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Nahuel Molina, defensa del Atlético de Madrid: “Atacar no solo depende de si el entrenador me da libertad”

El lateral internacional argentino relata su trayectoria desde su infancia en una academia del Barcelona en Buenos Aires hasta su pase este verano desde el Udinese al equipo de Simeone, para quien su fichaje era prioritario

Nahuel Molina Atletico Madrid
Nahuel Molina, en la Ciudad Deportiva del Atlético en Cerro del Espino (Madrid).Claudio Alvarez
Ladislao J. Moñino

Nahuel Molina (Embalse, Argentina, 24 años), era el fichaje más prioritario para Diego Simeone por la necesidad de buscar el anhelado relevo a Kieran Trippier que permitiera devolver al centro del campo a Marcos Llorente. Procedente del Udinese a cambio de unos 20 millones de euros, este extremo reconvertido a lateral y campeón de la Copa América de 2021 debuta esta tarde en Getafe (19.30, Movistar LaLiga) en competición oficial con un Atlético que pretende recuperar las señas que hace dos temporadas le llevaron a salir campeón.

Pregunta. ¿Cómo es Embalse?

Respuesta. Es mi infancia, mi familia, mis amigos, mi lugar en el mundo. Es un pueblo entre montañas, con un lago... me gusta esa paz que tiene. En el lago pasé mi infancia, jugaba, pescaba, aunque se me daba más o menos. Jugábamos al fútbol en el club del pueblo, como mi padre, mis hermanos y mis primos, mi familia es muy futbolera. Tengo hermosos recuerdos y siempre que puedo vuelvo para disfrutar de todo y de todos.

P. Salió de allí con 11 años para irse a Barcelona Argentina, un proyecto deportivo creado por el Barça y Boca Juniors que acabo por asumir el club xeneize.

R. Era muy chico, no recuerdo mucho si destacaba sobre los demás. Más que destacar, disfrutaba. Luego, las cosas se fueron dando solas. No tenía noción de que estaba dejando mi casa, mi familia, mis amigos... Después, con el correr de los años, sí me costó no poder estar con ellos en fechas señaladas.

P. ¿Fue con la responsabilidad de ser futbolista profesional para sacar adelante a su familia como le sucedió a su compañero Ángel Correa?

R. Mi intención siempre fue poder dar una mano a mi familia, pero siempre tuve el apoyo de mis padres, sus consejos para que disfrutara y que, si mi sueño era ser futbolista, no tener que cargar con ese peso. Obviamente, ayudarlos siempre fue importante, mis padres trabajaron para darnos lo mejor que pudieron y hoy me toca a mí. Mi madre es empleada en un colegio y mi padre trabajó en el Ayuntamiento y ahora en una central nuclear.

Aprendí mucho de fútbol en un club que era una academia del Barcelona en Buenos Aires”

P. ¿Qué le aportó el paso por un club tan relacionado con el estilo de juego del Barcelona?

R. Estuve dos años allí y fue donde aprendí muchísimo sobre el fútbol en sí. Intentaban enseñarnos la metodología del Barça, el juego de posición, la velocidad de circulación, era distinto de lo que se jugaba en Argentina, por eso siempre digo que aprendí muchísimo allí. Estuve dos veces en Barcelona entrenando, la velocidad era distinta, eran jugadores con otra capacidad, fue una linda experiencia.

P. ¿Le sorprendió la velocidad de balón en los rondos?

R. Sí, totalmente, todavía me sorprende hoy que me toca jugar en el Atlético. La calidad de los jugadores y la velocidad a la que se juega y se toman decisiones son distintas también a las de Italia.

P. Usted era extremo, ¿en qué momento pasó a ser lateral?

R. Jugaba más arriba, de extremo o volante con distintos entrenadores que tuve en las categorías inferiores de Boca Juniors. Previo a subir al segundo equipo, ya me pusieron de lateral.

P. En esa etapa tuvo al Negro Ibarra como entrenador, una institución como lateral ofensivo.

R. Fue muy importante porque yo recién entraba en esa posición y me aconsejó muchísimo. Desde el principio siempre tuve que mejorar en lo defensivo porque yo era muy ofensivo y él me aconsejó que me ordenara, que fuera más aguerrido en la marca y que guardara la línea con el resto de la defensa porque yo era más despistado al no tener esos conceptos desde pequeño.

Por mi mentalidad me impone fallar un pase”

P. ¿Era un extremo gambeteador o rompía por velocidad?

R. Era más de tirar una pared e ir al espacio en velocidad.

P. Con Marcos Llorente está destinado a montar una sociedad.

R. Sí, pero no solo con él, con cualquiera que juegue. Las sociedades dependen del día a día en el trabajo porque te llevan a conocer a tus compañeros y a saber lo que te pide el entrenador para que en los partidos todo sea más natural.

P. Tiene disparo de brasileño.

R. Siempre me gustó practicarlo desde muy pequeño, lo fui mejorando y la última temporada en Udinese hice goles (10 en dos años y siete asistencias).

P. Hace poco tuvo una charla con Simeone, ¿qué le pide?

R. Que juegue tranquilo, respetando lo que nos pide tanto en defensa como en ataque. Estuvo corrigiéndome, modificando cosas que hacía diferentes o agregándomelas para que las haga. Estoy muy cómodo desde que llegué, todo su cuerpo técnico y mis compañeros también me ha aconsejado para que me acople lo más rápido posible a lo que ellos vienen trabajando desde hace tanto tiempo y pueda dar mi nivel. Todo va a depender del rival, de cómo ataque y cómo queramos atacar nosotros.

P. ¿Tendrá menos libertad para atacar con Simeone?

R. La libertad para atacar depende del partido, de lo que prepare el entrenador y de cada jugada, no depende solo de si el entrenador me da la posibilidad o no. También depende de cómo sea mi lectura del juego para poder atacar. Creo que va más por ese lado que por tener libertad o no. Intento acomodarme a lo que creo que es mejor para el equipo en cada situación, no es lo mismo jugar con Llorente o De Paul, que son diferentes. Tengo que entender los movimientos de ellos y lo que pide el entrenador.

Jugar con Messi te da tranquilidad, pero impone por su presencia en la cancha”

P. El Mundial es en noviembre y la consigna en el vestuario es jugar una Liga de 14 partidos antes de la cita de Qatar.

R. Es una temporada extraña, pero creo que esta parte del comienzo es muy importante para la preparación del Mundial. Hay que trabajar mucho ahora para el club, pensar en sumar todo lo importante y después, cuando llegue la fecha del Mundial, estar preparado.

P. ¿Cómo ve a Messi?

R. Lo veo bien, él está trabajando con el PSG para afrontar esta temporada confusa para todos. Como argentino es un privilegio jugar y compartir con él. Te da tranquilidad, hace muchos años que demuestra su nivel y su forma de jugar y de ver el fútbol.

P. ¿Le impone darle un pase mal?

R. Me impone fallar un pase por mi mentalidad, más allá de que sea él, pero sí te impone por la presencia que tiene en la cancha.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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