Enríquez Negreira amenazó con romper su “fidelidad” a “todos los presidentes” del Barça si el club no le abonaba 267.000 euros
La investigación ha seguido el rastro de los siete millones que salieron del club sin motivo justificado y con destino incierto
El exdirigente arbitral José María Enríquez Negreira recibió alrededor de siete millones de euros del FC Barcelona por supuestas “asesorías verbales” de las que no hay rastro alguno. No le pareció suficiente. En julio de 2018, cuando el Barça cerró el grifo y decidió prescindir de sus supuestos servicios, reaccionó de forma airada. En una carta enviada al entonces presidente Josep Maria Bartomeu, a la que ha accedido EL PAÍS, su abogado exigió el pago inmediato de los 267.000 euros que, según su criterio, estaban pendientes por los meses restantes del año.
El enfado de Enríquez Negreira se plasmó en forma de burofax en enero de 2019. Dasnil, la empresa con la que facturaba al club, no se había dado por aludida cuando, en julio, el Barça le comunicó que ya no iba a seguir pagándole. “Me comentan que esta temporada no necesitaremos de vuestros servicios y en consecuencia no deberíamos recibir ninguna factura”, escribió el departamento de finanzas a una trabajadora de Dasnil. En el burofax, el abogado considera que esos “comentarios”, dirigidos a una “secretaria” de Enríquez Negreira, no eran suficientes. “Ese rumor de algo de lo que se está hablando, pero no es firme ni definitivo, dista mucho de entenderse como una comunicación formal”. La carta agrega que el presidente azulgrana había expresado sus reservas: “Bartomeu trasladó al señor Enríquez que no hiciera caso a ese comentario y que no había una decisión formal tomada”.
En las dos temporadas anteriores, Dasnil había percibido más de medio millón cada año. En 2018, en cambio, el importe que consta en las cuentas de la sociedad —analizadas por la Agencia Tributaria, que detectó en todo ese periodo irregularidades en las facturas— es de 318.200 euros porque alcanza solo hasta el mes de julio. En la misiva, el abogado exige el ingreso de la cantidad pendiente a una determinada cuenta: “Reiteramos la necesidad de que satisfagan la cantidad debida de 267.047 euros”.
Esa primera carta contiene ya una amenaza velada: si el Barça no paga, Enríquez Negreira se sentirá “liberado de cualquier deber de fidelidad y/o confidencialidad en relación con el FC Barcelona así como para con todos los presidentes con los que ha tratado, en especial el señor Bartomeu”. La carta invitaba al club a “un ejercicio de sana crítica y reflexión” y a pagar lo que, en su opinión, debía.
El FC Barcelona respondió diciendo que la relación comercial había “quedado sin efecto” desde julio, lo que dio lugar a un segundo burofax, firmado esta vez por el propio excolegiado, en el que las advertencias se volvieron más evidentes. El texto, avanzado ayer por El Mundo, amenaza con dar publicidad a presuntas irregularidades de las que Enríquez Negreira habría tenido conocimiento a lo largo de los años de contacto con el club. “No creo que otro escándalo favorezca al club”.
Salidas en efectivo
Los siete millones salieron del Barça sin un motivo justificado y sin un destino conocido, según la causa abierta por la Fiscalía sobre los pagos del club a Enríquez Negreira. La investigación concluye que no hay ningún indicio de que la empresa Dasnil, propiedad del exdirigente arbitral, prestara efectivamente “asesorías verbales” al club al menos desde 2001. El Barça ha aportado a la fiscal del caso las facturas emitidas a esa empresa, pero no ha adjuntado ninguna documentación que acredite la realidad de los trabajos, si es que se llevaron a cabo.
