Lorena Wiebes se lleva la primera etapa del Tour de Francia femenino en París
La corredora neerlandesa, de 23 años, se convierte en la primera líder de la ronda francesa tras imponerse en el emblemático esprint de los Campos Elíseos
En París, mediodía sin sombras y calor sofocante, los vaticinios de los expertos reservaban la primera victoria de etapa a dos corredoras: Lorena Wiebes, del DSM, y Elisa Balsamo, del Trek. La neerlandesa, joven estudiosa del recorrido, se mostraba optimista en la salida: “No me pongo presión a mí misma, estoy muy tranquila”. La italiana, campeona del mundo hace un año en Flandes —superó por milímetros a Marianne Vos—, se entusiasmaba bajo la Torre Eiffel: “Estar aquí ya es un logro”.
Menos de dos horas después, la profecía se cumplió. Ante el fervor del público parisino, que vio pasar al pelotón 12 veces por el icónico circuito de los Campos Elíseos, Lorena Wiebes (Mijdrecht, Países Bajos; 23 años) se imponía a Marianne Vos y, robándole la fábula perfecta, se convertía en la primera ganadora del Tour de Francia femenino. Victoria y, claro, maillot amarillo, bonificación mediante, para esta joven neerlandesa, tímida, seis horas sobre la bicicleta en la última semana, según su perfil en Strava, la red social más utilizada por los deportistas —especialmente los ciclistas— para compartir sus entrenamientos.
Obsesa de su oficio, en su cuenta de Instagram solo hay espacio para los pedales: hace años que no comparte una fotografía sin la bicicleta. No fue así en su infancia. Hasta los 15 años, la corredora del DSM solo tenía ojos para el fútbol. Fue su padre, triatleta, quien le inculcó el gusto por la bicicleta. Justo a tiempo, pensará.
Noventa minutos antes de cruzar la meta, en el esprint intermedio de la etapa, los papeles se habían intercambiado. Marianne Vos, primera. Wiebes, a su lado, segunda. Batalla electrizante la que se espera por el maillot verde, el que se entrega a la ciclista más regular en el llano.
Wiebes, por el momento, toma ventaja. Cada vez son más los rumores que la vinculan con el SD Worx, el equipo más potente del pelotón. Para ello, sueldo astronómico mediante, la neerlandesa debería romper su contrato actual, vigente hasta 2024, algo que ya hizo para fichar el año pasado por el DSM, su actual equipo. Ella, concentrada, hace oídos sordos a los cantos de sirena. “Hoy era una gran oportunidad para coger el maillot amarillo”, ha dicho en meta, tras reconocer, exhausta, que los nervios habían ido en aumento sobre el empedrado parisino.
El pavimento, rugoso y minado de baches, sobre todo en la parte descendente de los Campos Elíseos, elevó la tensión en una jornada repleta de pinchazos y averías. También caídas, como la que implicó a la belga Alana Castrique, del Cofidis, primer abandono de la carrera tras una fuerte costalada contra el asfalto. También probó el suelo, casi en el último kilómetro, la alemana Laura Süßemilch, del Plantur-Pura, aunque tuvo más suerte y volvió a subirse a la bicicleta.
En un día de rodaje en grupo, con reacciones rápidas del pelotón ante cualquier amago de fuga, las favoritas, de gala en la primera línea del pelotón antes de partir bajo la Torre Eiffel —Mavi García incluida—, pasaron inadvertidas. Día salvado, sin sustos, y objetivo cumplido.
Lorena Wiebes estrenará este lunes el maillot amarillo en la segunda etapa (135 kilómetros entre Meaux y Provins). Lotte Kopecky, del SD Worx, lidera la clasificación por puntos; Femke Markus, del Parkhotel Valkenburg, llevará el maillot de lunares y, a sus 20 años, Maike Van der Duin es, por ahora, la mejor joven de la competición.
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