Sergio García, récord y adiós
El Niño se convierte en el español con más grandes disputados, 94, pero no pasa el corte. Adri Arnaus y Phil Mickelson también se quedan fuera
El rebelde Phil Mickelson está fuera. El viejo héroe americano, hoy fugado a la liga saudí, no remontó el vuelo en la segunda jornada del US Open y con 11 sobre el par se despidió del grande que nunca ha ganado, seis veces segundo. No habrá más “¡Phil, te pesan los bolsillos!” el fin de semana después de que el veterano jugador, que el jueves cumplió 52 años, se quedara fuera del corte.
Otro disidente de peso del circuito americano se movía en el alambre, pendiente de los resultados finales. Sergio García firmó el par del campo en la vuelta, que le dejaba con una tarjeta de cuatro arriba, justo la bisagra que decidía quién jugaba al día siguiente y quién debía sacar el billete de vuelta. Al castellonense le bailó la ronda con cuatro bogeys, dos birdies y un eagle. Tan pronto veía la orilla cerca como se alejaba de la meta. La bola cayó al otro lado de la red. Fuera del corte.
“Sinceramente, no sé qué decir. He notado que he pegado a la bola con la calidad de golpe para estar el fin de semana y no sé si voy a pasar. Es complicado. Lo único que puedo hacer es seguir dándole y que en algún momento cambie la suerte”, explicó el castellonense, de 42 años. “He tirado muy buenos putts que no han entrado pero eso es de siempre, no es cosa nueva. Sobre todo golpes buenos que sientes que quedan cerca y no es así. Pelear siempre peleo porque es lo único que me queda. A veces doy un golpe muy bueno y cambia el viento. Si se mira la vuelta y cómo le he pegado a la bola, no hay muchas cosas que cambiar. Si el viento te cambia cada dos por tres... Estos días he pegado 15 golpes que se han quedado a ocho metros en lugar de metro y medio”.
El Niño se convirtió en el español con más grandes disputados, 94, uno más que Olazabal. Una colección en el Grand Slam en la que brilla una victoria, en el Masters de 2017, y 23 clasificaciones entre los 10 mejores. El récord lo ha abrochado en Boston pese a un inicio de semana muy complejo. De regreso de Londres, donde debutó en la Superliga saudí, un problema personal le impidió llegar a Brookline hasta el miércoles por la tarde, únicamente 20 horas antes de su estreno en el grande. Apenas pudo recorrer el campo con un wedge y un putter para echar un vistazo a los hoyos y lanzarse el jueves al ruedo sin rodaje. Pocos kilómetros que no evitaron otro tropezón en los grandes. Desde que ganó el Masters, son 13 cortes fallados en 20 citas del Grand Slam.
Tras el US Open, Sergio García regresará a Europa para participar en el BMW Open de Múnich, perteneciente a un circuito europeo que todavía no ha decidido qué medidas tomar respecto a los golfistas afiliados a la liga saudí, como él. Allí regresará el castellonense a continuación, a la segunda cita de LIV Golf, a finales de junio en Portland.
Quien sí se despidió sin ver el escrutinio fue Adri Arnaus. El catalán, de la misma generación que Rahm (es 24 días mayor que el vasco), cerró el cuarto grande que disputa en su carrera con +7 en el acumulado y una sensación de rabia. Después de remar durante todo el día, con la cumbre de un fabuloso eagle en el hoyo 8, desfalleció en los últimos metros. Un doble bogey en el par tres del 16 mandó al desagüe sus esperanzas y puede que algo de su fe. En el 18 un putt para birdie se convirtió en un bogey desolador. Puede que para entonces le fallara la gasolina después de haber comenzado enfermo y con fiebre la semana. En la mochila se lleva el aprendizaje exprés de lo que es un US Open en medio de un rough salvaje.
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