Al menos desde la presidencia de Joan Gaspart, las distintas juntas directivas del Barça han destinado partidas presupuestarias que, de media, superan los 380.000 euros anuales, aunque el coste de ese presunto servicio se incrementó en la temporada 2009-2010, con Joan Laporta como presidente. Tras descubrir pagos por 1,4 millones entre 2016 y 2018 por una inspección de la Agencia Tributaria a Dasnil, la investigación ha tratado de despejar la incógnita: ¿Por qué el club destinó tales sumas de dinero a unas asesorías? Según la declaración de Enríquez Negreira ante Hacienda, el Barça pretendía asegurarse arbitrajes “neutrales”, que no le perjudicaran.
La investigación, sin embargo, no ha permitido avanzar en esa línea, ya que el propio exárbitro guardó silencio en su comparecencia como investigado ante la Fiscalía. El Barça sí facilitó copia de los informes y DVD sobre árbitros elaborados por el hijo del exdirigente, Javier Enríquez, que estudiaba el comportamiento de los colegiados sobre el terreno de juego y ponía el material a disposición del club. Esos pagos, sin embargo, son distintos de los que percibió Enríquez Negreira y, al tener soporte documental, en principio no tienen relevancia delictiva, según fuentes del caso.
La otra gran incógnita que no se ha podido despejar es qué hizo Enríquez Negreira con ese dinero. La Agencia Tributaria no ha acreditado que las generosas facturas hayan supuesto un incremento en su patrimonio mobiliario (barcos, coches de lujo) o inmobiliario. La investigación, que comenzó en mayo de 2022, ha rastreado las cuentas corrientes de Enríquez Negreira para ver si se habían registrado transferencias a cuentas de otras empresas o personas físicas. El resultado fue negativo. Lo que sí se pudo comprobar es que buena parte del dinero ingresado por Dasnil —el Barça era prácticamente la única fuente de ingresos de la compañía— lo retiraba el propio Enríquez Negreira y otras personas de su confianza en efectivo. Como los hechos se remontan a épocas pasadas y, en todo caso, acaban en 2018 (cuando el Barça rescinde el contrato con Dasnil) no se han podido tomar medidas de investigación que permitan ir más allá.
Bartomeu negó “trato de favor”
No hay indicios, al menos por ahora, que permitan afirmar que el dinero se haya usado, por ejemplo, para entregarlo a determinados colegiados de forma que fuesen favorables al Barça en los partidos. En su declaración como investigado ante la Fiscalía, Bartomeu negó que el club hubiera recibido “trato de favor” de los árbitros. Y puso como ejemplo el último partido de Liga de la temporada 2013/14, en el que el Barça se jugaba el título con el Atlético de Madrid y el árbitro anuló un gol de Messi que podría haber sido decisivo. “Si alguna vez tenía algún problema de arbitraje, lo hablé siempre con [Ángel María]Villar o con [Luis] Rubiales [expresidente y presidente de la Real Federación Española de Fútbol] y si hacía falta iba con un vídeo de las jugadas polémicas”, añade Bartomeu en conversación con este diario. El expresidente fue preguntado también en Fiscalía por el importe pagado ya por los vídeos que elaboraba el coach deportivo Javier Enríquez. Contestó que, una vez que el club asumió esos servicios, ahorró dinero.
Fue la junta de Bartomeu la que rompió las relaciones con Dasnil en julio de 2018. Según la versión del expresidente, la dirección deportiva lo propuso para ahorrar costes y lo comunicó a la empresa. Al cabo de pocos días, Enríquez Negreira llamó a Bartomeu: “Me dijo que estaba muy enfadado y que le parecía muy mal lo que habíamos hecho”, explica Bartomeu en conversación telefónica. Fue entonces, siempre según su versión, cuando se percató de que Javier Enríquez, el hombre que remitía semanalmente al club informes sobre los árbitros, era hijo del exdirigente arbitral. “Estaba convencidísimo de que quien teníamos contratado era el hijo”, cuenta. Bartomeu asegura que conocía a Enríquez Negreira de sus visitas a la sede de la Federación Española. “Nunca me dijo que su hijo trabajaba para nosotros y nunca me pidió ni tuvimos una reunión”.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.