Ancelotti: “El problema de Hazard es que prefiero a otro”
El entrenador del Madrid asegura que el belga, que estuvo en su primer clásico aunque no jugó, alcanzará su mejor versión este curso
Más de dos años después de fichar por el Real Madrid, Eden Hazard vio el domingo por primera vez de cerca al Barcelona vestido de blanco. En realidad, lo hizo desde la banda con la ropa de calentamiento. Fue su primer clásico en una convocatoria tras perderse los cuatro anteriores por lesión, pero se marchó del Camp Nou sin minutos. La estrechez del marcador hasta la sentencia de Lucas Vázquez en el 94 no animó a Carlo Ancelotti a darle carrete. Una invisibilidad sobre el césped todavía en el gran duelo que abunda en la desgracia sin fin del belga.
“El problema que tiene Hazard es que el entrenador prefiere a otro jugador”, comentó este martes Carlo Ancelotti en la previa del duelo contra Osasuna (21.30, Movistar LaLiga). “Estoy convencido de que esta temporada tendrá su mejor versión. Él tiene que aguantar. Cuenta con todas las características de un jugador del Real Madrid”, despejó el técnico italiano en una respuesta casi clónica a las que emitía su antecesor, Zinedine Zidane, y el seleccionador de Bélgica, Roberto Martínez. Un vaticinio común que no termina de producirse con la adquisición más cara de la historia del club (115 millones). Las razones de fondo siempre terminan remitiendo a la larga lista de partes médicos del atacante. Su lesión en las semifinales de la Liga de las Naciones hace tres semanas le dejó fuera del duelo de Champions contra el Shakhtar y a última hora entró en la expedición de Barcelona. Un círculo nada virtuoso que lo va orillando cada vez más.
Y más esta temporada después de la entrada de erupción de uno de los fenómenos del curso, el efervescente Vinicius, protagonista también en el Camp Nou. “Lo que más me gusta de él es que lo intenta siempre que puede. Hace muchas aceleraciones y es intenso con el balón”, valoró el entrenador blanco. ¿Y lo peor?, le preguntaron. “Debe mejorar sin balón. Lo puede hacer sin problema porque es humilde y le gusta trabajar”, añadió. En el capítulo del debe también incluyó su déficit de experiencia para aislarse de las gradas, como le ocurrió en el feudo culé, donde Ancelotti le pidió que no atendiera al respetable. “Se despista con el público”, apuntó ayer.
Cuestiones menores, en todo caso, ante su sorpassso en el área rival (siete goles y cinco asistencias). La primera apuesta del preparador italiano fue Hazard (titular en los dos primeros duelos en Vitoria y el Ciutat de València); sin embargo, la irrupción del brasileño relegó al belga al banquillo a las primeras de cambio (en la tercera jornada), de donde ha salido ya de forma esporádica y con resultados muy pobres. De momento, su posición natural en el extremo izquierdo tiene en Vinicius un dueño fijo y, si Ancelotti sigue dando continuidad al sistema del 4-3-3 —el más natural para esta plantilla, según el técnico italiano—, el campo de acción del belga se restringe de forma sensible.
Para la zona de ataque, el Madrid también está cerca de recuperar a Gareth Bale. “Ayer [por el lunes] recibió el alta médica. Está bien, trabajando individualmente y en una semana lo hará con el equipo. La única posibilidad de que pueda jugar antes del siguiente parón de selecciones [dos semanas a partir del 8 de noviembre] es el partido contra el Rayo [sábado 6]”. El galés había sido titular en los tres primeros compromisos.
El choque contra Osasuna, la jornada después a la convulsión de un clásico, lo verá desde la televisión. “Hay que ser cuidadoso con este partido”, advirtió Ancelotti. “Es un equipo con buena dinámica, intenso, defiende bien y con peligro en el área. La clasificación habla muy clara”, concluyó el preparador merengue. Tal vez suponga una nueva ventana de oportunidad para Hazard.
”Koeman sufrió la mala educación”
El Ancelotti más contundente apareció cuando habló sobre el incidente de Koeman a la salida del Camp Nou tras el clásico. “No se puede tolerar la mala educación. Es un problema social, no solo del fútbol. Se le faltó el respeto a la persona, no al entrenador. Koeman no es un entrenador, sino una persona que trabaja como entrenador”, subrayó el técnico italiano. Unas horas antes, en Barcelona, el afectado contó cómo lo vivió: “No pasé miedo. En un momento pensé en salir, pero al final decidí que no”, comentó entre risas. En todo caso, sí denunció, como su homólogo blanco, que se trata de “un problema social”.
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