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LaLiga Santander jornada 29
Valencia
Valencia
0 2
Finalizado
Sevilla
Sevilla
Loic Bade 54'Suso 75'

El Sevilla apuntilla al Valencia

El conjunto andaluz juega con el miedo de su rival y acaba acercando un poco más al descenso al equipo de Baraja

El delantero del Sevilla Youssef En-Nesyri trata de superar a Mouctar Diakhaby, del Valencia, durante el partido de Liga de este domingo.
El delantero del Sevilla Youssef En-Nesyri trata de superar a Mouctar Diakhaby, del Valencia, durante el partido de Liga de este domingo.Manuel Bruque (EFE)

El viernes por la noche, en una de las grandes avenidas del centro de Valencia, la Gran Vía Marqués del Turia, un padre y su hijo bajaron a pasear el perro. Eran las nueve de la noche y el señor tiraba de la correa del Golden Retriever mientras el niño iba tan feliz con su camiseta de Valencia con el nombre de Cavani estampado en la espalda. De repente, sin verlo venir, un hombre le hizo una carantoña en la cabeza. El chiquillo se giró y ya solo vio a alguien alejarse. Su padre sonrió y le dijo que era el Pipo Baraja. El niño, perplejo, volvió a girarse. Cada uno siguió su camino. Baraja se iría a cenar y a darle vueltas sobre cómo meterle el colmillo al Sevilla, que la víspera había sacado un valioso empate en Old Trafford, y el padre y su hijo se fueron por otro lado. Uno, con la inocencia de la infancia, sin saber lo que es un descenso; el otro, con el recuerdo indeleble de aquel 1986, el año que el Valencia se cayó de la gran Liga.

VALValencia
Valencia
0
Mamardashvili, Foulquier, Cenk Özkacar, Mouctar Diakhaby, Lato (Vazquez Alcalde, min. 68), Moriba Kourouma, Gayá, Yunus Musah (Samuel Lino, min. 58), Andre Almeida (Marcos André, min. 79), Cavani (Hugo Duro, min. 69) y Samu Castillejo (Javi Guerra, min. 79)
SEV Sevilla
2
Sevilla
Dmitrovic, Loic Bade, Gudelj, Rekik (Montiel, min. 68), Jesús Navas, Fernando, Bryan Gil Salvatierra (Lamela, min. 91), Suso (Marcao, min. 76), Lucas Ocampos, Joan Jordán (Rakitic, min. 68) y En-Nesyri (Rafa Mir, min. 91)
Goles 0-1 min. 54: Loic Bade. 0-2 min. 75: Suso.
Árbitro Carlos del Cerro Grande
Tarjetas amarillas Lucas Ocampos (min. 41), Joan Jordán (min. 51), Montiel (min. 80), Hugo Duro (min. 85) y Gudelj (min. 92)
Tarjetas rojas Moriba Kourouma (min. 84)

Esas dos generaciones, angustiadas, pero diferentes, confluyeron de nuevo en un estadio de Mestalla donde la gente empieza a barruntar lo peor. Primero porque lo dice la clasificación, indiscutible, y, segundo, porque lo ve en el campo, donde el Valencia tiene serios problemas para disimular su olor a podrido.

José Luis Mendilíbar entró en Mestalla con una idea muy clara: jugar con el miedo de su oponente, el pánico al descenso que atenaza a muchos de los jugadores. Como los centrales, tiesos como mástiles, o los laterales, que en muchos lances no saben si salir o esperar. Al Sevilla, que venía de darse una paliza el jueves para remontar ante el Manchester United en Inglaterra, le daba igual que corriera el tiempo. Ellos tenían cinco puntos de margen sobre la zona de descenso -ahora ocho- en la que está clavado el Valencia, un equipo que empezó con intención y acabó desmadejándose mediado el primer tiempo. Sin las sutilezas de Nico ni la verticalidad de Kluivert -ambos lesionados- el conjunto valenciano fue haciéndose cada vez más asimétrico porque Gayá, por la banda izquierda, pero más adelantado que de costumbre, con Lato cubriéndole las espaldas, era el único capaz de aportar algo de ingenio. No mucho, solo centros desde la banda que casi nunca acababan en Cavani, que recuperaba la titularidad tras el traspié de Almería y que se marchó en la segunda parte sin justificar su fama de goleador.

El Sevilla, invicto desde que llegó Mendilibar, tenía algunos mecanismos defensivos que le valían para bloquear los ataques de su contrincante. Y paciencia, mucha paciencia. Los últimos precedentes de su contrincante, el empate ante el Rayo y la derrota en Almería, dejaron una conclusión: siempre hay un momento en el que el Valencia se desconecta. Solo hacía falta esperar.

La recompensa llegó al poco de empezar la segunda parte, como en Almería. Badé, que había caído en la salida de un córner, esperó unas décimas de segundo sobre su marcador, que estaba tendido en el suelo, luego se levantó, cogió el rechace y marcó. Más nervios. Más prisas. Más angustia. El público terminó de indignarse poco después, cuando consideró que Fernando había cometido un penalti al golpearle el balón dentro de su área. Del Cerro Grande fue a consultarlo y determinó que no.

La jugada, polémica, fue lo más cerca del gol que estuvo el Valencia en la segunda mitad. La decisión encendió al público, que terminó de creer poco después, en el minuto 74, con la sentencia de Suso, el segundo gol andaluz. La ventaja disimuló el principal contratiempo del Sevilla, que se quedó sin el único lateral izquierdo que conservaba, Rekik. Pero esto acabó siendo un problema menor ante un equipo desquiciado que acabó con diez tras la expulsión de Moriba por una fea entrada y al que aún le quedan tres partidos más ante rivales directos en las próximas jornadas. Algunos, aunque débilmente, mantienen la fe, como esos niños con camisetas relucientes. Los más veteranos, los que ya vivieron un descenso, se temen el peor desenlace.


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