El ‘boom’ de Marta García, médica y atleta de fondo
La deportista castellanoleonesa, que en una semana ha batido por amplio margen dos de los récords históricos del atletismo español, se prepara para el Mundial de Glasgow
En Buitrago, donde vive con su pareja, Marta García se acuesta con las gallinas y se levanta con el canto del gallo. Cena a las ocho, desayuno a las siete, y, después, a correr por el bosque, entre las hayas, o dando vueltas alrededor del embalse de Pinilla en el Lozoya, a 1.000 metros de altitud, de donde llega el agua que beben los madrileños, y donde ella se embebe de belleza. “Buitrago es un poco puñetero porque hay mucha cuesta, pero Lozoya es un sitio espectacular para correr. Hay camino todo alrededor y es todo llano. Es maravilloso”, dice. “Yo lo llamo el Sankt Moritz de España”. Y la referencia a Sankt Moritz, la montaña y la estación de esquí de la jet set en Suiza, y la más antigua del mundo según su página web, no es caprichosa ni hija de un ataque de pijismo.
Marta García, nacida hace 26 años en León, criada en Palencia y estudiante en Valladolid de Medicina hasta que se graduó y donde entrenaba con Uriel Reguero, más castellanoleonesa imposible, vive gran parte del año en la ciudad suiza desde no mucho, desde que es atleta profesional en el grupo OAC. No hace ni un mes, el 27 de enero, la fondista, alegró el desayuno a todos los aficionados al atletismo, los dejó boquiabiertos, cuando llegaron a España noticias de que en Boston, en un mitin en pista cubierta (anillo de 200 metros), había batido el récord de España de 5.000m con un tiempo de 14m 46,37s, la duodécima mejor marca mundial de siempre, rebajando en 39s la plusmarca anterior y quedándose a menos de 2s del récord nacional al aire libre (pista de 400m) de la gran Julia Vaquero en 1996.
“Sankt Moritz, a más de 1.800 metros de altitud, es la base en la que trabajamos los del OAC en Europa, pero, claro, como allí en invierno no se puede estar, a no ser que quieras esquiar, pues vamos a Sudáfrica, a una meseta a 2.000m de altitud. Entreno una media de poco más de 100 kilómetros a la semana en dos sesiones diarias y picos de 140 kilómetros”, explica la atleta castellana, que comparte entrenador, el alemán Thomas Dreissigacker, con el mediofondista cántabro Moha Attaoui. “¿Qué cuál es la causa de una mejora de marca así, tan espectacular?
Yo creo que está bastante claro. Acabé la carrera de medicina en junio de 2022 y me ofrecieron un contrato profesional. Y en octubre de 2022 me uní al grupo y renuncié a hacer el MIR y al camino directo de la medicina. Bueno, lo aparqué por un tiempo, ya que son incompatibles estas dos cosas. Empecé a trabajar con este grupo y me profesionalizaron de alguna manera. Vamos de concentración, tenemos siempre un fisio con nosotros, el entrenador solo se dedica a entrenarnos a nosotros y a acompañarnos en los viajes… También pone a nuestra disposición un psicólogo deportivo… Te hacen un plan para ti, que era llegar a París 2024. Así que yo creo que lo que ha ocurrido ahora ya viene trabajándose desde esa fecha”.
Seis días después, la tostada y el aceite volvieron a atragantárseles a los aficionados cuando de madrugada llegó la noticia de que en la prueba de 3.000m del GP New Balance, también en la capital de Massachusetts, la misma Marta García había batido el récord nacional de 3.000m en pista de 200m, con 8m 38,34s, más de dos segundos menos que la plusmarca anterior, de su casi paisana y ya maldita Marta Domínguez en 2001, cuando ella tenía cinco años. “Bueno, a mí, la verdad me da igual un poco el nombre entre comillas. Me hace ilusión que el récord siga siendo para una palentina. Y también me hace ilusión el hecho de que era una marca complicada”, dice. “Marta Domínguez ha sido medallista mundial y bueno, no sé, tenía un palmarés bastante extenso. No sé si el récord es de antes o después de todo lo que pasó [Marta Domínguez fue suspendida por dopaje después de ganar los 3.000m obstáculos en el Mundial de Berlín 2009, título que perdió]. Este récord era de 2001. No miro el nombre, miro que es por debajo de 8.40, que es una marca muy respetable”.
Armada de estas marcas, que le dan el pasaporte tanto para los Europeos de Roma en junio como para los Juegos de París, en agosto, participará este viernes en el mitin de Madrid (en 1.500m, una distancia que no es la suya) y dentro de una semana (sábado 2 de marzo, 21.15) en los Mundiales de Glasgow en pista cubierta. ¿Objetivo? La Luna. “Siempre que me pongo en la línea de salida es pensando en que puedo hacer algo extraordinario, aunque a lo mejor mi marca no sea para una final de un mundial, si no creo que hubiera dejado de correr hace tiempo. Mi objetivo siempre va a ser intentar hacer eso, llegar a la final, el primer paso, y si estás en una final, pues conseguir el mejor puesto posible”, dice. “Cuando dejé la medicina por el atletismo, de alguna manera ya estaba diciéndome a mí misma que confiaba en que pudiera llegar. A algunos les parecería a lo mejor una locura con las marcas que tenía en ese momento, pero yo sabía que lo que había conseguido había sido en unas circunstancias complicadas: estudiar, dormir pocas horas, pasar el día entero fuera de casa, desde las 7 de la mañana, 7 y media, hasta las 10 de la noche, que llegaba a entrenar prácticamente, cuidar todos esos detalles, también el tema de la alimentación, que no podía cuidar bien porque dormía en una residencia…”
A Glasgow, final directa de 3.000m de 15 atletas, Marta García acude con la décima mejor marca y un cambio de planes. “Como hasta última hora no he sabido que estaba clasificada hemos tenido que alargar una semana más la preparación”, dice. “No creo que me perturbe mucho de cara al verano. Thomas, mi entrenador, estaba más preocupado por si yo estaba muy cansada mentalmente después del boom… Pero no”.
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