Karatsev hace historia: debutante y semifinalista

Nadie contaba con él. Claro, porque nadie, ni siquiera él mismo seguramente, imaginaba que en su primera participación en un Grand Slam, después de nueve intentos frustrados de acceder a un cuadro principal desde 2014, no solo accedería sino que además se plantaría en las semifinales. De ahí la sonrisa de Aslan Karatsev. El ruso, de 27 años y 114º en el ranking mundial, venció al búlgaro Grigor Dimitrov por 2-6, 6-4, 6-1 y 6-2 (en 2h, 28m) y se destapó definitivamente como la gran sorpresa de esta edición australiana. Por derecho propio, ya es el primer novato en la Era Abierta (a partir de 1968) que alcanza la penúltima ronda en un gran escenario. Ahí se medirá con Novak Djokovic, que redujo en un fantástico cruce a Alexander Zverev (6-7(6), 6-2, 6-4 y 7-6(6), en 3h 30m).

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Ahora bien, esta última victoria llega con asterisco. Dimitrov, que pretendía salir del larguísimo túnel en el que se ha traducido su carrera, compitió mermado a partir del tercer set y eso significó una alfombra roja para Karatsev, que hasta ahora nunca había figurado entre los 100 mejores del mundo y a partir del próximo lunes escalará, como mínimo, hasta el 42º peldaño del listado de la ATP. Esto es tenis, esto es Australia; este Open a toda pastilla que despegó contra viento y marea, y que va dejando notas exóticas en un cuadro y otro. La del masculino, sin duda, la protagoniza él, un anónimo que retará a Djokovic por una plaza en la final.

“Creo que he recibido unos 200 wasaps, pero creo que van a ser algunos más”, bromeó el vencedor, un trotamundos que ha ido de aquí allá: de su ciudad a Israel, de ahí a Rostov y luego a Moscú, antes de emigrar a Halle (Alemania) y más tarde a Barcelona, para mudarse finalmente a Minsk (Bielorrusia), donde trabaja hoy día con su entrenador. “Sí, diría que me he movido demasiado. ¿Si puedo ganar el torneo? Ya lo veremos, pero de momento quiero disfrutar, ir partido a partido“, añadió. “Así es el deporte. No podía ni ponerme los calcetines antes del partido, así que sabía que iba a ser duro para mí. Lo intenté, pero no fue suficiente”, lamentó Dimitrov.

Nacido en Vladikavkaz, diestro y de revés a dos manos, Karatsev ha ido despachando sucesivamente a Mager (96º), Guerásimov (79º), Schwartzman (9º) y Augger-Aliassime (19º) hasta desembocar en Dimitrov, quien por una razón u otra no consigue levantar cabeza y aspiraba a igualar su mejor registro en un Grand Slam. Semifinalista de Wimbledon en 2014, Australia 2017 y el US Open de hace dos años, la espalda le jugó una mala pasada este martes y Katsarev obtuvo un triunfo con mayúsculas que le convierte en el primer semifinalista ruso en el major oceánico desde que lo consiguiera Marat Safin; este lo consiguió en 2002, por tercera vez.

La historia también dice que el ruso es desde este martes el semifinalista de un gran torneo con el ranking más bajo desde Goran Ivanisevic. El croata, uno de los grandes sacadores de la historia, era el 125º cuando ganó Wimbledon en 2001, con 29 años y después de haber recibido una invitación del evento londinense. Los libros cuentan, además, que el estadounidense Patrick McEnroe llegó a las semifinales del Open de Australia de 1991 cuando ocupaba, coincidencias de la vida, el 114º puesto de la ATP. El mismo que un tal Karatsev.

SERENA IGUALA EL RÉCORD DE FEDERER CON 362 VICTORIAS EN LOS GRAND SLAMS

Después de que Karatsev confirmase la campanada del día, el cuadro femenino terminó de definir la primera semifinal. Naomi Osaka no falló de madrugada y se impuso por un doble 6-2 a la veterana Su-Wei Hsieh, que a sus 35 años ha aportado una bonita pincelada al torneo. Luego, fue Serena Williams la que le cerró el paso a Simona Halep (doble 6-3) y confirmó un duelo de altos vuelos.

 

Hasta ahora, la japonesa (23 años, 3ª en la WTA) y la estadounidense (39/11ª) han sido las dos tenistas más brillantes del torneo y volverán a chocar por sexta vez; en los precedentes manda por 3-2 la nipona, quien precisamente, el curso pasado apeó a la norteamericana en las semifinales de Melbourne.

 

El triunfo de Williams, en clara progresión estos días, no fue uno cualquiera, ya que alcanzó las 362 victorias en los Grand Slams y de esta forma igualó el récord de Roger Federer. Por detrás de ellos, lejos, figuran Martina Navratilova (306), Novak Djokovic (301), Chris Evert (299) y Rafael Nadal (286). En el caso de batir a Osaka el jueves, Serena gobernaría ya en solitario.

Australia: resultados (martes 16) y orden de juego (miércoles 17).