“Ha sido una liberación”
Zidane reconoce la frustración de sus jugadores por la falta de acierto ante la portería rival en un partido con 22 remates y que dejó a Varane tocado
Del cero al infinito. La vida de Éder Militão en el Real Madrid se multiplica esta primavera cada vez que se viste de corto. A su descubrimiento como pilar defensivo sumó este sábado la de estilete en ataque. Fulminó con un cabezazo a Osasuna cuando el agobio empezaba a masticarse en Valdebebas, y el voceo de Sergio Ramos y Carvajal desde la grada subía de volumen. Su tanto no fue ninguna casualidad. Ya en la primera parte había obligado a Sergio Herrera, un martirio hasta entonces para los locales, a sacar dos manos de mérito. Hace un mes, nadie sabía su nombre. Ahora, tras nueve titularidades seguidas, es el jugador revelación.
“Lo mío es trabajo y apoyo de mis compañeros para hacerlo bien cuando llegan las oportunidades”, comentó el central en un castellano ortopédico tras casi dos años en España. “Tuve dos ocasiones en la primera parte. Estábamos haciendo las cosas bien, pero nos faltaba el gol. Ahora hay que ir partido a partido y ver lo que ocurre. Paso a paso”, añadió el brasileño, que se apuntó hasta cuatro remates frente a los navarros. Fue su segundo tanto como blanco, este con final feliz. El anterior se produjo en la negra noche copera de Alcoy.
Su diana dejó un brinco de Zinedine Zidane en la banda, que ya veía cómo otra jornada ante un rival que no es de su Liga se encaminaba hacia otro desenlace frustrante. Al Madrid le esperó su plan más odiado: un bloque bien abrigado atrás y con un portero en modo pulpo. Un menú nocturno que ya se le había indigestado varias veces, también contra Osasuna en la primera vuelta en aquel fin de semana de nieves y Filomena. En primavera, sin el tiempo como escudo, los blancos acabaron sonriendo, pero les costó otro sofocón.
No fue por falta de intentos. Hasta el descanso, los blancos batieron su récord de remates esta temporada (13) y el de un equipo local sin marcar en esta Liga, junto al Barcelona contra el Levante. Al cabo de los 90 minutos, se marcharon con 22 intentos por tres de los navarros.
“Cuando un equipo juega como en la primera mitad, con tres, cuatro y cinco ocasiones, es un poco frustrante para los jugadores. Por eso, me alegro por ellos. Al descanso les dije que iba a llegar. Había que tener paciencia. El 1-0 fue una liberación. Estoy contento porque sabía que mis jugadores estaban sufriendo”, admitió el técnico francés, que no quiso saber nada más allá del encuentro ante Osasuna y se removió en el asiento cada vez que se le preguntaron por el Chelsea. “No es fácil lo que estamos haciendo. Otra vez portería a cero y metimos dos goles. Nos han pasado muchas cosas y ahí estamos. Con dificultades, pero seguimos en la pelea a falta de cuatro jornadas. No digo que vamos a ganar, pero sí que haremos lo imposible para intentarlo. Se puede”, proclamó como una llamada a la esperanza tras recibir otra noticia médica inquietante. En el intermedio, Varane se quedó en la ducha por unas molestias en la pierna derecha. “Me dijo que era poca cosa. Ojalá que sea así”, señaló ZZ.
La doble obligación del Madrid en Liga y Champions dejó otra alineación con un toque experimental. Con los músculos agarrotados y la fatiga exprimiendo los cuerpos, el torneo casero es el territorio donde Zidane se permite las pocas licencias que le deja la enfermería. Pese a su declarada devoción por el campeonato del día a día, la orejona continúa siendo una llamada demasiado poderosa y para la cita del próximo miércoles en Londres se guardó a Kroos y Modric, que ni siquiera calentaron. En la defensa, tiró de Odriozola y Marcelo como laterales en una defensa de cuatro, decisión de la que había huido de forma indisimulada en los últimos meses. En el centro volvió a tirar del canterano Blanco y arriba se volcó con cuatro hombres, incluido Hazard, que desde finales de enero no aparecía de inicio. El belga partió desde el centro, como mediapunta, con Asensio y Vinicius en las alas. Como la gaseosa, se le fue yendo el gas después de dos disparos al inicio. “Lo vi muy bien. Sobre todo, en la posición, cerca de Karim [Benzema]. Lo han intentado”, valoró Zizou.
Tantos encuentros pesados y sin excesivas huellas en ataque, este sábado al Madrid no le faltaron ocasiones. Sin embargo, para casi todo estuvo Sergio Herrera. “Han sido una pena esos dos goles en dos minutos. Estábamos súper correctos, dando mucho la cara”, se lamentó el guardameta de Osasuna. “Nos los meten en un córner y en una pérdida. Con el 1-0 todavía podíamos haber peleado”. Lo mejor para los visitantes fue de ver de nuevo en un once al Chimy Ávila después de romperse dos veces casi seguidas el cruzado. “Sabemos por lo que ha pasado. Yo tuve una [lesión de esa gravedad], así que él con dos…”, remató el guardameta.
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