Mercado de fichajes: más difícil vender que comprar
La crisis por la pandemia ha convertido en casi imposible las salidas de algunos futbolistas de sus clubes
Solo la Premier League, con una inversión en fichajes de 1.351 millones de euros, parece mantenerse en pie ante la crisis económica provocada por la pandemia y de la que el negocio del fútbol, por supuesto, tampoco ha podido evadirse —los 20 clubes españoles de Primera han invertido 293 millones en fichajes—. Un primer estudio realizado nada más terminar el mercado de verano, finalizado este 31 de agosto, apunta a una tendencia generalizada a la baja y a que el volumen de traspasos ha descendido aproximadamente un 10%, después de la bajada del 40% de la temporada pasada respecto a la anterior.
Los expertos en la materia, directores deportivos, representantes de jugadores, agentes de mediación, conocedores de cuál era la situación económica y de la falta generalizada de liquidez después de los balances negativos de todos los clubes en los dos últimos años, estaban preparados para combatir la crisis desde la prudencia y la contención en la inversión, pero se han visto sorprendidos desagradablemente por una situación no tan común en las transacciones: ha sido mucho más complicado vender que comprar. El resultado de este cambio de escenario ha derivado en el frenesí de cesiones y cambio de cromos de las últimas 72 horas de mercado y que muchos clubes se hayan tenido que quedar en sus plantillas con futbolistas de los que se querían desprender, tanto por cuestiones económicas como puramente futbolísticas. En total, los clubes españoles de Primera han vendido por 230 millones, menos de los 293 destinados a inversiones.
Julio Senn, ex director general del Real Madrid y socio director del despacho de asesoramiento jurídico Senn-Ferrero, con varias décadas de experiencia en los mercados futbolísticos y conocedor de las dos orillas, la de los clubes y la de los futbolistas, tiene su explicación a lo sucedido. “Los efectos económicos de la pandemia han provocado que los clubes europeos hayan estado efectivamente más pendientes de vender jugadores que de fichar. La gran mayoría necesitaba dar salida a jugadores para equilibrar las pérdidas de los dos últimos años. Centrándonos en el fútbol español, la carencia de ingresos, sobre todo de los clubes más poderosos económicamente, que no solo viven de los derechos de televisión, sino también de otros ingresos, los ha llevado a esta situación”.
El caso del City
La comparación con la Premier es inevitable, argumenta Senn. “Allí, sus clubes se han visto menos influenciados por la crisis económica derivada por la pandemia gracias a la presencia en sus capitales de grandes inversores norteamericanos o rusos, como es el caso del Chelsea. O incluso como es el caso del Manchester City, con un Estado detrás suyo. España es el país más infracapitalizado de Europa y sus clubes se han visto más afectados que otros. El Real Madrid y el Barcelona, por ejemplo, tenían dimensionadas sus plantillas en función de sus ingresos y uno ha dejado de ingresar 500 y el otro 600 en los últimos dos años. ¿Qué han intentado hacer? Reducir sus plantillas. O intentarlo al menos. No tienen un gran accionista que ponga dinero como ocurre en los otros casos”, argumenta Senn.
Para el mejor entendimiento de estas situaciones complejas de mercado con sus condicionamientos económicos, los ejemplos con nombres y apellidos suelen ser casi siempre los más recomendados para intentar entender la realidad de cada caso. El Barcelona es el paradigma más fehaciente del club que afrontaba el mercado más pendiente de vender para reducir deuda y masa salarial, que de incorporar jugadores a pesar de haber perdido a su gran estrella, Messi.
Mientras por un lado negociaba con sus capitanes la reducción de salarios (primero Piqué, luego Busquets y Alba), por otro intentaba colocar en el mercado a sus futbolistas con fichas más altas. Al final no pudo dar salida ni a Pjanic ni a Umtiti, que no contaban para el entrenador y a ultimísima hora tuvo que fabricarse una operación de cesión de Griezmann, un titular indiscutible, para continuar aligerando notablemente su masa salarial.
El Real Madrid, cuya buena gestión económica durante el periodo pandémico nada ha tenido que ver con la del Barcelona, también se vio obligado a enfocar el mercado con el cartelito de “dejen salir antes que entrar”, independientemente del gran objetivo de fichar a Mbappé. Después de pasar en los dos últimos años por la política de la cesión de jugadores, en este curso apuntaba más a las ventas.
Al final, ha ingresado por valor de 78 millones, pero no han salido precisamente los jugadores que el club pretendía: Marcelo, Isco, Mariano, Ceballos, Jovic… Discretamente, todos tenían el cartel de transferibles, pero continúan en el club por su escasa voluntad de moverse y porque la alta cuantía de sus fichas complica que otros clubes puedan hacerse cargo de ellas. Para hacer caja el club ha tenido que traspasar a Varane y Odegaard, que, en un principio, no eran prioridades en el capítulo de salidas.
En el caso del Atlético, un jugador, Saúl, estuvo desde el principio en el mercado. Así lo pidió el futbolista y el club también vio con buenos ojos una operación de venta. Lo máximo que ambos han conseguido es una cesión al Chelsea a cambio de cinco millones de euros sin obligación de compra.
Senn reconoce que la experiencia vivida en los dos últimos meses ha sido muy atípica. “Ha sido un mercado en el que, a diferencia de otros años, el 90% de las transacciones se han centrado en los últimos 15 días. Y ha sido así por el acuerdo que la Liga firmó con el fondo CVC, que dio liquidez a los clubes a última hora. Lo que es una evidencia, aunque nos duela decirlo, es que el futbol español está perdiendo capacidad económica en Europa. Estamos perdiendo color, bien porque el sistema fiscal español es muy progresivo, bien porque hemos perdido jugadores importantes como pueden ser Messi, Sergio Ramos, Varane, Saúl… El control económico de nuestra Liga hace que nuestros clubes sean más austeros para garantizar su viabilidad y la Liga seguro que está más igualada que nunca, pero ha perdido atractivo por la falta temporal de ingresos del Real Madrid y el Barcelona”, concluye el ex director general blanco.
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