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Di Francesco: “Pensar que necesita un milagro para ganar al City, da al Inter una ventaja psicológica”

El precursor de la nueva ola de juego de ataque en Italia, semifinalista de la Champions con la Roma en 2018, examina la final de Estambul y el estado del ‘calcio’

Eusebio di Francesco
Eusebio di Francesco durante un partido de la Roma, en 2019.ALBERTO LINGRIA
Diego Torres

Eusebio di Francesco (Pescara, 1969) llevó a la Roma hasta las semifinales de la Champions en 2018. El juego exhibido por aquel equipo, que eliminó al Barça por el camino, anunció una ola de regeneración en el fútbol italiano. Hace un mes le sucedió Simone Inzaghi al frente del Inter, otra vez, un entrenador italiano al frente de un equipo de su país entre los cuatro grandes de Europa. La final que lo enfrentará con el todopoderoso Manchester City este sábado en Estambul constituye un homenaje al espíritu innovador del calcio.

Pregunta. Se han conformado dos finalistas muy definidos: uno como súper-favorito y otro como aspirante imprevisto. ¿Se subestima el poder del Inter?

Respuesta. Este Inter tiene una gran potencialidad en su plantilla, con un abanico de posibilidades que permiten a Inzaghi hacer cambios muy relevantes con el partido lanzado. Sea con Conte o con Inzaghi, el equipo juega con el mismo sistema desde hace años, los futbolistas llevan juntos mucho tiempo. Eso los ayuda a competir.

P. ¿Estamos ante la final de Copa de Europa más desigual desde el Barcelona-Steaua de 1986?

R. Absolutamente no. El Inter en Champions ha demostrado saber competir con equipos grandes. Es obvio que el favorito es el City. Pero el Inter tiene futbolistas de mucho carácter. Venderán cara su piel.

P. Hay consultoras que han elaborado modelos matemáticos para proyectar una final en virtud de análisis cuánticos y cualitativos. Pronostican que al inicio del partido el Inter tendrá un 10% de probabilidades de ganar, pero que cada minuto que pase sin encajar gol las probabilidades se elevarán medio punto, de modo que con 0-0 en el minuto 90 el Inter tendrá un 55% de probabilidades. ¿Qué le dice este gráfico?

R. ¡Algoritmos! Tiene un sentido relativo. Los números indican que el recorrido del Inter en la Serie A y en la Champions es netamente inferior al recorrido del City. Pero a partido único las sorpresas te las encuentras a la vuelta de la esquina. El Inter no tiene nada que perder. Esto puede ayudarte a jugar mucho mejor. Psicológicamente, la ventaja la tiene el equipo que para ganar necesita un milagro. En Italia todos coincidimos en que para el Inter ir a la final ha sido un milagro, mientras que esto no tiene nada de milagroso para el City. Los primeros 20 minutos serán muy importantes. El modo en que entras al partido puede ayudarte, pero lo decisivo es cómo gestiones los 90 o 120 minutos. La cultura defensiva del Inter podría serle de utilidad en un contexto en el que no es favorito, pero cuidado que esa ventaja psicológica es relativa cuando el rival está habituado a vivir como favorito.

Brozovic es el mejor intérprete que existe en Italia como director del juego. En el mediocampo el Inter tiene la ventaja táctica de contar con jugadores muy buenos

P. El Inter superó los cuartos y las semifinales con Çalhanoglu de mediocentro en lugar de Brozovic. ¿El talento de Brozovic para avanzar las jugadas puede sustituirse?

R. La posición de Çalhanoglu viene determinada solo por los problemas físicos de Brozovic. Yo creo que Brozovic es el mejor intérprete que existe en Italia como director del juego. Por cómo maneja los tiempos, por la continuidad que da a las acciones, por su capacidad táctica en el campo. Me sorprendió ver jugar ahí a Çalhanoglu, que lo ha hecho bien. No me lo esperaba. En el mediocampo el Inter tiene la ventaja táctica de contar con dos jugadores muy buenos.

P. El Inter juega con defensa de cinco. ¿Qué cambia para los volantes el hecho de tener tres centrales por detrás en lugar de dos?

R. Esto ayuda a los pivotes, sobre todo a Çalhanoglu, porque protegen mejor su espalda. El Inter defiende con tres zagueros centrales, pero muchas veces en las maniobras ofensivas cambian añadiendo un central al mediocampo.

Hoy el 4-3-3 es el modelo más empleado por los grandes equipos porque te da más ángulos de jugada, líneas de pase, mejores coberturas del espacio, la posibilidad de elaborar mejores cadenas entre laterales, interiores y extremos que pueden intercambiarse papeles. Hoy el fútbol va hacia las permutas

P. Usted fue junto con Sarri el primer entrenador italiano que desarrolló el 4-3-3 como lo hacía Guardiola con el Barcelona o Klopp con el Dortmund. Ahora Spalletti y De Zerbi lo hacen también y cada vez con un sentido más creativo. ¿Por qué los equipos más competitivos y divertidos del mundo juegan con este sistema?

