

El Levante empata contra el Valencia y se asoma al descenso en Mestalla
El derbi se calentó en la grada con los cánticos de “a segunda” dirigidos por la afición valencianista contra la granota

Los guantes de Giorgi Mamardashvili, un violento cabezazo de Hugo Duro que acabó en gol y la resistencia del Valencia, en inferioridad numérica desde el 31 de la primera parte por expulsión de Gayà, acercaron al Levante al borde del descenso en Mestalla. El punto que salvó Duarte, para un equipo que necesita sumar de tres en su aventura desesperada por salvar la categoría, no es suficiente. El Valencia, con el punto, también se aleja de Europa.


El derbi del Turia, sepultado por el mazazo que recibió el Valencia en La Cartuja siete días atrás y por el silencio en el que se escondió el Levante, pasó de puntillas durante la semana y apenas armó ningún titular. Todo se alborotó por un tuit de la Delegación de Peñas del Levante, que relacionó las finales que le quedan a su equipo por disputar en el tramo final del campeonato con la que perdió el Valencia en Sevilla. El club de Orriols, en un movimiento estratégico torpe en puertas de un partido decisivo ante un rival que apenas se jugaba nada, difundió el tuit de los peñistas y caldeó un ambiente muy frío hasta entonces. La hinchada del Valencia giró sus cañones hacia el Levante y el derbi se calentó. “A segunda, a segunda”, atronó Mestalla. Luego, en la pradera saltaron las fricciones entre blanquinegros y azulgranas.
El Levante empezó el partido con un contratiempo. El Deportivo Alavés acababa de superar a un Villarreal despistado por la Copa después de que la noche anterior el Cádiz igualase en el Sánchez Pizjuán. Cuando prende la cola de la clasificación, todos están pendientes de lo que hace el compañero en el pelotón de los condenados. Los técnicos no se guardaron nada. Bordalás exprimió a sus habituales y Alessio, que recuperó a Campaña, a los suyos. Enfrentado a la propiedad del club y meditando si continúa y cumple contrato el curso que viene, el entrenador demandó un último esfuerzo a sus generales Gayà, Gabriel y Guedes, al límite muscularmente.
Hasta que fue expulsado por una falta sobre Miramón, en una acción que precisó de la revisión en el VAR, Gayà, intenso y combativo, ofreció la mejor versión que se recuerda en Mestalla desde que cayó lesionado ante el Athletic en Copa. Su clásico centro combado desde la izquierda, inclinando ligeramente el cuerpo hacia atrás, abrió el camino hacia el primer gol. Hugo Duro, más liviano, pero con hambre y ganas, se coló los centrales granota, Duarte y Vezo, y cabeceó con violencia a la red. El capitán se marchó por soltar el brazo sobre Miramón y sumar la roja directa en el minuto 31.
A raíz de la expulsión de Gayà, el partido se enfangó. Los dos equipos se aceleraron y entraron en un cuerpo a cuerpo que sofocó a la grada, pero que espantó el juego. Mamardashvili, el gigante que encontró el Valencia en Georgia, se hizo tan largo como su apellido y el damnificado fue Dani Gómez, que se estampó hasta tres veces contra ese muro. La segunda parada del georgiano fue un mano a mano con el de Alcorcón en la última jugada del primer tiempo tras un robo del punta sobre Diakhaby, atolondrado todo el partido.
Bordalás corrigió la baja de Gayà con el niño de Paterna Jesús Vázquez y Alessio cambió el sistema retirando a un central, Vezo. El Levante se hizo con el control del partido y el Valencia, en inferioridad, se arrugó delante de Mamardashvili. Los granota, dominadores, circularon muy lentos y los locales solo sufrían cuando Morales cabalgaba con el balón mordiendo el espacio a la espalda de la tripleta de centrales blanquinegros. El Valencia parecía cómodo defendiendo. En esas, Enis Bardhi estrelló con violencia un disparo en el travesaño con Mamardashvili, por primera vez, mirando.
El empate llegó a balón parado. Morales colgó una falta lateral y Duarte ganó el salto, el duelo con sus pares blanquinegros y la pelota para embocar. El partido volvió a agitarse, pero el marcador ya no se movió.
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