Luis Enrique hace otra concesión a Ramos: “Merece batir todos los récords”
El capitán suma por primera vez dos suplencia consecutivas, pero el técnico le da los minutos finales
La suplencia de Sergio Ramos ante Kosovo supuso la segunda consecutiva. Nunca, desde que debutara en un amistoso ante China, en marzo de 2005, el central andaluz había sido relegado al banquillo en dos encuentros seguidos por decisión técnica, que es lo que alegó Luis Enrique tras sentarle de inicio ante Georgia. El seleccionador, tanto al cambiarle al descanso ante Grecia como al no concederle ni un minuto en Tiflis, aseguró que el capitán de la Roja estaba en perfectas condiciones para jugar.
Esta segunda suplencia de Ramos y los minutos finales que disputó para sumar su 180ª internacionalidad ha enredado más un asunto que ya causó polémica cuando Luis Enrique admitió que la sustitución al descanso ante Grecia estaba pactada. Con aquella decisión se había sacrificado un cambio en un partido oficial que al final de su primera parte (1-0) no estaba resuelto. La entrada de Ramos en los últimos instantes, en sustitución de Eric García, avivó de nuevo la polémica. No es la primera vez. En el amistoso con Holanda de noviembre le dio cinco minutos finales y en septiembre, en otro bolo con Portugal, le concedió ocho.
“Todo es más sencillo de lo que pensáis”, advirtió Luis Enrique a la prensa. “Es una decisión técnica. Está bien, viene de una lesión. He decidido que jueguen otros, nada más. La intención de que jugara es evidente. El líder lo es en todas las facetas. Merece batir todos los récords”, defendió el seleccionador, decidido a ayudar a Ramos a que alcance al egipcio Ahmed Hassan (184) como el jugador con más internacionalidades de la historia. “Juegan los que mejor están. Me da igual la imagen que pueda quedar o podáis generar. Me preocupa mi equipo. Da igual lo que haga o diga con Sergio, siempre va a provocar debate”, incidió el asturiano.
Ramos, que el martes cumplió 35 años, también dio sus explicaciones ante los micrófonos de TVE. “Es importante sumar partidos y conseguir el objetivo, que era sumar estos tres puntos. Sea un minuto, un partido, medio tiempo... eso no es decisión mía, es del entrenador”, espetó el capitán de la Roja. La secuencia de los hechos, desde la primera decisión de sustituirle al descanso ante Grecia, lo que ha delatado es que Luis Enrique le vio en condiciones para jugar ese medio tiempo, pero después, según él mismo admitió, ha percibido que Eric García, Diego Llorente e Iñigo Martínez estaban mejor para jugar de inicio ante Georgia y Kosovo.
“Poco a poco voy encontrando el ritmo después de una lesión importante de rodilla. El míster fue bastante claro. Todo lo que se habla de mí se saca de contexto. La realidad es una y lo dijo el míster. Cuando me toque jugar de titular será con alegría y si es como hoy, igual. Lo importante es sumar”, argumentó Ramos.
Si Luis Enrique estuvo una hora en el ascensor del hotel, a España, su atasco particular no le duró una hora, fue media, pero tan alarmante como lo que se vio ante Grecia y Georgia hasta que Olmo metió esa pelota por la escuadra del petrificado Ujkani. “Me voy muy contento de lo que he visto en el campo. Un rival que ha cambiado el sistema y ha intentado ser más temeroso. Hemos hecho buen partido. Hemos generado ocasiones, pero no hemos estado muy acertados. En ningún momento ha estado en duda la victoria”, analizó el seleccionador. Sobre el error de Unai Simón en el gol de Kosovo, Luis Enrique dijo: “Mi confianza crece incluso, porque es lo que les pido a los porteros. Me preocupa cero la acción”.
Por último, el preparador asturiano hizo balance de estos tres últimos partidos. “Contra Grecia y contra Kosovo un notable bajo, y contra Georgia, un bien bajo”.
El técnico llega justo tras una hora encerrado en el ascensor
La cotidianeidad de coger un ascensor pude deparar metáforas diabólicas. Luis Enrique y cinco miembros de su cuerpo técnico quedaron atrapados en el elevador que recorre el interior del rascacielos en el que está implantado el Eurostars de Sevilla.
Cerca de una hora tardaron los operarios en rescatar al seleccionador y a sus ayudantes, que llegaron al estadio de La Cartuja en un vehículo particular, con el tiempo justo para escuchar cómo la megafonía se limitaba a anunciar conjuntamente el himno de España y el de Kosovo.
“Teníamos un plan B dentro de nuestro staff. No se hubiera notado la baja del mister”, advirtió Luis Enrique ante los micrófonos de TVE.
Fue la anécdota de una noche en la que España firmó 24 remates, 11 de ellos entre los tres palos y con Ferran Torres (siete) como recurso más insistente. Pese a disponer de tan solo un 19% de la posesión, Kosovo logró aportarle suspense al partido.
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