El Barça, en cuadro ante el Sevilla
Dest, Pjanic y Braithwaite se unen al largo parte de bajas para visitar este miércoles el Pizjuán en las semifinales de Copa
No es un curso sencillo para el Barcelona, club arruinado porque no pudo afrontar fichaje alguno en invierno, también en crisis institucional a la espera de los comicios presidenciales y con el capitán Leo Messi de morros por su sentido competitivo y porque no le dejaron marcharse en verano por pedirlo fuera de tiempo. “Pero sobrevivimos”, recordó Koeman. Más que nada porque están de pie en la Champions, en octavos ante el PSG, y persiguen con denuedo al Atlético en LaLiga, todavía a 8 puntos aunque con un partido menos los rojiblancos. Y en la Copa están en semifinales, ahora que empieza la eliminatoria contra el Sevilla (miércoles 21.00, Telecinco). “Es un gran partido”, resolvió el técnico azulgrana, que no dudó en sacar pecho por su trabajo y el de sus chicos.
“Se puede aprender mucho de esta temporada, incluso yo que soy bastante mayor. Se han cambiado cosas en el club y creo que vamos por el buen camino tras cambiar la plantilla, dar oportunidad a los jóvenes y hacer un equipo para el futuro sin olvidarnos de ganar partidos”, enumeró el preparador. “Pero… ¿De ganar la Copa, sería un buen año para el Barcelona?”, le cuestionaron a Koeman. “Es difícil contestar porque siempre aspiramos a todo, pero todos sabemos los problemas que tenemos, también las lesiones y que hay ciertas posiciones en las que nos falta competencia”, expuso el míster; “pero lo que yo quiero destacar es la mentalidad de mi equipo y su carácter, también la calidad. Por eso y a pesar de los problemas, por el momento le doy un 10 a este equipo”. Pero para Koeman el motivo para sentirse orgulloso de verdad es otro. “Como entrenador, me enorgullece que la gente viva con el equipo, como ocurrió con los goles ante el Granada porque me han dicho muchos aficionados que los celebraron”, resolvió.
Felicidad que podría alargar ante el Sevilla, por más que la enfermería tenga demasiado trasiego, ahora con Piqué, Ansu, Coutinho, Sergi Roberto, Araujo… Pero tampoco con Dest, que sigue sin recuperarse, ni con Pjanic (molestias pie izquierdo) ni Braithwaite (elongación en el abductor derecho). “Prefiero llevar a todos los que están bien porque no es momento de correr más riesgos. Para cualquier problema hay una solución”, señaló Koeman, que no parecía demasiado convencido en repetir la inclusión de De Jong como central antes que Umtiti o Mingueza. “Si ponemos a Frenkie como central en defensa, nos falta algo en el centro. Pero hay que decir por el contrario, por la táctica del partido… Si podemos siempre es mejor un central”, zanjó. Menos le preocupa lo que sucede en el área rival, toda vez que ya son 16 jugadores los que han visto puerta en esta temporada. “Es importante no depender de un jugador solo. La calidad ofensiva del equipo es muy buena por la cantidad de oportunidades que creamos. Somos los que más creamos, pero la efectividad ha sido muy baja. Ahora parece que tenemos un poco más, lo que nos hace ganar algún partido más fácil”. Queda por ver qué sucede ante el Sevilla.
A la gresca con el PSG
El argentino Di María advirtió la semana pasada que veía a su compatriota Messi en el PSG, al tiempo que la revista France Football publicó este martes cómo piensa afrontar el fichaje del 10, que puede marcharse libre cuando acabe la temporada. “No sé porque hacen eso…”, lamentó Koeman, que ya tildó de falta de respeto las palabras de Di María; “por mí, si ellos quieren hablar sobre Leo o sobre su futuro que lo hagan. Pero ahora entra también el entrenador del Lyon -acusó a Koeman de hacer lo mismo con Memphis Depay este verano-, a quien le gusta mucho estar en la prensa. No me molesta, no es un hombre importante para mí. Lo que tenemos que hacer es preparar nuestro partido”.
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