El Morabanc Andorra abocado a disputar una ‘yincana’ de seis partidos de la Liga ACB en 12 días

Acorralado por la covid, el Morabanc Andorra, que fue de los primeros equipos de la ACB en retomar la actividad en mayo tras el confinamiento, se vio obligado a reprogramar ocho partidos en los dos primeros meses de curso y pasó más de tres semanas sin poder competir, entre finales de octubre y mediados de noviembre. Después de una travesía atípica y descabalada por la pandemia el conjunto de Ibon Navarro, 13º en la clasificación, afronta ahora un final de temporada regular convertido en una yincana, con seis partidos en 12 días para recuperar sus tres encuentros aplazados y viajes a Santiago, Málaga y Murcia dentro de ese periplo. Un total de ocho duelos en 19 días, si ampliamos una cuenta que empieza este mismo miércoles ante el Casademont Zaragoza, antes del cierre previsto para el 16 de mayo que dará paso a las eliminatorias por el título. Un partido cada dos días en plena carrera por alcanzar los playoffs.

“Lo único que rogamos a la Liga es que contemple la opción de retrasar un par de días el final de la temporada regular para encajar todo mejor”, clamó Ibon Navarro, entrenador del equipo andorrano, antes de argumentar la petición, casi súplica, a la ACB rodeado de toda su plantilla. “En noviembre, un agresivo brote de covid afectó a tres miembros del cuerpo técnico y a 11 jugadores. Después de cumplir con el confinamiento, la plantilla tuvo que jugar 12 partidos en 31 días y, después de aquella vorágine de encuentros, llegó la lesión de seis jugadores, cuatro de los cuales no volverán a jugar esta temporada. Ahora hemos sufrido otro brote y, con tan solo nueve jugadores, tres de ellos recién recuperados del covid, se nos pide cumplir con otro calendario de ocho partidos en 19 días. Pedimos que se piense en la salud de los jugadores”, explicó el técnico. “Somos deportistas y estamos aquí para competir. Pero nos resistimos a pensar que para la ACB lo más importante no sea la salud de los protagonistas”, reiteró Navarro en su comparecencia.

“Hace bastantes días planteamos a la ACB un calendario con un poco más de respiro para colocar esos partidos aplazados, pero han mostrado muy poca sensibilidad con nosotros y con los jugadores”, explicó ayer Francesc Solana, director deportivo del MoraBanc Andorra. “Es un calendario con muchas dificultades por cuestión de viajes y horarios. No es normal que después de un partido en Málaga el martes 4 a las 20.30 disputemos otro el jueves 6 a las 18.30. Vamos a llegar a Andorra el miércoles, más tarde que nuestro rival (Fuenlabrada). Posteriormente, tras jugar el domingo 9 a las 20.00 ante el Gran Canaria en casa tenemos un partido el martes 11 a las 18.30 en Murcia, que el desplazamiento es muy complicado (7h 35m por carretera)”, prosiguió Solana en su protesta oficial, con un Excel claustrofóbico que se completa ante el Joventut (13 de mayo) y Gipuzkoa (16).

Fuentes de la ACB matizan que si antes de ese partido en Murcia los dos contrincantes pierden sus opciones de entrar en el playoff el duelo, ya sin relevancia clasificatoria, sí se desplazaría unos días para aliviar el calendario. Pero, a día de hoy, tanto Morabanc como UCAM están metidos de lleno en la pelea contando con sus partidos aplazados. Faltan días y sobran partidos para encontrar respiro. “Hemos mostrado a lo largo de toda la temporada nuestra disposición para adaptarnos a todo lo que nos ha ido sucediendo. Al cierre de la primera vuelta no terminamos todos los partidos y todo el mundo lo acepto como algo normal. Ahora podríamos adaptarnos un poco más de cara al final de Liga”, reiteró Solana en su petición de flexibilidad a la ACB.

La temporada regular de la ACB se cierra el 16 mayo. A partir de ahí, empiezan las particularidades de un calendario marcado por la difícil cohabitación con la Euroliga. Si Madrid y Barça se clasificaran para la Final Four los playoffs comenzarían el día 18; si solo hay un equipo español clasificado lo harían el 19; y si no hay ninguno arrancarían el 20, con algo más de margen. Todo con la idea de concluir el campeonato el 16 de junio como fecha tope obligada por los torneos preolímpicos.

Para intentar abarcar una temporada de incertidumbres, la ACB ha preparó 17 modelos de calendario alternativo para este curso, en función del espacio entre competiciones y la hipótesis de suspensión completa de jornadas; y otros 20 calendarios más para contingencias como la recuperación de partidos sueltos. Un total de 37 alternativas para un año que, sumado a las apreturas de las ventanas de la FIBA y las fechas olímpicas, se convirtió en una hazaña de diseño y culminación. Ahora el Andorra paga los desajustes de la secuencia de suspensiones. Pero desde la Liga se apunta a que equipos como Valencia y Burgos ya han llegado a jugar un número idéntico de partidos entre competición europea y ACB. Y que si el propio Morabanc se hubiera clasificado para la semifinal de su competición continental habría disputado un número similar de partidos a los que deberá afrontar ahora. En un curso de contrastes, a prueba de cualquier preparación física, los andorranos pasarán de las tres semanas sin competir a los ocho partidos en 19 días, seis en los 12 últimos si no hay rectificación de la Liga.

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