El Sevilla vence con autoridad al Copenhague y se garantiza jugar la Europa League
El equipo andaluz logra su primera victoria en la Champions ante el equipo danés, que lanzó dos balones a los palos.
El Sevilla, con mucho sufrimiento y tras un primer acto pésimo, se estrenó con una victoria en la actual edición de la Liga de Campeones. El triunfo, muy peleado y coronado con un golazo de Isco, conlleva el premio de la clasificación para la Liga Europa como tercer clasificado del grupo. El empate a cero entre el Manchester City y el Borussia Dortmund dinamitó las remotas opciones que tenía en la Champions. Un oasis de felicidad en un grupo que lo está pasando realmente mal y que logró espabilarse en un segundo tiempo donde En-Nesyri abrió la lata tras un gran pase del Papu, Isco marcó su primer gol como sevillista y Montiel puso la guinda.
El resultado fue algo amplio para lo que se vio en un partido en el que el Copenhague, que todavía no ha marcado en la competición, lanzó dos balones a los palos. Uno con 0-0 en el marcador y otro con 1-0. Momentos de zozobra de un Sevilla que, sin embargo, supo rehacerse para lograr el primer triunfo de la temporada en casa. Momentos, también, donde emergió la personalidad de algunos futbolistas. Fue el caso del Papu Gómez. El argentino, como su equipo, había naufragado en la primera mitad. Jorge Sampaoli lo mantuvo en el campo. Justo después de una charla con su técnico, el Papu tiró de galones para pedir el balón y dibujar un pase perfecto que En-Nesyri, luego lesionado, remató de manera perfecta para hacer el 1-0.
El carácter del Papu, la fortuna y los buenos minutos de Isco fueron lanzando a un Sevilla que, por fin, se soltó para acabar goleando a un rival muy inferior. Caer eliminado de Europa hubiera supuesto un palo demasiado duro para este equipo en horas bajas. Se trataba de la primera final del curso y el Sevilla, con limitaciones, pero por fin con una sonrisa, la sacó adelante. La misma que dibujó Isco con su golazo a la escuadra de la meta del Copenhague, uno de los equipos más limitados de la competición. El Sevilla, por fin en esta temporada tan aciaga, pudo ser feliz.
Hay un concepto en el fútbol que el Sevilla tiene completamente olvidado. Se trata de la velocidad. Y claro, eso, se tiene o no se tiene. No es cuestión que, de repente, futbolistas como Suso, Isco o el Papu sean capaces de traspasar líneas de forma acelerada. Sampaoli confeccionó esa línea de mediapuntas ante el Copenhague, a la que se unió Rakitic. A los problemas de base que tiene el Sevilla, como esa ausencia de velocidad y físico, se unió el rústico planteamiento danés. Es decir, defensa organizada en su propio campo, cerrando el centro y ofreciendo las bandas al rival. Claro, ante ese panorama, el Sevilla, mal construido y sin desborde exterior, lo pasó terriblemente mal. Ocurre, sin embargo, que ese atasco era más que previsible cuando se unen un catálogo de futbolistas que juegan al pie, en un eterno pase de seguridad que acabó por desquiciar a la grada.
Lo cierto es que el Sevilla fue un tormento en una primera parte de muy escaso nivel. Incapaz de mostrarse superior al Copenhague, solo la timidez del conjunto danés, que todavía no ha marcado en la competición, le permitía mantener, al menos, el 0-0. Solo hubo una ocasión para el Sevilla en este primer acto. Un disparo de Suso que rechazó Grabara. Sin aceleración ni cambios de ritmo, el fútbol previsible del Sevilla frustraba sus aspiraciones. Dolberg, desconectado y triste, era la viva imagen de un grupo impotente, superado por sus limitaciones y su ausencia de fútbol.
Sampaoli buscó soluciones al descanso. La entrada de En-Nesyri resultó un alivio para un equipo que no corre. El delantero marroquí tiene sus limitaciones, pero también esa chispa que necesita un equipo tan plano como el Sevilla. Eso sí, primero llegó el susto después de un remate de Clem que se estrelló en el palo. Luego salvó Dmitrovic, que jugó por el lesionado Bono, hasta que el Papu se rebeló contra los pitos de su propia gente. Su pase medido lo remató En-Nesyri. La fiesta volvió a Nervión, como en anteriores tiempos. El Sevilla ganó y agarró su competición fetiche. En febrero debe estar mucho más entero que ahora. Queda un mundo.
Sampaoli: “Esta victoria nos da tranquilidad”
“Voy a ver tranquilo el Dortmund-City. Si lo veo también nervioso lo voy a pasar mal”, afirmó un sonriente Jorge Sampaoli en la rueda de prensa posterior a su primer triunfo en casa al frente del Sevilla. “Isco jugó con amateurismo y metió un golazo. Se soltó, tiene que estar cerca del área rival”, añadía el técnico. El Sevilla, por fin, logró el triunfo en un Sánchez Pizjuán que vibró como en las mejores ocasiones. “Ellos se compactaron mucho en su propio campo, con un hexágono en la mitad de la cancha que nos dificultó mucho las cosas. En la primera parte fallamos en la definición. En el segundo tiempo resolvimos con más ímpetu que organización”, aclaraba el entrenador del Sevilla. “Está claro que no tenemos velocistas y que nuestro juego es de posición y de dominio. Solo Lamela es vertical y no puede jugar siempre”, dijo Sampaoli cuando se le preguntó por el juego tan previsible que en muchos momentos muestra su equipo. “También ellos son difíciles de superar porque juegan muy ordenados. Respiré con su balón al palo, claro, pero creo que en esos momentos la suerte nos sonrió. Algunas veces va en contra, aunque pienso que el fútbol te da y te quita en un 50%”, aclaró. “De momento tenemos una posibilidad remota de seguir vivos en la Champions y nos hemos ganado la posibilidad de disputar la Liga Europa. Ya veremos en febrero cómo nos encontramos para disputarla, pero se trata de una competición importante, por lo que nos hemos ganado el derecho de jugarla”, admitió el máximo responsable del Sevilla.
“Veía un grado de ansiedad, de emoción por no ganar en casa, y me alegra mucho conseguir esta victoria, especialmente por los que aún no habían podido ganar en casa”, continuó. “Esta victoria nos da credibilidad para ir creciendo. Dentro de las situaciones que está viviendo el equipo y el club es para estar satisfechos”, continuó el entrenador del Sevilla, ya pendiente del duelo liguero ante el Rayo. El Sevilla, a un punto del descenso, tiene un partido vital el próximo sábado ante el conjunto vallecano, que viene de ganar 5-1 al Cádiz en la última jornada liguera. “Es un equipo que va muy bien en ataque, muy valiente”, finalizó.
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