El Barcelona se queda seco: sin Pedri y Dembélé, Lewandowski marca un tercio de los goles que promediaba al inicio de la Liga
La capacidad goleadora del polaco ha pasado de 0,75 por encuentro a 0,37, mientras que el fútbol de Ansu Fati, Ferran Torres y Raphinha no termina de arrancar
“Un gesto de talento”.
Hubo una acción en el último Clásico frente al Real Madrid, en el duelo de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey, que quedó marcada en el vestuario del Barcelona. “El pase de Modric a Benzema en el segundo gol”, explican en el camerino azulgrana. Con el marcador 0-1 y la eliminatoria igualada, el volante croata encontró al francés a un palmo de la medialuna. Sin demasiados rodeos, el 9 blanco armó la pierna derecha y colocó el balón lejos de Ter Stegen. “Le da el pase con la velocidad y la tensión necesaria para que Benzema solo tenga que rematar. Si se la entrega un poco más fuerte ya tiene que hacer un control. Entonces, ya hubiese perdido tiempo. Ese nivel de jugadores, top mundial, piensa en todos esos detalles. Y eso es el talento que ellos tienen y nosotros, en ese partido, no”, rematan las mismas fuentes. El Barcelona se presentó al Clásico sin Pedri, Dembélé ni De Jong. No marcó. Tampoco lo hizo ante el Girona en el último partido de la Liga. No estaban los mismos protagonistas. Su ausencia la sufre Xavi, evidentemente, pero sobre todo Lewandowski.
El polaco es el máximo anotador del Barcelona en la temporada: 27 en 36 partidos. Un promedio de 0,75 dianas por duelo. Sin embargo, desde que volvió del Mundial de Qatar ha firmado nueve tantos en 17 duelos (0,52). Pero sus estadísticas han mermado más desde que Pedri y Dembélé quedaron atrapados en la enfermería: 0,37 (tres goles en ocho encuentros). “Está claro que desde que no están Pedri y Ousmane, Robert ha perdido capacidad goleadora, sin ninguna duda. Cuando no tienes a dos o tres de los mejores de tu plantilla, inevitablemente se nota. Y por desgracia, se nota mucho. Pedri y Dembélé generan muchas cosas. También está el respeto que le tienen los rivales a Frenkie, Ousmane o Pedri”, subraya Xavi Hernández en la previa del duelo ante el Getafe (16.15 horas, DAZN).
“En las últimas semanas hemos tenido algunas lesiones y no ha sido fácil, pero espero que ahora volvamos a la buena dinámica. Tenemos que dar un paso adelante en los 10 partidos que faltan. Intentaré estar al máximo nivel”, justifica Lewandowski. El optimismo del polaco, en cualquier caso, está relacionado con que sus mejores socios ya están cerca de la vuelta. En el club esperan la pronta reaparición de Pedri y De Jong. Con Dembélé, en cambio, apelan a la prudencia. Según el cuerpo técnico del Barcelona, el equipo pierde juego interior sin Pedri y juego exterior sin Dembélé. Y Lewandowski lo padece. Además, el Barça cuenta con otra dificultad. Si se apaga el polaco, no hay quien la meta. Ansu Fati suma siete goles en 41 partidos (0,17), mientras que Ferran Torres seis en 37 (0,16). Raphinha, que ha llegado este verano, cuenta con nueve en 40 (0,22).
“Cada situación es diferente”, explican en el cuerpo técnico. “Lo de Ansu no tiene nada que ver con el talento. Esta en un proceso de recuperación. En el fútbol actual tienes que ser un animal físicamente. Y hay que tener paciencia. Esperemos que la tenga”. La paciencia que le pide Xavi a los jóvenes, sin embargo, no siempre coincide con los intereses de los jugadores. “Si esto sigue así”, se quejó Bori Fati, padre del jugador con relación a los pocos minutos que disputa su hijo (1.522, el decimoséptimo en la lista); “yo me voy a Sevilla”. El representante de Ansu Fati, el todopoderoso Jorge Mendes, ya se mueve para colocar al 10 del Barça en la Premier. En la dirección deportiva no ven con malos ojos la operación. “Depende de la oferta, puede ser una buena opción para el Barça”, explican. El problema de Ferran Torres, según el cuerpo técnico, es “un tema de confianza”. Mientras que Raphinha está todavía en un proceso de adaptación. “En los entrenamientos es una bestia”, concluyen. Ninguno, en cualquier caso, ha aprovechado la ausencia de Dembélé.
El (poco) poder goleador de la delantera del Barça (53 en 28 partidos en la Liga) se desvanece (aún más) en el espejo del pasado. “No hay que olvidarse de que hace no mucho tiempo estaban Messi, Suárez y Neymar”, recuerda un empleado del área deportiva. La campaña 2016-2017, el Barça marcó 81 goles en sus primeros 28 encuentros. Un 52% más. “Cuando los equipos están bien organizados y trabajados, al final gana el talento”, rematan en el staff técnico. Y, de talento, el Barça no está sobrado. Mucho menos ahora que Pedri, De Jong y Dembélé andan con pupas.
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