Baskonia y Real Madrid se juegan el liderato de la Euroliga más igualada de los últimos años

El Buesa Arena estará lleno por segunda vez en la presente temporada. Nunca se había visto; el Baskonia, que ha aumentado el número de abonados, a la baja en las campañas previas, ha vendido todas las localidades para el choque de la Euroliga del jueves frente al Real Madrid (19.00 horas, Dazn), en una de esas tardes que el club vitoriano ha programado al estilo de la NBA, con animación en los alrededores del pabellón, y el concierto posterior al partido de Carlos Jean. En Vitoria esperan festejar la undécima victoria consecutiva del equipo que dirige Joan Peñarroya –cinco en ACB y cinco en Euroliga por ahora–, y seguir soñando con otra Final Four después de varios años de travesía por el desierto.

Será un choque en la cumbre ante el Madrid de Chus Mateo, que es segundo en la competición, aunque con los mismos números (10-5) de victorias y derrotas que el Baskonia (tercero­), el líder Fenerbahce, el Barcelona y el Mónaco. Nunca se vio tanta igualdad después de quince jornadas disputadas. Hay codazos para subir al podio provisional, e incluso para meterse entre los ocho primeros. “Afrontamos el partido con la ilusión de medirnos a un rival que lo está haciendo muy bien y que está mostrando un nivel altísimo en las dos competiciones”, apunta Mateo. “Le tenemos muchísimo respeto al Baskonia”. Para el alero argentino Gabriel Deck, “será un partido durísimo”, y avanza la fórmula para ganar en Vitoria: “Hay que estar intensos los 40 minutos porque jugamos contra un equipo que tira muchos triples y juega al contraataque. Además, demanda intensidad y debemos estar a la altura para poder frenar eso y luego hacer nuestro juego en ataque”.

En las filas baskonistas confían en repetir el resultado liguero, que acabó con victoria local, frente a un rival que tuvo que pelear para llevarse la victoria en Bilbao el martes (80-85). El equipo blanco es líder en la ACB, pero el Baskonia le pisa los talones después de un comienzo de temporada fulgurante. Tras la gira turca, en la que venció en las canchas del Efes, actual campeón, y el Fenerbahce, líder de la Euroliga, en Vitoria creen que se puede volver a soñar. El club ha montado un equipo muy compensado, que aglutina Peñarroya, que todavía no quiere comentar cuestiones de futuro: “Hablar de títulos en diciembre es muy pronto, pero nuestra intención es seguir molestando a los de arriba. Hay que seguir así”, apunta.

El preparador baskonista cuenta con un grupo habitual de trece jugadores, y todos tienen un rol importante en el equipo, y ya no depende tanto, como en la temporada anterior, del tiro exterior, porque la versatilidad de sus tres bases, Howard, Thompson y Henry, permiten que el equipo experimente otras variantes. El primero será duda casi hasta el comienzo del partido por unas molestias en la espalda. También están cumpliendo su tarea los demás para contribuir a la marcha del equipo. Aunque Giedraitis todavía no ha alcanzado el nivel que se espera de él, hay otros jugadores como Marinkovic que después de una mala temporada ha dado un paso adelante; o Steven Enoch, que ha regresado pletórico después de una larga lesión, y que tendrá que vérselas con Tavares en el parqué del Buesa Arena. Entre los que más destacan está Dani Díez, el jugador de la cantera de Estudiantes, al que Pablo Laso hizo debutar en la ACB con el Real Madrid, y que se está convirtiendo en uno de los imprescindibles de Peñarroya, después de muchas temporadas sin contar con un jugador nacional entre los habituales.

Después de años de zozobra y mal juego en la Euroliga, cambios de entrenador demasiado frecuentes y la ausencia en la Copa del Rey la pasada campaña, Josean Querejeta parece haber encontrado otra vez el equilibrio en la plantilla y la dirección técnica. El Real Madrid será, tal vez, la prueba más importante de los últimos meses.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.