El Atlético se desploma
El equipo rojiblanco firma un mal partido y desperdicia dos ventajas en el marcador ante un Levante al que el VAR alivia con un polémico penalti
Espeso y acomodado tras ponerse en ventaja con un gol madrugador, el Atlético cedió un empate ante el Levante en una jornada en la que antes había pinchado el Real Madrid, y el Sevilla y la Real consolidaron su intención de seguir encaramados en las posiciones altas de la tabla. Un traspié merecido, por más que el VAR fuera decisivo por llamar al árbitro para que revisara unas manos de Lodi. El Atlético fue víctima de la normativa del nuevo fútbol que atenta contra el espíritu de la norma de toda la vida, pero también lo fue de su suficiencia y de ese viejo vicio de dar un paso atrás cuando se pone por delante.
Vestido de bonito, con su imponente tridente de inicio por segunda vez consecutiva, con Herrera como acompañante de Koke, el Atlético se desplegó intenso y dominador en un campo en el que se ha llevado unos cuantos revolcones. No le esperaba el Levante rocoso y afilado de otros cursos, sino un equipo en plena reconstrucción, con dos partidos bajo la dirección de Javi Pereira y ocho bajas de notables como Roger Martí. Un rival apropiado para que los rojiblancos marcaran la superioridad manifiesta de su once. Fue João Félix el que se arrancó como cabeza y piernas del ataque. Hay ya una conciencia generalizada entre sus compañeros de que debe ser el atacante por el que más balones pasen por sus botas. Buscando agujeros a la espalda de los centrocampistas, comenzó a hilvanar el juego del Atlético. Y hurgando al cogote de los centrales controló una pelota en la frontal del área y cosió un derechazo al que respondió bien Asier. Del primer aviso se pasó en breve al gol. Un córner que destapó todos los males que pueden afectan a un equipo tocado. A Griezmann le dio tiempo a sacar un córner, recoger un despeje atrás tras el disparo libre de marca de Herrera, picar un centro con suavidad al segundo palo y remachar con la testa la devolución de cabeza que le hizo Felipe.
Se ponía por delante el Atlético como demandaba su entrenador tras el racimo de partidos que acumulaba empezando por debajo en el marcador. Y logrado ese objetivo, el equipo de Simeone sufrió un desplome paulatino. Le desapareció la agresividad con la que ejerció la presión y buscó adelantarse. Después dejó que el Levante creciera con unas cuantas carreras de Morales, que aún eran la única señal de vida su equipo. Se volvieron un conjunto ramplón y de ritmo pesado los rojiblancos. Con Herrera empalagoso y Koke perdiendo balones a destajo. Mientras su rival trataba de levantarse con las jugadas de estrategia que enguantaba Bardhi. En un saque de esquina, Róber Pier remató de tacón en el primer palo y Koke evitó el empate. No está muy fino el Atlético en la defensa de su área. Lo confirmó un mal despeje de Herrera y el infantil penalti de Luis Suárez, que arrolló a Vezo. Bardhi engañó a Oblak.
De repente, el Atlético que creía tener un partido cómodo en la mano, revivió el dolor de muelas que suele suponerle su paso por el Ciutat de València. Ya no encontraba a João Félix, Griezmann y Suárez seguían diluidos y ni Trippier ni Carrasco rompían por sus costados.
Con esa planicie de juego se fue el Atlético al descanso y siguió en la continuación. Así que Simeone se vio obligado a una purga en la que no midió jerarquías. En su primera tacada de cambios quitó a Luis Suárez y a Herrera para meter a De Paul y Correa. Luego sentó a Hermoso por Lodi y remató con la entrada de Cunha por Griezmann porque la victoria se le escapaba.
No encontraba fluidez el Atlético ante un Levante que no se descomponía y seguía entregado a la eterna zancada de Morales. Fue cuando De Paul rompió con una arrancada y filtró un pase a Cunha cuando por fin hubo un rastro de algo potable por parte de los rojiblancos. El brasileño se estrenó como goleador resolviendo ante Asier con un disparo raso y cruzado. Con algo más de un cuarto de hora por delante, el tanto revelaba que los rojiblancos se pusieron por delante en cuanto subieron el ritmo y el nivel. Hasta que el VAR llamó al colegiado para revisar unas manos de Lodi tras un fuerte centro lateral que ya había rebasado a su destinatario. El brasileño acudió a cortar el pase y la pelota impactó en su brazo derecho. Bardhi ejecutó esta vez a Oblak con un disparo seco y ajustado al palo para empatar un partido que el Atlético se complicó solo.
Simeone, expulsado: “A Jõao le han dado 200 patadas”
Al tanto de Griezmann le siguió una caída en el juego y en la intensidad que fueron minando a Simeone tanto como las decisiones del colegiado, al que protestaba que no castigara con tarjeta algunas entradas del Levante. Su desquicie terminó con su expulsión en el tramo final del encuentro al ver la segunda amarilla. La multitud de tarjetas que veían sus jugadores descompuso al técnico rojiblanco durante todo el partido. “Tenemos que mejorar y no excusarnos por el árbitro ni por su gol de penalti, ni por el otro penalti, por 200 patadas a João Félix que ninguna tuvo consecuencia… Hay que trabajar, mejorar e intentar salir de este momento”, advirtió Simeone. “El equipo tiene que crecer y no nos podemos excusar ni por el penalti, ni por los golpes a João ni por las 70 amarillas que recibimos”, abundó el técnico rojiblanco.
Serio, cortante y con pocas ganas de hablar, Simeone explicó con parquedad su expulsión. “Hice algo que el árbitro creyó que no estaba bien en consecuencia del juego”, se limitó a decir. “Si el árbitro cobró penal, es que fue penal”, zanjó sobre las manos de Lodi que propiciaron el segundo penalti. “Empezamos muy bien, con 25 minutos buenos, después apareció el primer penalti en una jugada aislada”, explicó el Cholo, al que se le apreciaba su malestar. “En el segundo tiempo mejoramos, el Levante intentaba contras pero sin consecuencia. Buscábamos jugar con tranquilidad, para encontrar situaciones y llegar al gol de Cunha”.
El mexicano Herrera, que fue titular, coincidió con Simeone en parte de su análisis: “Empezamos muy bien, atacando rápido y teniendo el control. Después del gol hemos dejado de ir hacia delante, a atacar de otra manera y eso ha sido un error”. El mexicano sí fue crítico con la actuación arbitral. “Los penaltis han sido dudosos, pero pudimos hacer un poco más. Tenemos ocho o nueve tarjetas y ellos una con todas las patadas que nos dieron. No es una excusa, pero le dan otro ritmo al partido”, se lamentó el volante mexicano.
“Nos hemos relajado tras el primer gol, nos está costando ganar y eso que entramos bien al partido”, dijo Griezmann.
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