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Quique Sánchez Flores: “Porterías a cero y luego todo lo demás”

Tras 100 días en el banquillo del Getafe, el entrenador madrileño ha sacado al club del pozo con un equipo “recio”, aunque asegura que tiene todavía un poco de vértigo

Getafe Quique Sánchez Flores
El entrenador del Getafe, Quique Sánchez Flores, durante el encuentro ante el Granada de LaLiga Santander.Mariscal (EFE)

No hay dos sin tres debió pensar Quique Sánchez Flores (Madrid, 56 años) cuando el Getafe volvió a llamar a su puerta en una situación más que delicada, un punto de 24 posibles y un último puesto en la clasificación que invitaba a pensarse muy bien el ofrecimiento. Dudó lo justo. Vio la botella medio llena: volver a entrenar en Primera después de dos años y un club familiar y conocido, que le permite vivir en casa. La reacción del equipo ha sido inmediata, hoy con cuatro puntos por encima de las posiciones de descenso. De haberse iniciado la Liga al llegar Quique, el Getafe sería sexto en estos momentos.

Pregunta. ¿Le da la sensación de que tras 100 días en el cargo le han ocurrido más circunstancias de las normales?

Respuesta. Me da la sensación de que vamos a mucha velocidad, de que hay que ponerse al día y de que tenemos un solo objetivo, salvar la categoría. Lo primero que pensé cuando me llamaron fue que tenía que ir, tenía que creer, que había que seducir a un grupo para conseguir un objetivo. Es un club al que quiero, que me ha dado mucho y estaba obligado a ir.

P. ¿Hacerse cargo de un proyecto en esa situación, no tiene también un punto de desesperación por volver a entrenar?

R. No. Acepté porque pensaba que se daban las condiciones necesarias. No por la puntuación, que no era la deseable, pero al equipo le había visto competir bien a principios de temporada. Los resultados no iban a la par de las sensaciones. Pensé que se podía recuperar esa idea de combatientes que había caído en decadencia porque los resultados habían tenido su impacto. Tenía la sensación de que creyendo en lo que hacíamos y transmitiéndoles una idea se iba a acelerar la reacción, que aún no está confirmada. Estamos en el proceso.

P. El hecho de que su antecesor, Míchel, hubiera sido compañero suyo en el Real Madrid, ¿le provocó una situación especial? ¿Le pidió consejo?

R. A Miguel le tengo mucho respeto. Antes de pasarme por el primer entrenamiento hablamos por mensajes y me deseó suerte. Le dije que era una situación incómoda, que lo sentía mucho.

P. Cuando llegó dijo que tenía más trabajo de cabeza que de piernas...

R. Sin la mente cualquier conexión que quieras tener con un grupo no tiene sentido. La mente tiene una fuerza sobre el cuerpo muy grande, es el motor de todo y para reiniciarnos teníamos que creer en algo y limpiar la mente. Ese grupo sabía competir y había que generar una idea que encontrara una respuesta positiva con resultados. Según ganábamos, el equipo se sentía más fuerte. Fueron pasos tortuosos. Era creer ciegamente en algo cuando estaba todo por organizar. Empezamos con dos puntos de nueve. Es difícil llegar y que todo cambie. No creo en ese tipo de reacciones. Cuando se quiere instaurar una idea, tiene que impregnar hasta los huesos, necesita lluvia fina de todos los días.

Para hacer equipo es fundamental la mente y el hambre, obligatorio

P. Dijo que quería un equipo recio. ¿Cómo se traduce en conceptos futbolísticos?

R. Que empezara desde atrás hacia delante. Incluso los equipos que quieren atacar todo el tiempo no pueden hacerlo bien si no defienden bien. Siempre es más fácil desdoblarte hacia delante cuando tienes una buena defensa que cuando no tienes seguridad y los equipos se te hacen largos. Porterías a cero y, a partir de ahí, todo lo demás. Cuando elijo jugadores no me quedo solo con sus condiciones técnico-tácticas, la mente es fundamental y el hambre es obligatorio.

