Haaland, Bosman y el baile de los agentes libres
El nuevo delantero del Manchester City le debe todo al exfutbolista belga, que cambió el fútbol para siempre en 1995
Erling Haaland ha abierto el gran baile de fichajes que vivirá el fútbol europeo de la mano de los llamados “agentes libres”, los jugadores que acaban su contrato y que pueden cambiar de club gratis. Estrictamente hablando, Haaland no es un agente libre y, de hecho, el Manchester City ha pagado al Borussia Dortmund la cláusula de libertad que tenía el noruego, que se estima en 60 millones de euros. Un precio de fábula si se piensa que el Barcelona pagó 55 millones (más 10 posibles en variables) al City por Ferran Torres en enero. Pero es importante subrayar que si Haaland tenía una cláusula de libertad es porque esa era la única forma que tuvo el Dortmund de cerrar su fichaje en enero de 2020. Para el jugador era la garantía de que, si quería, podría marcharse con facilidad a partir del verano de 2022, como así ha sido. Para el club, la seguridad de que, al menos, iba a cobrar ese dinero si el jugador decidía marcharse antes de tiempo. Haaland le debe todo eso a Jean-Marc Bosman, el modesto jugador belga que en septiembre de 1995 cambió el fútbol para siempre. Sin Bosman no existirían las cláusulas de libertad.
Los agentes libres fueron creados por la FIFA en septiembre de 2001 tras las intensas presiones de la Comisión Europea, que quería que la sentencia del caso Bosman, que consagró el derecho de los futbolistas a cambiar de club cuando se acababa su contrato, se extendiera al resto del mundo. Aunque hoy parece increíble, el RFC Liege belga no quería dejar marchar gratis al jugador cuando acabó su contrato y este decidió desafiar al club y a la UEFA, y acudir a los tribunales de Justicia.
Treinta años después de la histórica decisión del Tribunal de Justicia de la UE, aún reverbera en el fútbol la victoria de Bosman, que promovió la libre circulación de jugadores en Europa y facilitó la carta de libertad a los jugadores más modestos, aquellos que más se podían ver afectados por lo que en la práctica era un derecho de retención a la fuerza. Según datos de la FIFA, el 63% de los jugadores que cambiaron de club en 2020 lo hicieron como agentes libres al acabar sus contratos. Es lo habitual también entre los jugadores más veteranos.
Pero ahora también las estrellas del momento se acogen a esa opción porque han descubierto que les sale muy a cuenta no renovar sus contratos actuales para poder así cambiar de camiseta sin que el nuevo club tenga que pagar un fichaje, lo que les permite negociar salarios más elevados y comisiones para ellos y sus agentes. Aunque es una opción no exenta de riesgos porque una caída en desgracia o una lesión importante pueden hacer descarrilar esas ambiciones, cada vez hay más jugadores de renombre que optan por esa vía. Según la consultora KPMG y Football Benchmark, el número de traspasos ha caído un 15% entre 2019 y 2021 en las cinco grandes ligas europeas, en las que suponían el 36% de los fichajes y ahora representan el 30%; el porcentaje de jugadores que cambian de club como agentes libres ha pasado del 19% al 22%, y el de préstamos de un club a otro ha pasado del 45% al 48%.
Esa tendencia puede ser provisional, como consecuencia de las estrecheces económicas creadas por la covid. Pero la crema de la crema de los jugadores están cada vez más por la labor de esperar a ser agentes libres para cambiar de club. Si el año pasado fueron Messi y Donnarumma, este año pueden ser Mbappé, Pogba, Dembelé, Bale, Dybala y muchos más. Hay también una larga lista de veteranos a punto de convertirse en agentes libres y con la oportunidad de prolongar (o no) su carrera, como Cavani, Mata, Fernandinho, Luis Suárez, Modric, Isco, Marcelo, Falcao, Perisic, Ibrahimovic, Arturo Vidal, Ribéry, Di María, Fábregas o Witsel. El tiempo no se para.
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