El Huesca se aferra a la vida tras ganar al Granada
Los de Pacheta remontaron ante un rival que jugó con muchos suplentes y reaccionaron tarde
El Huesca obtuvo un triunfo vital ante el Granada. Tres puntos que permiten a los de Pacheta aferrarse a la pelea por la permanencia y que convierten la zona baja de la clasificación en un hervidero. Tres puntos separan al Alavés, 16º, del Huesca, colista, algo que anticipa una guerra sin cuartel. Al Granada le cuesta pelear en tantos frentes. Diego Martínez hizo hasta nueve cambios en su equipo con la intención de refrescarlo. Las rotaciones masivas no suelen dar resultados inmediatos. Pero el Granada está obligado a ello. El ejemplo más claro fue el de Herrera. Salió en el segundo tiempo y se rompió. Muchos jugadores del Granada están al límite y se piensa más en la ilusionante vuelta europea con el Nápoles tras el 2-0 de la ida. En LaLiga sí ha sufrido un bajón el equipo andaluz, que solo ha logrado tres de los últimos 18 puntos.
El debutante Quina metió un golazo a los ocho minutos y el plan pareció salirle bien al Granada. El Huesca soltó sus complejos y reaccionó con contundencia, anotando tres goles antes del descanso ante la inesperada debilidad de la defensa del Granada. Pulido fue el alma de la resistencia local. Por primera vez en su historia, el Granada de Martínez recibía tres goles en un primer tiempo fuera de casa. El técnico gallego reaccionó con la entrada de Machís, que revolucionó a su equipo con sus conducciones y centros. Recortó distancias Soro y el Granada buscó a la desesperada el empate, con Germán, el central, de delantero. Con sufrimiento, el Huesca saboreó tres puntos vitales.
Obligado por los resultados de la jornada y su delicada situación, el partido era una auténtica final para el Huesca. Los de Pacheta encaraban el choque con 16 puntos, a cinco de un pelotón de rivales con 21, cifra que marca la permanencia en Primera. La victoria era el único objetivo local. Y más ante un Granada que demostró a las claras que su pensamiento estaba en la vuelta europea del próximo jueves en Nápoles. Diego Martínez ejerce un control absoluto en el banquillo. Solo desde ese poder se puede explicar que hiciera hasta nueve cambios en su once inicial con la sexta plaza a solo seis puntos.
Y el experimento pareció salirle bien al técnico gallego. Domingos Quina, fichaje invernal, había mostrado un par de detalles más que interesantes en su estreno como titular. A los ocho minutos, metió un golazo que dejó helados a los locales. El Granada se adelantaba en el marcador, algo que en el pasado era sinónimo casi de triunfo, puesto que muy pocos equipos habían sido capaces de remontar a los andaluces con Martínez a su mando. Pero los tiempos han cambiado. Poco a poco, el Granada se fue diluyendo ante el empuje del Huesca, personalizado en el capitán Pulido. Los de Pacheta se dejaron atrás los complejos y comenzaron a jugar sueltos, asidos a la desesperación del que lo tiene todo perdido. En ese camino por recuperarse, fue capaz de sobreponerse a un revés importante, como fue el penalti fallado por Mir tras un golpe de su portero a Escriche. El Granada no aprovechó el regalo. Siguió metido atrás, sin jugar, con la defensa convertida en un flan. Los detalles de Quina habían pasado a mejor vida.
Empató Escriche después de un remate afortunado y el vendaval se desató. Pulido hizo el segundo tras una jugada de estrategia y todavía Foulquier, obligado por el empuje de Mir, se metía un gol en propia puerta. Todo, antes del descanso. El descalabro andaluz se había consumado ante un Huesca estupendo. Los datos reflejaron el derrumbe de un Granada que por primera vez desde que Martínez es su entrenador había encajado tres goles fuera de casa en un primer tiempo. Del mismo modo, fue la primera vez que el Huesca hacía tres goles en 45 minutos del partido.
Diego Martínez pasó del enfado en la banda a la reacción. Metió en el campo a dos titulares como Machís y Jorge Molina. El Granada mejoró gracias a la habilidad que tiene el extremo para superar líneas con sus conducciones. Un centro de Machís desde la banda fue muy bien rematado por Soro ante la salida de Álvaro. El 3-2 acercó al Granada en el marcador, pero no supuso un agobio excesivo para el Huesca. Los de Pacheta se defendieron con orden, poniendo el alma en cada acción. El Granada acabó con Germán Sánchez, el central, de delantero centro, pero no creó ni una ocasión de peligro desde que Soro marcara el 3-2. El Huesca se llevó un triunfo importante gracias a su reacción en la primera parte, con todo perdido, y a su oficio en la segunda, con jugadores como Galán rindiendo a un gran nivel.
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