Küng se impone a Evenepoel y Van Aert en la contrarreloj de la Vuelta a Suiza

La Vuelta a Suiza es el regreso de Remco Evenepoel, y su combate belga con Wout van Aert, lucha de celos nacionales entre el campeón del mundo derrotado en el Giro por la Covid y el ciclista que vale para todo, para ganar clásicas y etapas de todo tipo, y para ser el mejor segundo en el Jumbo de Vingegaard en el Tour. Y la carrera suiza, que termina el domingo, es Juan Ayuso, la esperanza española, tocado en un pie toda la temporada, que queda décimo en la velocísima contrarreloj inicial, 12,7 kilómetros en el bucólico pueblecito de Einsiedeln y alrededor de su lago, al sur de Zúrich. El español, de 20 años aún, y ya podio en la pasada Vuelta a España, no va lento, a 55 por hora, pero cede 25s, 2s por kilómetro, al atómico especialista local Stefan Küng, que logra una media de 56,375 kilómetros por hora y aventaja en 6s a Evenepoel, campeón belga, y en 10s a Van Aert, siempre a su lado.

Solo una semana después de abandonar el Giro de rosa, y ganador de las dos contrarrelojes disputadas en ocho días, pudo Evenepoel volver a entrenarse. “Abandoné enfermo y me puse más enfermo después”, explica el campeón del mundo, que no correrá el Tour ni defenderá el título de la Vuelta, y que en uno de sus últimos entrenamientos para afinar antes de Vuelta a Suiza se hizo entera la Lieja-Bastogne-Lieja, el monumento que ganó el 23 de abril.

Como en la Dauphiné, en la que Carlos Rodríguez, que será el líder del Ineos en el Tour, ya mostró madurez para recoger el relevo español de Enric Mas y Mikel Landa, desbordados, Ayuso fue el mejor de los españoles, mejor que los veteranos Ion Izagirre, undécimo, dos segundos más lento, y que Pello Bilbao, 23º, 12s más. Sin embargo, el corredor del UAE, que llega a los lagos suizos directamente desde Sierra Nevada, donde se entrenó junto a Tadej Pogacar, no piensa en el Tour, sino en la Vuelta, que quiere ganar para afirmarse.

Es solo el sexto día de competición en 10 meses para Ayuso, víctima de una insidiosa lesión en invierno, y solo pudo empezar a correr en 2023 en abril pasado, también en Suiza, en el Tour de Romandía. Entonces ganó la contrarreloj, fue líder 24 horas y dobló la rodilla en la montaña, lluvia y mal tiempo, en una carrera que ganó su compañero de equipo Adam Yates. En la Vuelta a Suiza, soleada por ahora, la prueba de la montaña la afrontará martes –monopuerto y final en Villars, 1.256m, 10 kilómetros al 8%--, y jueves, con el paso por el agotador La Punt, más de 25 kilómetros hasta 2.300 metros de altitud, y vertiginoso descenso de nueve kilómetros hasta los 1.700m de la meta. No participan superescaladores, por lo que, probablemente, el domingo final, una contrarreloj de 25,7 kilómetros en Sankt Gallen, junto al lago Constanza, decidirá la clasificación final y las esperanzas de Ayuso.

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