El Madrid y el Baskonia, en la zona noble
Victorias de los madridistas ante el Asvel y de los vitorianos ante el Virtus que les sirven para colocarse cerca de la cabeza
Cumplió con su obligación el Real Madrid en la Euroliga. Ante el Asvel Villeurbanne, el equipo de Nando de Colo, sumó una victoria más, la décima, que le consolida en la zona más noble, que es lo que se espera del equipo que dirige Chus Mateo. Fue un triunfo que se cocinó a fuego lento en el primer cuarto, que se aceleró en el segundo, cuando Tavares intimidó bajo los tableros, y que se consolidó en el último acto, con los franceses visiblemente superados ya después de hacer un esfuerzo supremo en el tercer cuarto, que sólo les dio para equilibrar el parcial (25-25), aunque no el marcador, que siempre sonrió al Madrid, que se gustó en los últimos minutos, cuando el equipo lionés se entregó.
El Madrid temía a De Colo, aunque el jugador francés lidera a un grupo discreto, de la zona media baja de la Euroliga, que sólo aspiraba en Madrid a dar la sorpresa, lo que no consiguió, porque en el Wizink Center, los de casa no se permitieron ni una sola frivolidad. Salió el Real con mucha seriedad, y la determinación necesaria para abrir una brecha en el marcador, que fue la herida por la que sangró el Asvel ya desde el inicio. Con Poirier como estrella, 19 puntos y seis rebotes, y que fue de menos a más, el equipo blanco dominó todas las suertes. Musa, inspirado, contribuyó de igual manera al juego madridista. La distancia fue ajustada en el final del primer cuarto (25-22), pero la defensa funcionó en el segundo, y aunque la anotación fue menor, los franceses se sintieron muy incómodos debajo de la canasta ajena.
Tras el descanso, el Madrid se tomó un respiro, pero retomó la intensidad cuando hizo falta en los diez minutos finales para acabar arrollando al Asvel (92-73), al final del partido. El Baskonia, que sigue en buena sintonía con la Euroliga, también ganó (90-79). Salió arrollando al Virtus de Bolonia en los tres primeros cuartos, hasta llegar a ponerse 20 puntos por encima del equipo de Sergio Scariolo, ofuscado por la falta de respuestas de sus jugadores. La movilidad de Henry resultó fundamental para el despegue de los vitorianos, pero en un equipo que se siente fuerte en la competición europea, todo el grupo funcionó en una magnífica actuación coral, aunque Marinkovic, con sus cinco triples, y Kotsar, estuvieron superlativos.
En Vitoria sueñan, incluso, con el liderato de la Euroliga después de su próximo enfrentamiento, que será contra el Real Madrid. Después de un par de temporadas de penurias, ni tan mal.
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