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Al Real Madrid le saltan los plomos en Estambul

A tres días del clásico, los de Laso, saturados física y mentalmente, caen derrotados ante el Fenerbahçe con 18 de 62 en el tiro y la segunda peor anotación de su historia en la Euroliga (66-51)

Llull intenta superar la marca de Duverioglu. Euroleague
Llull intenta superar la marca de Duverioglu. Euroleague
Faustino Sáez

“Las semanas se hacen un poco largas”, avisó Laso el domingo tras caer ante el Valencia en la ACB. Y en la tercera de esas semanas largas consecutivas, con partidos cada 48 horas para recuperar los desajustes de un calendario claustrofóbico, su equipo cayó en Estambul víctima de la saturación física y mental. Sin resuello ni puntos, sin frescura ni nervio. Sin ideas ante un Fenerbahçe ardoroso, el Real Madrid padeció un calvario y firmó su cuarta derrota en 24 partidos de la Euroliga (una menos que el Barça, segundo). El cortocircuito del líder de la competición dejó una estadística famélica: 6 de 30 en triples, 12 de 32 en tiros de dos, 11 asistencias, 13 pérdidas y 51 puntos en 40 minutos. La segunda peor anotación madridista en la Euroliga tras los 49 puntos anotados ante el Spirou Charleroi belga en la campaña 2010-2011, 67-49 aquel día con Messina en el banquillo (58 metió este mismo curso en la derrota ante el Unics en octubre). A tres días del clásico y a nueve de la Copa, Henry, Guduric y Dyshawn Pierre frenaron en seco la secuencia de nueve triunfos consecutivos del conjunto de Laso en Europa.

El primer cuarto valió por dos vidas y anunció un duelo extraño sobre la pista y esquelético en el marcador. El Fenerbahçe llegó cuatro minutos tarde al partido, pero el Madrid le encendió la luz con un apagón inusitado. Del 2-8, con una canasta de Tavares y dos triples de un efervescente Llull, al 19-8 con el volantazo de Mahmmutoglu y Henry y el martillo de Guduric. El efecto sorpresa del quinteto madridista, con Poirier y Tavares cerrando la pintura y Alocén a la batuta, duró un santiamén y, acto seguido llegó el descalabro. El conjunto de Djordjevic se abrió paso a golpe de carácter y acierto y al Madrid le saltaron los plomos. Hasta ocho minutos estuvo el líder sin anotar, con una estadística de 3 de 17 en tiros de campo en los primeros 10 minutos. No encontró el cuadro de luces en el Ulker Arena.

Laso comenzó a agitar la rotación para espolear a un Madrid que se había quedado tieso. En la tercera semana consecutiva de tres partidos, el sobreesfuerzo y las bajas (Heurtel, Deck, Taylor y Hanga; además Yabusele jugó con problemas estomacales) causaron estragos ante un rival intenso y crecido. Aún sin De Colo ni Vesely, pero en plena racha (con ocho triunfos en las nueve jornadas precedentes después de un balance inicial de 3-9), el Fenerbahçe embistió al Madrid y agarró la novena. Cargado de energía y optimismo, el cuadro turco sacudió a un rival seco (7 de 30 en tiros de campo al descanso, con 2 de 14 en triples) y dubitativo, con la rémora de las tres derrotas consecutivas en la ACB y la vista puesta de reojo en el clásico del viernes. Un diván en el que los visitantes solo encontraron 17 puntos en 20 minutos, empeorando la marca de 24 puntos en la primera mitad que firmaron hace una semana ante el Olympiacos. La peor primera parte del Madrid en Europa desde los 23 puntos que anotaron en un partido contra Cibona en la temporada 2004-2005.

Los réditos de la defensa zonal madridista impidieron que el descosido fuera mayor, dejando al Fenerbahçe en 27 puntos (8-9 en el segundo cuarto). Laso reclamó en el entreacto “agresividad en ataque”, pero no encontró ni interruptores ni remedio: 18 de 62 en el tiro, en la sexta peor anotación histórica del Madrid en la Copa de Europa. La peor de todas la firmaron los blancos en el partido de vuelta de la eliminatoria de cuartos de final de la primera edición del torneo, en 1958 ante el Royal IV Anderlecht belga (57-43). Pasó el Madrid gracias al 78-59 de la ida, pero después quedó eliminado en semifinales al no obtener el permiso del régimen franquista para viajar a la URSS a medirse con el ASK Riga, tres veces campeón entre aquel 1958 y 1960.

Sesenta y cuatro años después de aquello, los 51 puntos en Estambul, cerrados con un triple a tabla de Juan Núñez, entraron en los borrones de la enciclopedia blanca. En la reanudación, el Fenerbahçe prolongó la inercia y estiró el marcador (34-19, m. 22). Incapaz de cerrar el rebote en su aro y de afinar en el ajeno, el Madrid palideció frente a la adrenalina turca. Del suspiro del 40-30 al 48-30 con el que se llegó a la recta de meta. Tres triples y ocho canastas de dos en el desolador expediente madridista. Laso probó con Alocén, Nuñez, Rudy, Poirier y Tavares para gestionar un endiablado último cuarto. Entre el intento de explorar la épica y la mesura de guardar fuerzas para lo que se viene encima, el Madrid se acercó hasta el 50-39, pero dos triples de Akpinar cortaron cualquier intento de remontada. Llull sustituyó a Poirier y, con cuatro pequeños en torno a Tavares y Rudy ejerciendo de cuatro, los visitantes armaron el último arreón. El propio Rudy falló dos triples que agotaron las reservas de optimismo, las mentales estaban agotadas desde el minuto cuatro. En tres días, el Barça medirá la capacidad de rearme madridista en el duelo por el liderato. Primero contra segundo antes del viaje a la Copa de Granada. “Es verdad que ahora llevamos dos derrotas seguidas, pero veníamos con una gran racha hace apenas una semana. Estamos en un calendario loco”, cerró Laso.

La estadística del partido. Fenerbahçe, 66-Real Madrid, 51.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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