza. Su hoja de servicios dice que no muerde una copa desde ese Masters que festejó el 9 de abril de 2023, hace ya 403 días, la sequía más larga desde que en junio de 2016 despegó su carrera profesional. Ni en el resto de la temporada anterior en el circuito americano ni este curso enrolado en la Liga saudí ha cantado bingo, aunque sea el único golfista con siete top ten en las siete paradas del año en LIV: tercero en Mayakoba, octavo en Las Vegas, quinto en Yedda, octavo en Hong Kong, cuarto en Miami, tercero en Adelaida y décimo en Singapur.

Jon Rahm, en la prueba de LIV Golf en Singapur.
Jon Rahm, en la prueba de LIV Golf en Singapur.Edgar Su (REUTERS)

El PGA se juega en el campo y también fuera de él. Rahm vuelve a toparse con sus antiguos colegas del PGA Tour después de admitir roces tras su marcha al enemigo. “Alguno no me mira a la cara”, dijo en Augusta. El vasco, según ha publicado la web Tengolf, ha recibido ya multas económicas del circuito europeo por alistarse en citas de LIV que coincidían con pruebas del DP World Tour: 75.000 euros por semana. A la espera de una paz que no llega, echará mano de la cartera mientras sigue tendiendo puentes. “Yo todavía apoyo al circuito americano, no estoy del otro lado. Espero volver a jugar allí. El PGA Tour me ha dado muchísimo y me ha permitido ser quien soy, no voy a ir contra ellos”, afirmó esta semana Rahm. Y lanzó un deseo: “Un tour mundial con los mejores del mundo juntos. Tenemos la oportunidad de colocar al golf a otro nivel”.

De fondo del ruido de sables, la imponente figura de Tiger Woods (48 años) vuelve a escena tras su sufriente Masters. Después de lograr el récord de 24 cortes seguidos superados en Augusta, el campeón de 15 grandes firmó su peor resultado en el torneo, 16 golpes sobre el par. Qué versión del Tigre se verá en Valhalla es un misterio.

Grupos y horarios de salida de la primera jornada.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.
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