Las tendencias del Mundial destapan al mejor Mario Hermoso
Simeone concluyó tras la cita de Qatar que el Atlético debía mejorar la salida del balón desde atrás
Con el Atlético atascado en juego y resultados, para Diego Pablo Simeone el Mundial de Qatar supuso un banco de ideas al que asomarse en busca de soluciones. Entre las que interiorizó fue la de la necesidad de mejorar la salida del balón desde atrás. El equipo sufría contra cualquier rival que se animara a hostigarle el inicio del juego.
Salir jugando con los centrales para Simeone siempre ha sido un asunto de alto riesgo y ni Giménez ni Savic, los titulares antes del parón mundialista, son especialistas consumados. La alternativa de salir por las bandas, la más característica y natural de la era Simeone, sobre todo con Filipe Luis, tampoco le funcionaba ni a la derecha, con Nahuel Molina, ni a la izquierda, con Reinildo.
Convencido de la necesidad de mejorar el manejo del balón desde las inmediaciones de Oblak, Simeone tuvo que tirar de Mario Hermoso, el más dotado para ello de todos los centrales. El problema era que Hermoso atravesaba por uno de sus peores momentos en el Atlético. Sus participaciones en lo que iba de curso describían a un central fuera de sí, mal medidor en las anticipaciones y con pérdidas de balón que desesperaban a su entrenador. Para colmo, se había enfrentado a los ultras del Atlético para defender a Griezmann de los insultos que le proferían desde el fondo sur. Su salida del club el próximo verano se daba por hecha antes del Mundial.
El asalto a la titularidad de Hermoso ha pasado por varias advertencias de Simeone. El preparador argentino sabedor de que Hermoso convive mal con error, le conminó a que arriesgara lo justo con el balón, a jugar fácil, a que no tratara de romper lÍneas con el pase si no lo veía claro. En la misma línea le aconsejó con las anticipaciones. Solo ir a los cruces abandonando la posición cuando estuviera seguro de que saldría ganador. La última admonición fue la de controlar sus impulsos cuando le sacan una tarjeta amarilla. Hubo un momento que cada vez que le mostraban una tarjeta, Simeone daba por seguro que debía cambiarle para que no lo expulsaran. En alguna ocasión que lo mantuvo fue expulsado.
Interiorizadas las premisas que le marcó el técnico, Hermoso se ha convertido en el mejor central del Atlético tras la reanudación del campeonato liguero. Ha recuperado el nivel que le llevó a ser convocado por Luis Enrique para la selección. No es la primera vez que Hermoso resulta trascendental en una mejora en el juego del equipo. Ya fue clave en el que conquistó el título de Liga hace dos temporadas cuando por primera vez en una década, Simeone abandonó su clásico 4-4-2 para instaurar una defensa de tres centrales. “El crecimiento de Mario va relacionado a lo que ha entendido que necesita el equipo, no Simeone, y por eso tiene más minutos. Pero compromiso no tengo con nadie, solo con los rendimientos y cuando son buenos hay que acompañarlos”, explica Simeone.
Las estadísticas defensivas dicen que tras el Mundial, el Atlético ha dejado su portería a cero en cuatro de sus últimos cinco partidos de Liga (un gol encajado solo y de penalti), solo una vez menos que en todo el resto de la temporada. En los 14 encuentros previos a la cita de Qatar, el equipo encajaba un gol por partido, ahora promedia 0,40.
Este crecimiento del rendimiento defensivo ha supuesto que el Atlético solo haya perdido un partido, contra el Barcelona (0-1), de los ocho que ha disputado desde que se reinició la competición. Desde entonces, Simeone viene anunciando que el equipo ha dado un paso adelante. Cosas del fútbol. Ahora que trata de protegerse menos, ha recuperado la fiabilidad defensiva que el Madrid pondrá esta tarde a prueba. “Sufrimos un poco más, pero estamos buscando equilibrios”, asegura el Cholo.
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