P. Empieza con defensa de cuatro y pasa a defensa de tres.

R. Me adapto a las condiciones de la plantilla. Incluso se decide en medio de un partido en Granada. A partir de ahí lo pensé. No teníamos jugadores veloces porque estaban lesionados. Y me adapté a ese dibujo con el que no había jugado mucho.

P. Entre todo lo que le ha sucedido hay una eliminación en la Copa del Rey en la que perdió 5-0 con el Atlético Baleares. ¿Sintió vergüenza?

R. Sentí que no estuvimos presentes, que cometimos errores de bulto y que debíamos un respeto y una disculpa a la afición. Fue algo inaceptable. No era un torneo para tener la mayor atención, pero tampoco queríamos ese final tan estrambótico.

P. ¿Y la expulsión contra el Athletic? Fuera de sí en la banda, no parecía usted.

R. Como jugador nunca me había pasado. Como entrenador había tenido momentos de falta de experiencia, pero 18 años después no tiene sentido que uno pierda los modales de esa forma. Me sentí expulsado antes de que el árbitro me enseñara la roja. Enfurecí y tuve un ataque de ira, a pesar de que llevo mucho tiempo trabajando en ello. No me sentí cómodo en esa piel. No me reconocía para nada y llamé al día siguiente al árbitro y a Guadalupe, la auxiliar, y me disculpé. Mis gestos no tenían relación con mis palabras. Defraudé a mucha gente que me quiere y me sentí muy mal. No quiero pensar más en ello.

Lo que ya hacemos es jugar cara a cara contra los rivales, antes no podíamos

P. Vayamos a lo positivo. Ganó a un Real Madrid que venía de 15 partidos sin perder.

R. Cuando preparas un partido en el ordenador eres muy valiente, piensas en estrangular al rival un poco por aquí, otro poco por allí, pero para ganar al Madrid no solo te tiene que salir bien todo lo que trabajas, y que tus jugadores lo hagan fabuloso, como lo hicieron. También necesitas que el Madrid no tenga su día y un poco de suerte.

P. ¿Y cómo se estrangula a Modric, Kroos y Casemiro?

R. Precisamente Modric, por su calidad, fue el que más se saltó el guion de lo que le queríamos hacer. La calidad siempre se impone a todo lo que el rival pueda pensar y repensar. Le tuvimos en zonas donde, a pesar de que lo hizo bien, para nosotros era menos decisivo. Ante equipos que son imparables en velocidad de pelota, en precisión, lo más interesante es saber en qué lugar del campo quieres disputar el partido y les tuvimos el tiempo suficiente donde queríamos para ganar.

P. La semana siguiente se enfrentó al Sevilla y perdió por un gol extraño. ¿Ve al equipo de Lopetegui para disputar la Liga?

R. Es una Liga que abre sus posibilidades por todo lo que la covid repercute en la sociedad y en el fútbol. Se abre un espacio que no somos capaces de leer. Si el Sevilla disputa la Liga tendría mucho mérito porque el Real Madrid esta temporada tiene un grandísimo nivel.

P. ¿Dónde coloca al Atlético y al Barcelona?

R. El Barcelona está en total fase de construcción por lo que yo esta temporada no lo veo capaz de luchar por la Liga. Se reconstruye poco a poco, pero el trabajo es tan grande que no creo que le dé para ponerse a competir. La Liga tiene tanto nivel que todo equipo en esa situación queda descartado. Laporta y Xavi tienen mucho trabajo. En cuanto al Atleti, a un campeón no lo elimino de una temporada a otra. Ha concedido ventaja, pero si alguien sabe de rearmarse y volver a ser, ese es el Atlético. Saben cómo comportarse en estas batallas.

P. Mayoral, Gonzalo Villar, Óscar, Okay... Son muy buenos refuerzos invernales.

R. Son buenos jugadores con hambre y dispuestos a sumar.

P. ¿Se ve salvado, ya?

R. Ni muchísimo menos. Haríamos muy mal incluso si simplemente lo pensáramos. Ahora lo que ya hacemos es jugar cara a cara contra nuestros rivales, antes no podíamos. Todavía tenemos un poco de vértigo. Queremos estar en otros lugares. Los dos últimos años aquí se ha sufrido mucho.

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