España, al Mundial de ciclismo con lo puesto

Durante el Tour, el seleccionador español de ciclismo Pascual Momparler empezó a preocuparse seriamente porque las cuentas no le salían. “Entendí que podíamos tener un buen lío porque, viendo los puntos que sacaban los equipos españoles y viendo a los posibles candidatos en otros conjuntos con apuros u objetivos, me iba a costar muchísimo conformar una lista para el Mundial”, relata Momparler. Y, como si de una margarita se tratase, fue deshojando ciclistas al punto de que ahora, cuando restan dos días para que ofrezca públicamente la convocatoria, solo ha cerrado a cuatro de ocho: Juan Ayuso y Marc Soler, corredores de un UAE que no ha puesto problema alguno; Oier Lazkano (Movistar); y Jesús Ezquerra (Burgos-BH), que se ha ganado el sitio después de una Vuelta en la que ha destacado aunque, avisado por sorpresa, deberá retrasar una semana la fecha de su boda.

Atendiendo al circuito del Mundial en Australia, en Wollongong y del 18 al 25 de septiembre, Momparler tenía clara la lista de futuribles. “Es un recorrido para gente que tiene un final rápido, que se pueda desenvolver en grupos pequeños y grandes”, relata el seleccionador. Además de los dos corredores del UAE, por su mente pasaban los nombres de Alejandro Valverde, Alex Aranburu, Iván García Cortina y Gonzalo Serrano (Movistar), Ion Izaguirre y Jesús Herrada (Cofidis), Luis León Sánchez (Bahrain), Omar Fraile y Carlos Rodríguez (Ineos). Pero todo se le fue al traste.

Culpa, sobre todo, de cómo está regido el sistema de puntuación en el ciclismo profesional, tanto en la categoría Continental como World Tour, pues aunque se corre bajo el maillot de la selección, los ciclistas suman puntos en el Mundial para sus equipos madre. Una incongruencia que genera conflictos de intereses, pues uno del equipo X no ayudará a otro del equipo Y aunque corran con el maillot de España. “Debería ser un sistema independiente”, resuelve Momparler, citando como ejemplo el fútbol o el baloncesto. Pero no lo es y los equipos, lógicamente, miran por sus intereses. Así, desde el Movistar le negaron a Momparler la mayor, reacios a prestar a otro corredor que no fuera Lazkano porque necesitan sumar puntos en otras carreras de aquí a final de temporada para salvar su comprometida situación en el ranking UCI y no bajar de la categoría World Tour a Continental. No ha habido forma y así se confirmó este jueves, cuando, apreciando que Enric Mas tiene casi todos los números para acabar segundo en la general en la Vuelta, el seleccionador volvió a preguntar por Serrano, un cartucho que tampoco les importaría demasiado, ya que entendía que Cortina o Aranburu parecen capitales para las próximas carreras que llegan. Pero ni con esas. Ni Serrano ni nadie más.

No son los únicos. Antes de la Vuelta, tenía el compromiso verbal de Cofidis de que les dejaría los corredores siempre que Movistar no llevara a los suyos, por eso de la lucha de puntos. “Se veían salvados y me los dejaban con esa condición. Pero después de esta Vuelta, se han visto amenazados y han cambiado de opinión”, lamenta Momparler. Y lo mismo sucede con Ineos, que quiere ganar el World Tour esta temporada, un objetivo en un año sin victorias en las grandes rondas, fuera del primer puesto en Tour, Giro y Vuelta. Aunque también se han dado casos particulares. Si bien casi todos los corredores le mostraron su interés por defender a España, algunos no pudieron o quisieron. Caso de Pello Bilbao, padre reciente y sin la motivación necesaria, descartado el año pasado cuando parecía un claro candidato. O como Omar Fraile, que durante esas fechas tiene un juicio. O Luis León Sánchez, que está reventado de la temporada y no tiene piernas ni fuerzas. O como Raúl García Pierna (Kern Pharma), campeón nacional en contrarreloj que le dijo que prefería correr en el Mundial Sub-23 antes que con los mayores, por más que sí compita en el circuito profesional y esté en la Vuelta. “Ese es un melón que se puede abrir y discutir”, relata Momparler; “pero la ley le ampara porque puede escoger. Además, sabe que una vez corra en el Mundial con los profesionales ya no podría volver a la Sub-23″.

Problemas que desde la Federación Española de Ciclismo comprenden y aceptan, aunque si quisiera podría obligar a los corredores y, en caso de que se negaran, podría sancionarles y quizá dejarles sin correr en las próximas carreras. “¿Qué hacemos si son los equipos los que lo impiden? ¿Castigamos al corredor? No es justo porque casi todos quieren venir”, resuelve Momparler. Aunque lamenta profundamente que Movistar, Cofidis e Ineos se nieguen en redondo. “El ejemplo es Carlos Rodríguez, que se tiene que hacer y sería muy bueno llevarlo a un Mundial para que aprenda las particularidades de correr con la selección, donde hay piques, cosas extrañas por los intereses de los equipos. Más que nada porque es un año donde el circuito será idóneo para sus características. Es una pena”, admite.

Tantas bajas hicieron que Momparler se planteara no presentarse al Mundial o hacer una lista B, quizá solo correr en ruta y no la crono. Pero con la federación y con el presidente José Luis López Cerrón acordaron tirar hacia delante, no renunciar a nada, aunque se fueran con lo puesto. Aunque, preocupado, el seleccionador vuelve a mirar el calendario, sabedor que le quedan dos días para cerrar el equipo. “El problema es que hay que cerrar los vuelos y hacer los visados porque el tiempo está demasiado ajustado. Hay quien no tiene el pasaporte, hay que ir a recoger las bicicletas a la Vuelta o a Canadá -se corren en Gran Premio de Quebec y Montreal- si viene alguno de allí…”, explica. En dos días se cierra la lista y se aclarará el equipo con tiritas de España para el Mundial.

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