Un épico Eldense asciende a Segunda División y amarga al Castilla de Raúl

Sesenta años después, el Eldense regresa a la Segunda División tras un partido épico, un carrusel de idas y venidas en el juego y en el marcador en que su rival, el Castilla de Raúl González, desperdició dos ventajas en el marcador. Primero el 0-2 con el que se adelantó en el primer tiempo y después el 2-3 que logró tras un penalti provocado y ejecutado por Arribas, su futbolista más virtuoso, cuando faltaban siete minutos para concluir la prórroga. La bisoñez y la falta de callo condenaron al filial madridista, que cedió el empate definitivo tras una pérdida en una salida de balón de equipo colegial. Ortuño, con un disparo cruzado, firmó el tanto que supuso el ascenso del potentado Eldense. En la última jugada, el Castilla reclamó un penalti sobre Pablo cuando se disponía a rematar en el área.

Bajo el mecenazgo de Pascual Pérez, dueño de la empresa de telefonía y fibra óptica Finetwork, el Eldense era uno de los favoritos para el ascenso desde el arranque del curso. Este es el tercero consecutivo desde que el exitoso empresario tomó las riendas del club, transformado en Sociedad Anónima Deportiva y con un proyecto de un moderno estadio con capacidad para 18.000 espectadores. Finetwork también ha sido patrocinador de la selección española, vínculo que recientemente se daba por roto por un video en el que el seleccionador Luis de la Fuente se mostraba a favor de la tauromaquia. Por ello, en la última concentración el técnico de La Roja llevaba una sudadera sobre los hombros que tapaba el logo de la empresa.

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No era una empresa sencilla la del filial blanco en Elda. Necesitaba ganar tras el empate (1-1) de la ida porque la igualada al final de los 90 minutos y de la prórroga no le servía por haber finalizado en peor posición que el Eldense la temporada regular. La normativa dice que no ha lugar a la tanda de penaltis.

Las estadísticas también corroboraban lo complejo de la tarea para los futbolistas de Raúl. El equipo local no había perdido un partido en su estadio en todo el curso. Las partidas de nacimiento también reflejaban un partido de niños contra hombres. El Eldense, con 28 años de media, el segundo más alto de la Primera RFEF, contra el más novel, 19 años.

Fue, sin embargo, el Castilla el que destiló un fútbol más suelto desde el arranque. Jugó con la sobrepresión de los jugadores locales, que conforman uno de los proyectos económicos más potentes y sólidos de la división de bronce del fútbol español.

Los dos golpes del Castilla en diez minutos, entre el 25 y el 35, reflejaron el mayor cuajo con el que gobernaron el partido los canteranos merengues. A un delicado centro de Arribas se elevó Rafa Marín, imperial, para conectar un poderoso cabezazo. El segundo tanto fue una contra de manual con aires de fútbol-sala. Llegó hasta la línea de fondo Obrador y su centro terminó en una dejada del charrúa Álvaro Rodríguez para el remate de Dotor.

Solo había un equipo en el campo. El Eldense dio síntomas de estar sobrepasado y superado por el vendaval de fútbol del Castilla. Demasiado rígidos los tobillos de sus futbolistas para dar pases afilados y construir juego, se encontraron con un gol al filo del primer tiempo. Nieto martilleó un centro lateral con un gran cabezazo ajustado al palo.

Ese tanto dio paso a otro partido en el segundo acto. El Eldense propuso el encuentro que más le convenía, más físico, de más choque y pierna dura. Ahí sí se notó más la ternura de los jugadores del Castilla. Con la pelota había sido muy superior manejado por Arribas, Dotor y Nico Paz, pero cuando llegó la hora del otro fútbol salió perdedor. Se impuso el oficio del Eldense. Una incursión de Bernal por el flanco diestro del área la empujó a la red Carlos Hernández. A partir del empate se desató un partido total hasta el final de los 90 minutos y también en la prórroga. Los dos equipos buscaron con descaro el gol que les certificara el ascenso. Dotor, con un remate de cabeza picado obligó a Vallejo a una intervención milagrera. Joel respondió con una conducción vertiginosa en una contra que le plantó ante Luis López. Fundido por la carrera, su disparo fue manso y centrado. El larguirucho meta del Castilla también evitó el tercer gol local salvando un cabezazo a bocajarro de Mario Soberón con el primer tiempo de la prórroga ya consumido.

El cuarto de hora final se inició con la maniobra de Arribas que provocó el penalti definitivo. Y en el acoso local final, se agigantó otra vez Luis López, aunque no pudo evitar el histórico empate de Ortuño.

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