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Una polémica victoria danesa

El primer triunfo del país escandinavo en el Tour, en 1970, llegó tras la descalificación de Agostinho y la desobediencia de Mogens Frey

Jon Rivas
Tour de Francia Dinamarca
Agostinho entra por delante de Frey. En el detalle, la mano del portugués impide el paso del danés.

Mogens Frey fue el primer ciclista danés que ganó una etapa del Tour, y su victoria sólo sirvió de gloria momentánea, porque acarreó su despido del ciclismo profesional. Sucedió en 1970, uno de los años del amplio dominio de Eddy Merckx, que sólo permitía a sus rivales recoger las migajas. Para entonces acumulaba más de 200 victorias en siete temporadas.

Ninguna había conseguido Frey todavía. Era su primer año como ciclista de ruta. Había destacado en la pista y consiguió dos medallas olímpicas en la prueba de persecución en México 1968, además de un título mundial ese mismo año. No estaba acostumbrado a correr en el pelotón, ni tenía muchos compatriotas en las carreteras. Estaba Ole Ritter, el más veterano, y Leif Mortensen, que corría en el Bic, pero nadie más.

Quería ser profesional y corrió a prueba en un equipo italiano, hasta que después de una primavera intensa en 1970, con un triunfo de etapa en el Midi Libre y un segundo puesto en el Tour de Picardía, el excéntrico Jean de Gribaldy, ex ciclista y piloto de avión en sus tiempos libres, apodado el Vizconde, le enroló en el equipo Frimatic. Allí tenía que servir a la figura del grupo, el portugués Joaquim Agostinho, el niño mimado de De Gribaldy. Había sido octavo el año anterior y había conseguido dos victorias de etapa. Tenía aspiraciones de estar entre los mejores.

Frey empezó bien el Tour. Fue quinto en el prólogo y se clasificó entre los diez primeros en dos jornadas más, pero la oportunidad le llegó en la novena etapa, entre Sarralouise y Mulhouse, de 269 kilómetros. En el Balón de Alsacia, atacó Agostinho, y el danés, de 28 años, le acompañó en la aventura. Eran compañeros de habitación y ese día, también de fuga. El ritmo del portugués elevó la diferencia con el pelotón a 50 segundos a pocos kilómetros de la llegada. Agostinho había ganado en Mulhouse el año anterior y quería repetir.

De Gribaldy les dio las órdenes oportunas. Debía vencer el portugués, por razones deportivas y publicitarias, pero Frey no hizo caso y amagó con esprintar a pocos metros de la meta. Entonces Agostinho se puso delante y agarró con su mano derecha el manillar de la bicicleta de su compañero, que no pudo adelantarle. La maniobra fue tan evidente, y además se vio por televisión, que los jueces no tuvieron más remedio que descalificar al infractor y dar la victoria a Mogens Frey, el primer triunfo danés en la historia de la carrera. En la meta, ambos dieron versiones encontradas. Uno decía que le habían dicho que debía ganar él, el otro, lo contrario.

El caso es que Frey salió señalado de aquel incidente en el que desobedeció las órdenes de su director y desairó a su jefe de filas. Acabó 59º aquel Tour; Agostinho terminó décimo. Para el danés fue su sentencia. Al año siguiente, despedido del Frimatic, fichó por el Bonanza, un pequeño equipo suizo, donde sólo permaneció un año. Luego tuvo que dejar el ciclismo profesional.

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