De Jong: “Nos falta personalidad”
Los azulgrana no se explican su caída después de sumar hasta 11 lesionados
“Nos olvidamos de jugar”, resumió Frenkie de Jong tras el desplome del Barcelona, otro más y cuando nadie lo esperaba, después de tres goles a favor en la primera parte. “Estábamos parados y tenemos que ofrecernos más cuando hay presión en el vestuario”, asumió como jugador experimentado que es del Barça.
“Es difícil de entender y de aceptar”, lamentó Memphis Depay a la salida de la ducha. El interino del banquillo, Sergi Barjuán, intentó buscar explicaciones. “Si miras la plantilla estamos jugando con niños”, excusó. Dos chicos nacidos en 2002, Ansu Fati y Nico González, habían sido los motores de su equipo en una luminosa primera parte. Cuando se marcharon lesionados, el Barça se cayó. Sergi Barjuan también se plantea dudas: “Estaría bien saber los motivos de tantas bajas”.
Ansu Fati, que suma tres goles en poco más de 200 minutos de juego, dejó el partido en el último minuto de la primera parte. El primer balón que tocó cerca del área del Celta lo colocó en la red. Luego no dejó de sembrar el pánico entre la zaga celeste. Su epílogo en el partido fue desdichado. Poco antes de dejarlo habían tenido que atenderle tras sufrir un pisotón en una mano. Luego acudió a buscar un envío al espacio de Jordi Alba y frenó en seco, dañado en la parte posterior del muslo izquierdo. El delantero causará baja en la selección y se suma a la lista de lesionados, la mayoría muscularmente: Dembélé, Sergi Roberto, Dest, Piqué, Agüero, Pedri, Neto, Braithwaite, Eric García y Nico. Ya son 11, un equipo completo, y alguno de los que juegan no acaba de estar en forma, como es el caso de Ter Stegen, operado el pasado verano.
Ansu se fue y el recambio no llegó hasta después del descanso. Sergi ordenó calentar a varios futbolistas y fue entonces cuando se pudo apreciar una cierta displicencia de Coutinho para levantarse del banquillo y ponerse en marcha. El brasileño era uno de los jugadores más apreciados por Koeman y ha perdido relevancia con Sergi.
Tras el receso quien saltó al campo fue Balde, a pesar de que Coutinho al final había comenzado a rodar. Y a la postre, se quedó inédito. “No hablamos”, quiso zanjar Sergi Barjuan. “Yo estaba concentrado en el partido y no estaba para mirar nada más. En estos diez días he intentado tener feeling con todos. Entiendo que es más difícil con los que no juegan”, dijo.
La peor cara
Entre agraviados y lesionados, el Barcelona dejó pasar una ventaja de tres goles para llegar a una victoria a la que su entrenador apuntaba como “importante para estar arriba”. “Nos falta personalidad”, deslizó De Jong antes de concluir: “Ha sido un golpe muy fuerte”. La segunda parte, con Eric García y Ansu Fati en la caseta, mostró la peor cara de un equipo que busca un piloto. “Cambiamos la táctica. No fuimos a la presión y perdimos el control del partido”, diagnosticó Memphis. “No hemos ido bien a esa presión”, corroboró el entrenador azulgrana, después de su último partido en el banquillo del Barcelona: empató con el Alavés en el Camp Nou y el Celta y ganó en Kiev.
Cuando poco antes de la hora de partido Nico González trazó un eslalon sobre el verde de Balaídos y acabó rotando las manos en señal de cambio, el Barcelona acabó de mudar. Sergi Barjuan tiró con bala al final: “Quizá los jugadores que salieron no sabían muy bien cómo posicionarse para hacer la presión”. También se estaba dando un tiro en el pie. Al final las miradas convergen en la misma persona. “Tenemos que hablar muchas cosas con Xavi”, recomendó Memphis.
Xavi, que llegó ayer a Barcelona, será presentado mañana en un acto previsto en el Camp Nou. El nuevo entrenador tendrá dos semanas por delante hasta la vuelta de la competición debido al parón de selecciones. Al Barcelona le aguarda el día 20 el derbi en el Camp Nou con el Espanyol, que suma los mimos puntos después de ganar al Granada.
“Podemos competir por la Liga porque hay mucha calidad en la plantilla”, insistió De Jong en un intento de motivar al grupo; “pero ahora estamos mal”.
“Nos hubiese gustado que el partido durase cinco minutos más”, lamentó Chacho Coudet, el entrenador del Celta, que media hora después del partido estaba entre emocionado y excitado. También habló de personalidad, de la que tuvo su equipo. Y añadió. “También tuvo huevos”.
El técnico expresó también su satisfacción por la recuperación de Iago Aspas después de recibir el cariño de la hinchada del Celta: “El segundo tiempo que ha hecho ha sido espectacular más allá de los goles que ha marcado. Le va a venir bien. La gente nunca ha dejado de creer en él”. Al elogio de Coudet, respondió Aspas: “Este equipo nunca se rinde. En la primera parte fuimos nosotros los que llegábamos tarde a la presión y después fueron ellos. Nos llegaron cuatro veces y metieron tres goles; en la segunda supimos corregirnos. Pero la verdad es que no esperaba el bajón azulgrana”. El Barça es incapaz de ganar un partido fuera de casa en La Liga.
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