La selección femenina de fútbol sala vuelve a conquistar Europa

El acierto en el lanzamiento de los penaltis (4-1) y la inspiración de la portera Silvia, ha dado a España el título de la Eurocopa ante Portugal (3-3) este domingo. Las lusas dominaron el marcador durante gran parte del encuentro, pero que no pudieron frenar la reacción del combinado de Claudia Pons. España consigue su segundo Europeo femenino de fútbol sala y se consagra como la gran dominadora del torneo.

Otra vez en Portugal y de nuevo frente al conjunto anfitrión. Pero en la final el historial de la roja de fútbol sala femenino se agranda. Segunda corona seguida para España, dominadora de esta competición que culminó su segunda edición en un último partido plagado de alternativas, emoción y resuelto desde los tiros de seis metros.

Nada que ver tuvo esta edición con la pasada, donde España arrolló en esa ocasión a su rival para apuntarse el título continental. Esta vez, y a pesar de que el conjunto de Clauda Pons llegó al duelo decisivo con nueve victorias en su haber, fue maniatada por el equipo local que dio la sensación de tener perfectamente estudiadas a las campeonas. España estuvo incómoda desde el arranque. Tenía el balón pero en zonas intrascendentes. La presión de Portugal, insistente y ordenada, complicaba la circulación española y cada pérdida era una amenaza.

La portera Silvia se erigió como salvadora dos veces, en ocasiones claras al comienzo del encuentro, mano a mano con Ana Azevedo. Pero la guardameta española nada pudo hacer en la tercera. En el minuto 11, una pérdida de balón de Irene Córdoba ante Azevedo supuso un contraataque letal. Hizo la pared con Fifó y culminó la capitana lusa para adelantar a su selección. Portugal amplió su ventaja en el 19, en una acción de estrategia que nació en un saque de banda. Recibió Janice Silva y centró a Pisko que, sin oposición, anotó el segundo. Le salvó a España un tiro lejano para reactivar sus esperanzas para la segunda parte. A diecisiete segundos del intermedio, Ale de Paz recogió un balón suelto, perdido por Portugal, y ejecutó un disparo que superó a Ana Catarina.

El cuadro de Claudia Pons minimizó daños. Con convicción y prisas irrumpió el cuadro hispano en la segunda mitad. Los disparos de Irene Córdoba y Noelia que no tuvieron premio y Portugal respondía al contraataque. Pero los palos se toparon en el camino de los remates de Ana Azevedo e Inés Fernandes. También tuvo un disparo a la madera España en un tiro de Mayte.

España arrinconó a Portugal sostenida por Ana Catarina y buscó el empate con lanzamientos lejanos especialmente. Así llegó la igualada. Otra vez Ale de Paz, a la que el conjunto de Pons buscó cuando no tenía solución. El partido revivió cuando una buena acción de Ana Luján terminó con un centro al área que despejó la zaga local. El balón quedó suelto y De Paz, desde fuera del área, consiguió la igualada (2-2).

Con las fuerzas ajustadas y el ánimo del gol, la selección española aceleró hacia el triunfo. Cualquiera pudo marcar pero fue el momento de las porteras. Silvia salió a rescate de España y Ana Catarina, en la última acción antes de la prórroga, evitó la frustración de Portugal.

El partido tuvo diez minutos extra para determinar al campeón y en ese tiempo España acarició el título. Portugal desperdició tres penaltis-córner y el conjunto de Pons culminó la remontada en el 44 en un saque de esquina de Ana Luján que llegó a María Sanz para llevar la pelota a la red por tercera vez. Pero Portugal consiguió evitar la derrota a la desesperada. Con portera-jugadora en el tramo final, igualó a un minuto del final por medio de Pisko, que llevó el desenlace a los penaltis. Entonces, España estuvo impecable. Marcó los cinco que lanzó. Silvia detuvo dos, a Ana Azevedo y Ana Pires que resultaron definitivos.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.