Nadal sortea la tensión
El balear remonta una deslucido estreno en Barcelona contra Ivashka, 111º del mundo: 3-6, 6-2 y 6-4
Aunque uno se llame Rafael Nadal, no es fácil levantar el ánimo y el balear venía de llevarse un revolcón en Montecarlo la semana pasada. Se fue de allí con algunas dudas y las arrastró hasta la arena del Godó, donde este miércoles resolvió un peliagudo debut contra un jugador que en otras circunstancias seguramente no le hubiera hecho cosquillas. Ilya Ivashka pintaba a tentempié, a una buena forma de abrir boca, pero al final se tradujo en un arranque áspero que comenzó con susto, continuó con fricción y acabó en forma de un desenlace feliz: 3-6, 6-2 y 6-4 en 2h 19m. De este modo, Nadal afrontará ahora (16.00, Tdp) un choque con Kei Nishikori (7-6(5), 4-6 y 6-1 a Cristian Garín).
Desde el comienzo, a Nadal no se le vio a gusto en la pista de Barcelona. Cielo encapotado, humedad en el ambiente y una bola pesada que le costó domesticar. La tarde empezó entre cloroformo, y lo aprovechó de maravilla Ivashka para encontrarse en una situación insospechada para él. De entrada, le arrebató el servicio al campeón de 20 grandes y fue creciéndose hasta jugarle de tú a tú, sintiéndose fuerte en los intercambios y adjudicándose los peloteos más largos. Con golpes planos y potentes, inoculó las dudas en la mente del balear, al que le faltó nitidez y precisión durante toda la primera manga.
Como ya le ocurriera en la despedida de Montecarlo contra Andrey Rublev, el mallorquín flaqueó con el revés. Aunque su verdadero termómetro es el drive, el reverso ofensivo es desde hace tiempo una herramienta capital para él, consciente de que si no está fino con ese golpe puede perder la iniciativa y, por tanto, la gobernabilidad de los partidos. Así sucedió contra el ruso en el Principado y volvió a ocurrir frente Ivashka (27 años, 111º del mundo) en la puesta de largo en este Godó. Demasiada bola corta, alas para el bielorruso y tres cuartos de hora de confusión, porque Nadal torcía el gesto.
No convirtió el balear la única opción de rotura que dispuso en ese primer set y lo entregó con un revés al pasillo, emborronado igualmente al servicio (49% de efectividad, dos dobles faltas). Sin embargo, se enmendó en la continuación y disparó los porcentajes (68%) conforme ganaba fuelle y distribuía hacia los ángulos con mayor precisión. A la que él metió una marcha más y encontró la claridad, el juego de Ivashka perdió el orden. Se invirtió la curva estratégica del duelo. Más activo de piernas, Nadal se soltó, profundizó con la derecha y arañó dos breaks para equilibrar el marcador. Había litigio, en todo caso.
Arrastrar las dudas
Su rival, bastante más rodado –venía con tres partidos de la previa en el cuentakilómetros–, no se dejó impresionar y replicó con decisión. A base de consistencia. Se preveía un bajón que no llegó, y el resultado fue una bonita tarde de tenis. El sol iba y venía, Ivashka siguió mirándole a los ojos y aguantó hasta que se le torció el punto de mira en el séptimo juego de la resolución. Ahí, Nadal impuso su ley. Energía, piernas, pegada. Enroscó la bola desde el fondo y le rompió el saque; se le echó encima y en el tramo crítico del partido ofreció su mejor versión. Lo celebro con efusividad. Así sorteó un estreno en el que un adversario valiente, elogiable actitud, le exigió de la primera a la última pelota. Palmas, pues, para los dos.
”Hoy él no ha jugado al nivel que indica su ranking”, comentó Nadal a TVE. “Cuando haces algunas cosas mal [en referencia a Montecarlo], tienes algunos días de dudas. Mentiría si no dijera que no estaba preocupado cuando perdí el primer set”, rporrogo en la sala de conferencias. “Lo positivo es que el partido ha ido de menos a más. He competido muy poco durante este año y era importante salvar este partido. Espero jugar mejor mañana [por este jueves], pero en cualquier caso, la lectura es positiva”, amplió el de Manacor, que no perdía un set en tierra contra un tenista fuera del top-100 desde 2013; entonces, ante Martín Alund (111º), en São Paulo.
FOGNINI, EXPULSADO POR INSULTAR A UN JUEZ
El italiano Fabio Fognini fue descalificado por insultar a un juez de línea cuando perdía contra Bernabé Zapata por 6-0 y 4-4, tras ceder el servicio. “He pagado por algo que no he hecho, voy a investigar”, se defendió.
De esta forma, el español se enfrentará este jueves a Pablo Carreño (6-4 y 6-0 a Jordan Thompson) en la siguiente ronda, en la que también intervendrán Albert Ramos (doble 6-4 a Adrian Mannarinno), frente a Andrey Rublev, y Roberto Bautista, ante Yannik Sinner.
Mientras, Jaume Munar no pudo con Stefanos Tsitsipas, reciente ganador en Montecarlo (6-0 y 6-2), y Félix Auger-Aliassime logró su primera victoria con Toni Nadal en su cuerpo técnico (4-6, 6-3 y 6-0 a Lorenzo Mussetti).
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