La Copa del Madrid, palanca para abordar al City en la Champions

Antes de abandonar el sábado a medianoche el estadio de La Cartuja con el trofeo de la Copa del Rey, a los futbolistas del Real Madrid ya les asomaba por todas partes la silueta del Manchester City. Lo decía Rodrygo, mejor jugador de la final: “Hemos ganado hoy un título muy especial, pero ya estamos pensando en descansar, que el martes tenemos creo que el partido más importante de la temporada”. Ya tienen encima la ida de la semifinal de la Champions en el Bernabéu, programada este martes por la noche (21.00, Movistar), menos de 72 horas después del momento en el que el brasileño pronunció esas palabras.

La sombra de esa eliminatoria lleva gravitando días sobre la tropa de Carlo Ancelotti. Al tiempo que el equipo preparaba los últimos partidos de Liga y la final de Copa, el cuerpo técnico ha ido encontrando momentos para trabajar en el cruce contra el cuadro de Pep Guardiola, rematado esta temporada con Haaland. Durante casi dos semanas han revisado aspectos del juego del City, tanto a través del vídeo como sobre los campos de entrenamiento de Valdebebas. Allí se los volvió a ver este domingo en cuanto aterrizaron en Madrid, para una sesión de trabajo programada para las 14.00. Del aeropuerto al césped.

No habían pasado ni 12 horas desde que la mayoría de los futbolistas habían alcanzado sus habitaciones la noche antes en Sevilla, donde el club decidió permanecer después de la final, en lugar de que cada uno llegara a su casa y comenzara a recuperarse aún más tarde. Alguno terminó fundido, como Fede Valverde: “Estoy muerto. Estoy muy cansado, pero muy cansado”, dijo en los micrófonos de la Ser aún sobre la hierba. Allí mismo se lo cruzó Luka Modric, que le gritó: “¡Vaya animal eres!”.

También Thibaut Courtois entendió la factura que el encuentro había pasado a sus compañeros de campo: “Jugar aquí a las diez, con este calor, no es fácil para ya el martes estar bien”, dijo. “Pero hay que intentar descansar bien mañana y entrenar bien el lunes, y ya el martes a tope”.

No había distracciones respecto de un plan que también recordó Ancelotti: “Ahora la exigencia del Madrid te dice que tienes que preparar otro partido el martes”. El club cultiva una cultura voraz que ya ha empapado a los jóvenes, como explicó Rodrygo: “Era el título que me faltaba, y ya estábamos hablando eso Vini, Camavinga, Militão, que solo quedaba este”, dijo. “Solo seguir el ejemplo de los que están aquí, como Karim, como Luka Modric, como Toni Kroos, que ya han ganado muchas veces y siguen queriendo ganar más”.

De ahí que las celebraciones fueran discretas, una larga cena en el hotel de concentración de Sevilla, descrita como “serena” por una fuente del club. Un festejo privado con un aire al que tuvieron con Zidane en la residencia de Valdebebas la noche que ganaron la Liga 2019/20, la que terminaron en el Di Stéfano al salir del confinamiento.

Nada que ver con la de la temporada pasada: levantaron el trofeo el 30 de abril con una victoria contra el Espanyol en el Bernabéu, y visitaron La Cibeles. Allí convocaron al madridismo para cuatro días más tarde en su estadio: recibían al City, al que tenían que remontar el 4-3 de la ida para alcanzar la final de la Champions. En el festejo donde la diosa de las copas blancas, después de la célebre foto con el puro y las gafas de sol, Ancelotti lanzó su llamada: “¡A por el City! ¡A por el miércoles!”.

El calendario de esta vez, de nuevo con el equipo de Guardiola a la vuelta de la esquina, obligaba a la contención. El italiano convocó al madridismo desde la sala de prensa de La Cartuja: “A por el martes. Ya está”, dijo. “Sabemos que, como hoy, como muchos días en el Bernabéu, nos van a empujar. Tenemos una pequeña ventaja en la ida, que jugamos 12 contra 11″.

La cercanía de otra final de la Champions funciona como combustible emocional del Madrid. Pretenden usar el subidón de la Copa como impulso, según Courtois: “Haberla ganado hoy te da valor, quizá energía positiva, y no notas tanto el cansancio”. En ese efecto vivificante del triunfo coincidió su técnico: “Lo prepararemos en un ambiente bueno, feliz e ilusionado”.

Se han propuesto ligar con otra alegría el festejo con la afición del título número 100 de la historia del club. Otro reto, que describió Courtois: “Daremos todo el martes, y quizá lo más bonito para celebrar es ganar el martes y celebrarlo en el campo con nuestra afición”.

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