Mercedes se encomienda a Hamilton

Toda la liturgia que rodea a Lewis Hamilton le confiere al británico ese aire de superestrella que tanto gusta a las marcas, completamente obsesionadas por encontrar un gancho que conecte con el público. En este sentido, en el Mundial de Fórmula 1 no hay un elemento más particular que el chico de Stevenage, que, en 2007, el año de su debut, se convirtió en el primer corredor negro de la historia del certamen, y que 14 años después acumula casi todos los récords habidos y por haber, entre ellos el de número de títulos (siete), una plusmarca que de momento comparte con Michael Schumacher. Entre los flashes que acapara y su descomunal talento con un volante entre las manos, se hacía difícil de encontrar un motivo por el que Mercedes no quisiera prolongar su vínculo. Especialmente por lo segundo, ahora que, tras una etapa de dominio absoluto por parte del constructor alemán (siete dobletes consecutivos desde 2014), esa superioridad técnica de las Flechas de Plata sobre el resto de competidores se ha esfumado en el caso de Red Bull, líder de la tabla general de puntos con Max Verstappen y de la de equipos.

Mercedes anunció este sábado, antes de que los bólidos salieran a la pista en el Red Bull Ring, la prolongación por otras dos temporadas del contrato de Hamilton, quien, a sus 36 años, seguirá corriendo como mínimo hasta los 38, cuando cumplirá su undécimo curso enfundado en el mono de la compañía de la estrella. La noticia es trascendente porque, de forma implícita, confirma el compromiso con el campeonato del actual campeón, un enamorado de jugar al despiste y crear incertidumbre acerca de qué va hacer cuando decida colgar el mono. El nuevo acuerdo llega en el momento en el que más apurado va Mercedes, que va por detrás en número de victorias (tres) respecto de la estructura del búfalo rojo (cuatro), y que no entiende cómo el Red Bull ha pasado de estar medio segundo por detrás a ir medio segundo por delante. La prolongación del contrato, además, se concreta a las puertas del cambio en la reglamentación más importante de los últimos tiempos, previsto para 2022 e implementado para tratar de remezclar un poco el pelotón. Un reto para quienes, como Mercedes y Hamilton, han pasado el rodillo desde la introducción de la tecnología híbrida (2014). Con su principal apuesta en la pelea por la corona atada, ahora está por ver quién será su vecino de taller, sobre todo si tenemos en cuenta las dudas que genera Valtteri Bottas, cuyo papel como escudero ya hace tiempo que está en entredicho.

“Es difícil creer que hayan pasado casi nueve años [desde que llegué a Mercedes. Estoy entusiasmado de seguir trabajando con este equipo durante otros dos años”, conviene el piloto. “Juntos hemos logrado muchos objetivos, pero todavía tenemos muchos por conseguir, tanto dentro como fuera de los circuitos”, añade el multicampeón, en referencia a la lucha por la inclusión y la diversidad, en un entorno que, poco a poco, está dando pasos hacia la destrucción de barreras. “Estoy muy orgulloso y agradecido por cómo Mercedes me ha apoyado en mi lucha para mejorar la diversidad y la igualdad en nuestro deporte. [La marca] se ha hecho responsable y ha logrado avances importantes en la creación de un equipo más diverso y un entorno inclusivo”, remacha Hamilton.

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