R. El 4-3-3 te da más ángulos de jugada, líneas de pase, mejores coberturas del espacio, la posibilidad de elaborar mejores cadenas entre laterales, interiores y extremos que pueden intercambiarse papeles. Hoy el fútbol va hacia las permutas: laterales que juegan de interiores, interiores que se abren, y extremos que van adentro. El 4-3-3 te permite ese tipo de organización porque cubres mejor los espacios tanto en defensa como en ataque. Ahora el juego se ha dinamizado. El 4-3-3 es más fácil de transformarse en el módulo que tú quieras: 4-2-3-1, 3-4-3… Te ayuda a adaptarte al adversario creando una base ofensiva.

P. ¿De dónde parte esta nueva ola de creatividad entre los técnicos italianos?

R. Sacchi y Zeman han sido los precursores de este cambio hacia un fútbol más innovador y agresivo. Zeman me transmitió muchísimo esta filosofía. Cuando yo jugaba en la Roma y él era mi entrenador, me divertía porque siempre creábamos dificultades al adversario con patrones de movimiento muy adiestrados.

P. ¿Cómo es posible que el Nápoles haya sido tan superior en 38 partidos de Serie A, y, sin embargo, los semifinalistas de Champions hayan sido Inter y Milan?

R. El Nápoles ha tenido un gran valor para dar importancia a jugadores jóvenes y poco conocidos como Kvaratskhelia, que luego han sorprendido a todos. Estas cosas pasan cuando juegas tantas competiciones. El Inter tiene la plantilla más fuerte de Italia; ha perdido puntos importantes que le han complicado el campeonato local, pero gracias a la profundidad de su plantilla ha conseguido imponerse en Europa.

La escuela de pensamiento italiana ha cambiado. Si yo pienso en jugar contra el City metido con 11 jugadores en el área de penalti estoy convencido de que sobre diez partidos pierdo nueve y medio. Si propongo un juego más agresivo puedo subir mis posibilidades de victoria a un 30%

P. Sarri en el Lazio, Spalletti en el Nápoles, Gasperini en el Atalanta, han desarrollado un fútbol ofensivo. ¿Inzaghi en el Inter se aproxima a los viejos valores del catenaccio?

R. No. Es cierto que el Inter trabaja la defensa de un modo distinto. Pero muchas veces juegan alto, en campo adversario, con agresividad. El calcio ancestral era defensa baja y contragolpe. El Nápoles y la Lazio están en el otro extremo. El fútbol italiano ha cambiado. Y el fútbol español también. Cada vez veo más equipos españoles que se cierran atrás para buscar la contra.

P. ¿Cómo explica que hoy el fútbol más bello de Europa se juegue en Nápoles y en España, cuna del tiki-taka, el campeón sea este Barça que ha ganado 11 partidos por 1-0 y 20 por un solo gol de ventaja?

R. En Italia siempre nos preocupó ser más verticales. Ahora con la nueva escuela de pensamiento en Coverciano [cuartel general de la federación italiana] tenemos un fútbol más volcado al ataque que persigue más duelos uno contra uno, sin pensar tanto en las coberturas como antes. Hay una evolución. Surgen técnicos más jóvenes que piensan así. Es correcto que el fútbol del futuro sea así. Pero asumo que siempre existirá quien juegue pensando en amarrar el resultado con otra filosofía, cediendo el balón al adversario para que exponga espacios a su espalda. Sería aburrido que todos afrontemos los partidos de la misma manera. La diversidad vuelve el fútbol más bello.

P. ¿Por qué cree que el fútbol elaborado es mejor?

R. Si yo pienso en jugar con el City metido con 11 jugadores en el área de penalti estoy convencido de que sobre diez partidos pierdo nueve y medio. Si propongo un juego más agresivo, incluso con la misma plantilla, puedo subir mis posibilidades de victoria a un 30%.

P. En la cultura del viejo calcio ser competitivo equivalía a vivir en la agonía física y mental de no tener la pelota. ¿Qué queda de eso?

R. Estos componentes deben permanecer. Si yo quiero ser agresivo y valiente en campo contrario, debo ser determinado y agonísticamente válido porque si el rival me mete un balón a la espalda debo correr para atrás. Lo que debe mejorar es la mentalidad, no el sentido del sacrificio. Todos los jugadores deben estar preparados para enfrentar a un adversario que los meta en su campo porque juega mejor con la pelota, incluso sabiendo que juegan un partido diferente del que esperaban.

P. Hoy el país que más entrenadores de primer nivel produce es Italia, pero ¿por qué no aparecen más jugadores de jerarquía?

R. Hay algunos talentos. Debemos ser valientes para liberarlos, para permitirles expresar su fantasía y su creatividad. En los sectores juveniles debemos enseñarles a jugar uno contra uno y a buscar la superioridad numérica. Si un chico falla el primer regate no les puedes decir que pase la pelota o conserve el balón. Los entrenadores te tienen que decir cómo y cuándo deben driblar, no decirles que no lo hagan. Para elevar la calidad y el nivel psicológico debes promover los errores porque solo se aprende de los fallos. Esto a veces no lo sabemos aceptar.

P. Italia ha sido el país de los grandes defensas. ¿Por qué escasean?

R. Hoy construimos defensores que saben jugar con el balón, pero no nos debemos olvidar que antes de nada un defensor debe defender. Tenemos que trabajarlo porque en el fútbol base hay más atletas que nunca, con gran estructura física, ideales para defender. Somos los entrenadores los que tenemos que enseñarles a mejorar la posición del cuerpo y a moverse con los compañeros de reparto.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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