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Israel González, el metódico relevo de Aíto en el Alba Berlín

El entrenador cántabro toma el testigo de su mentor en el club alemán con la idea marcada de priorizar la formación de talento joven

Israel González se dirige a sus jugadores durante un tiempo muerto en la Euroliga. Getty
Israel González se dirige a sus jugadores durante un tiempo muerto en la Euroliga. Getty
Faustino Sáez

El pasado 17 agosto, Aíto García Reneses anunció que se tomaba un año sabático después de cuatro temporadas al frente del Alba Berlín. “Ha llegado el momento de cogerme un descanso como entrenador y de recargar las pilas”, explicó el técnico madrileño, de 74 años, sin dejar todavía resquicio a la retirada tras medio siglo en los banquillos. Su decisión activó el plan sucesorio diseñado meticulosamente por el club alemán desde la llegada del canario Himar Ojeda a la dirección deportiva en 2017. “No hubo que reaccionar con urgencia, solo seguir la hoja de ruta marcada. El sucesor estaba en casa. Israel González ha desarrollado la filosofía de Aíto y estaba preparado”, cuenta Ojeda a EL PAÍS antes de explicar el relevo entre el maestro y su hasta ahora ayudante.

“Con el buen hacer del club, convencimos a Aíto para estar cuatro años en lugar de dos, que era su idea inicial cuando firmó”, detalla Ojeda. “La idea era liberarle progresivamente de la carga de entrenamientos e incluso de algunos viajes y partidos. Pero Aíto tiene tanta energía y tanta fuerza que no lo hizo nunca. Apenas en pretemporada dejaba algo de margen, pero después cargaba con todo el peso y así ha sido hasta el último día”, prosigue el director deportivo. Tras la conquista de dos Bundesligas y una Copa de Alemania y la promoción de un buen puñado de jóvenes promesas, Aíto sí decidió parar. Pero la transición en el banquillo del Alba comenzó a gestarse el mismo día de su llegada, sin sobresaltos.

“Cuando propuse contratar a Aíto también planteé al club fichar a un ayudante para que hiciera más fácil todo el proceso de transición”, desarrolla Ojeda. “Alguien que entendiera muy bien cómo entrena Aíto y cómo eran sus métodos y su filosofía, porque era algo muy novedoso fuera de España”, sigue. Ojeda y Aíto coincidieron desde el primer momento en el candidato al puesto: Israel González, entrenador cántabro, de 46 años, con experiencia junto a ilustres de los banquillos como Pablo Laso, Pedro Martínez, Luis Casimiro y el propio Aíto, su mentor en Alemania.

“Primero me tuteló y luego me dijo que estaría siempre para ayudarme. Se trata de seguir la línea marcada estos años. La idea es seguir desarrollando a los jugadores y, a través de ellos, al equipo”, se presenta González en conversación telefónica desde Berlín. A la capital alemana llegó hace cuatro años para marcar otro hito en una carrera que comenzó tras licenciarse en Ciencias del Deporte por la Universidad de Gran Canaria, donde conoció a Ojeda. “La primera propuesta que le hice fue entrenar a los equipos de minibasket del Salesianos de Las Palmas”, recuerda el propio Ojeda.

Tras aquella primera incursión en la profesión, González regresó a su tierra y comenzó a trabajar como preparador físico en la etapa de Manolo Hussein en el Lobos Cantabria. Pero no tardó en llegar su salto al banquillo. En la temporada 2006-2007, Pablo Laso firmó por el equipo cántabro en la Liga LEB, y González pasó de ocuparse de la parcela física a convertirse en su ayudante. “Pablo me hizo profesional. Me pidió que diera un paso más para dedicarme a esto a tiempo completo”, repasa González. “Con él aprendí cómo disfrutar del baloncesto y al mismo tiempo ser muy serio trabajando. El instinto que tiene con los jugadores y en los partidos, para prever qué puede ocurrir, es increíble”, explica el técnico del Alba.

Aíto García Reneses e Israel González en un partido del Alba la temporada pasada. AFP
Aíto García Reneses e Israel González en un partido del Alba la temporada pasada. AFP

Aquel Lobos Cantabria desapareció pero, para entonces, Himar Ojeda ya era director deportivo del Gran Canaria y ofreció a Israel el puesto de responsable del trabajo de tecnificación con los jugadores becados de la cantera. Puesto en el que permaneció una temporada hasta que volvió a asumir el puesto de entrenador ayudante. Primero de Pedro Martínez (2009-2014), después de Aíto García Reneses (2014-2016) y, más tarde, de Luis Casimiro (2016-2017). “He tenido mucha suerte por tener a estos maestros”, recalca González, que ha heredado la filosofía de la formación de talento joven como piedra angular de su tarea. “De Pedro, me quedo con su método de trabajo. Su fuerte creencia de que lo que no se entrena no sale. Con Luis solo estuve un año, pero es un avanzado en las ideas tácticas. Y, después, Aíto es el que ha enseñado a todos los entrenadores de España. Todos hemos aprendido algo de él y ha marcado muy bien las cosas verdaderamente importantes de un equipo. El principal aprendizaje en estos años ha sido la idea de desarrollar a los jugadores. Si no eres capaz de hacerles crecer no serás capaz de mejorar como equipo”, analiza el técnico.

Un libro de estilo que refrenda Himar Ojeda. “Solo gana uno. Lo importante es marcar una identidad y proyectar jugadores. Aquí tenemos un lema para denominar lo vivido estos cuatro años: la burbuja de la felicidad. Hemos competido con éxito y hemos sacado jugadores y la clave ha sido ser una organización sólida, sin depender de la inmediatez del resultado. Con un entorno de trabajo profesional y exigente, pero muy respetuoso. No entramos en dinámicas de pulsaciones altas, nervios y tono elevado, aceptada en el deporte. Sin alzar la voz y con un trato equilibrado entre jugadores jóvenes y veteranos”, subraya el director deportivo del Alba. “En este tiempo se ha dado el caso de ganar una prórroga al Panathinaikos en Atenas con cinco canteranos en la pista, que es algo que no se veía en la Euroliga desde los tiempos de la Jugoplastika de Split”, valora Ojeda, antes de enumerar la lista de jugadores que han promocionado en estos años en Berlín con el método liderado por Aíto. “Marius Grigionis, Martin Hermannsson, Rokas Giedraitis, Simone Fontecchio, Makai Mason, Landry Nnoko… Franz Wagner, elegido en la octava posición del draft de 2021 por Orlando Magic… y esta temporada Tim Schneider, Jonas Mattisseck y Malte Delow”, repasa Ojeda.

“Hay dos grandes tendencias en el baloncesto moderno: los que basan su filosofía y su scouting en analizar, entender y desmontar al rival, destruyendo su planteamiento. Y la escuela de la que Aíto es precursor, que es aquella en la que la mejora de tu equipo es lo más importante”, retoma González. “Yo creo en ese segundo estilo. Me siento muy identificado con la idea de trabajar para formar talento para el futuro”, cierra el técnico del Alba Berlín.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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