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“En unos días nadie hablará de nosotras, lo tenemos claro”

Silvia Navarro y Merche Castellanos, la segunda pareja de porteras con mejores cifras del Mundial, analizan la identidad de la selección antes de medirse en semifinales a Noruega (20.30)

Balonmano
Silvia Navarro y Merche Castellanos, este jueves en Granollers.Vicens Giménez
Lorenzo Calonge

En la escalada de España hasta las semifinales del Mundial (contra Noruega, 20.30, Tdp), una de las constantes ha sido el rendimiento de la portería. Silvia Navarro (Valencia, 42 años) y Merche Castellanos (Ciudad Real, 33 años) son la segunda mejor pareja con un acierto del 42% y 40%, respectivamente, por detrás de las danesas Reinhardt (56%) y Toft (47%). La primera, inagotable, suma cuatro medallas y la segunda, a la sombra durante años, vive sus días más felices. Ambas juegan en España (en Remudas Gran Canaria y Málaga Costa del Sol, respectivamente), la 15ª Liga del ranking europeo, y este viernes les espera una de las grandes favoritas, la selección de Oftedal, Nora Mork, Camilla Herrem y Reistad.

Pregunta. ¿Les molesta que se diga que el camino de España ha sido fácil?

Silvia Navarro. Es que no lo ha sido. Para nosotras no, desde luego. Caeríamos en un error si pensamos eso.

Merche Castellanos. En la segunda fase tuvimos a Croacia, bronce europeo. Argentina también ha hecho buen torneo. Austria ha tenido la mala suerte de la covid [seis bajas], pero son un buen equipo. Que la gente diga lo que quiera. Nosotras sabemos qué hemos hecho y algo de culpa tendremos de llegar invictas.

P. ¿Por qué bajaron los resultados tras la plata mundial de 2019?

S. N. Es bastante complicado rascar cada año unas semifinales. Las únicas que lo han conseguido son Noruega, Holanda y Francia.

M. C. También se está produciendo un cambio generacional. Hay mucha gente nueva y eso necesita una adaptación.

S. N. Lo están haciendo bien. No hay más que ver a Paula Arcos. Lo bueno que tiene la selección es que da igual si eres joven o mayor, todas se meten en el jaleo.

P. ¿Les ha sorprendido el arrojo de las jóvenes?

S. N. Pero para bien. Las conocemos de cada fin de semana en la Liga. Juegan con un desparpajo que antes no se daba. Los tiempos han cambiado mucho. Antes era impensable que alguien llegara con 18 años. Lo hicieron Carmen Martín, Marta Mangué y Macarena Aguilar. Fueron las únicas. Es lo que faltaba en el equipo, que la gente tuviera la oportunidad de rodarse.

P. ¿Ha cambiado mucho la selección de la época dorada de las cuatro primeras medallas (entre 2008 y 2014) a ahora?

S. N. La esencia es la misma. Nos caracterizamos por eso que nos apodaron: somos guerreras y luchamos hasta el final. Da igual quién venga o su edad. Aquí todo el mundo se mete en la faena. El legado es súper importante. En su día Cristina Gómez, Marta Mangue, Macarena Aguilar… Eso no se pierde.

P. ¿Se sienten responsables de transmitir ese legado?

M. C. Yo lo veo en Silvia. No es algo que tengas que enseñar, sino que el resto lo vemos. Nos lo muestran a las que venimos por detrás. Sobre todo, ver que llevan tantos años y siempre rinden.

“¿Camino fácil? Alguna culpa tendremos de estar invictas”
Merche Castellanos

P. Pase lo que pase este fin de semana, quizás dentro de unos días ya no se hable de ustedes.

M. C. Por desgracia, lo tenemos muy interiorizado. Si conseguimos el oro, habrá un bum que durará tres días y ya está.

S. N. Estamos acostumbradas a caer en el olvido, no te preocupes. Es una lucha constante. El deporte femenino siempre es el disparo y para abajo. Le queda mucho por escalar. Los tiempos han cambiado, pero bueno…

M. C. Yo de pequeña no veía balonmano femenino en la tele. Ni sabía que existía una selección femenina. Solo estaba el masculino. Es importante que las niñas nos vean para tener referentes. Ahora muchas nos escriben y eso hace ilusión. Incluso niños.

