Fernando Alonso vuelve a la primera fila 10 años después

Fernando Alonso demostró este sábado en Canadá que sigue teniendo la magia que en 2005 le convirtió en el primer español en proclamarse campeón del mundo de la Fórmula 1. A pesar de disponer de un monoplaza que no está para muchas fiestas, la lluvia y el frío que coincidieron en Montreal le permitieron al asturiano sacar partido de su destreza en condiciones mixtas, esas que camuflan las flaquezas de los bólidos más debiluchos, a la vez que atenúan la pegada de los más rápidos. En un escenario tan especial como el circuito Gilles Villeneuve, Alonso estuvo muy por encima de su Alpine, hasta el extremo de colocarse el segundo en la parrilla de salida con vistas a la carrera de este domingo (20:00, Dazn). El ovetense volverá a arrancar desde la primera línea 10 años después de la última vez. Desde aquel Gran Premio de Alemania de 2012, en el que Alonso abanderaba el proyecto de Ferrari, ha llovido tanto como estos días en Montreal.

La pole position se la llevó Max Verstappen, que se mantuvo en todo momento en un plano inalcanzable, mientras que Carlos Sainz partirá el tercero. Charles Leclerc, por su parte, lo hará el penúltimo, después de que Ferrari decidiera sustituir distintos elementos de la unidad de potencia de su bólido, el mismo que le ha dejado tirado en dos de las últimas tres pruebas.

En un momento en el que su continuidad en Alpine no puede darse por descontada –Luca De Meo, CEO del grupo Renault, tuvo la oportunidad de confirmarle en Montmeló y no lo hizo–, Alonso emergió con toda la fuerza que le empuja en su empeño en prolongar su paso por la F1, y se las apañó para sortear un trazado abrazado por muros y minado con charcos. La pista se fue secando con el rodar de los coches y en esa coyuntura tan delicada salió la mejor versión del miembro más veterano de la parrilla.

“De momento es un fin de semana increíble; hemos sido competitivos desde el primer ensayo libre. El coche fue fantástico y los aficionados me dieron ese extra”, declaró Alonso, que por la mañana, en el tercer entrenamiento libre, ya logró el mejor registro de todos. “En la tercera sesión terminé el primero y pensé que los demás no habían apretado del todo. Sabemos que son condiciones especiales, pero hay que disfrutarlo”, añadió el corredor.

La previsión meteorológica vaticina un cambio de tiempo en Montreal, donde debería lucir el sol para cuando los semáforos se apaguen. Eso no debería dejar demasiado margen para que el de Alpine pueda defender esa segunda posición, habida cuenta de la superioridad de los prototipos que tendrá a su espalda: “Nuestra posición real en carrera es entre el quinto y el séptimo puesto; creo que caeremos allí”.

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