P. ¿Cómo gestionan mentalmente saber que su equipo no llega lejos sin una buena portería?

M. C. Es mucha responsabilidad, pero lo tenemos tan normalizado que tampoco lo pensamos.

S. N. Y también existe el bloque defensivo, que en este Mundial se lo está currando. Está nuestra responsabilidad, pero no solo.

“Antes era impensable ver jugadoras de 18 años en la selección”
Silvia Navarro

P. Siempre se les ve juntas en los tiempos muertos, al margen del equipo, con Jorge Martínez. ¿Qué trabajo hacen con él?

M. C. De todo tipo. Entrenamiento de portería, vídeo y también la parte psicológica.

S. N. Es un puesto muy específico, muy solitario. Que seamos tres en lugar de uno ayuda a tirar del carro. Mentalmente, debemos ser más fuertes que el resto.

M. C. No tiene nada que ver con los demás. Estamos mucho tiempo solas para pensar. Sabes que tienes una responsabilidad. Si lo haces bien, destacas mucho. Pero si no, el equipo lo nota.

P. ¿En qué piensan bajo palos?

M. C. Trato de no pensar. Cuando te meten uno en una acción mala, no paras de darle vueltas en el siguiente ataque. Mentalmente, es duro. Pero bueno, sigues.

S. N. Cuando mi hijo pequeño me dijo que era portero de fútbol, me contaba que solo veía “balón, balón, balón”. Pues esto es así.

P. ¿Dos porteras se tienen que llevar bien?

M. C. Es importante que haya buen rollo. Que la que esté fuera anime porque es un puesto muy solitario. Las jugadoras están a lo suyo y a las porteras nos obvian. Nos tenemos la una a la otra, y a Jorge.

S. N. En este caso, conectamos y es fundamental.

“Es importante animarnos entre porteras, las jugadoras de campo van a lo suyo”
Merche Castellanos

P. ¿Solo se entienden entre ustedes?

M. C. Las jugadoras lo ven muy fácil. Nos dicen: “Es que ese gol es tuyo, es que te está tirando siempre al mismo lado”. Es importante que haya buen rollo entre nosotras para decir: “Qué fácil lo ves y qué difícil es luego ponerse”. Luego yo también pienso de ellas: “¿Pero cómo ha fallado eso?”.

S. N. Nos dicen que somos un mundo aparte, y tienen razón.

P. ¿Por qué se hicieron porteras de balonmano?

S. N. Yo era un paquete de jugadora. Fui a hacer una prueba con ocho años, me pusieron de portera y jugadora, y me sentí muy cómoda entre los tres palitos. Como jugadora no me gustaba nada.

M. C. Mi hermano era portero y le seguí. Luego él lo dejó, pero yo no me cambié. A mí nunca me ha gustado correr, así que a gusto sin moverme. Además, soy de las que seguro que me boto en el pie.

P. ¿Hay un punto de inspiración en una portera, de artista?

M. C. Pero no es un día que te levantas y dices: “Voy a jugar súper bien”. Luego no paras ni una después de una semana entrenando bien. Y también ocurre al contrario. Son más importantes las sensaciones del principio de partido, y tampoco hay que obsesionarse con eso.

“El balonmano ha sido mi refugio personal y hasta mi salvación”
Silvia Navarro

P. Cuando tienen problemas personales, ¿les afecta a su rendimiento o el balonmano les libera?

M. C. Puede ser una vía de escape, pero al final te afecta. Es tu vida. Estás entrenando, jugando, pero lo sigues teniendo metido.

S. N. El balonmano ha sido mi refugio personal. Y, en algunos casos, incluso una salvación. El balonmano ha sido una forma de vida que me ha servido para colocarme en un montón de cosas, para gestionar mi vida de fuera.

P. Silvia, con 42 años, ¿los Juegos de París quedan lejos?

S. N. París ya digo yo que no. Son muchos años, hombre.

P. Merche, ¿este Mundial le está reforzando mucho en lo personal?

M. C. Nunca había tenido tantos minutos y tanta confianza en la absoluta. Es un punto de inflexión. En 2019 fui la tercera, estaba en la grada. Lo estoy disfrutando y me están saliendo las cosas. Es lo que siempre he querido.

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