El Cornellà, de Segunda B, elimina al Atlético de la Copa del Rey
El líder de LaLiga cae en la segunda ronda copera en una actuación muy floja de los de Simeone, que ya el año pasado fueron eliminados por la Cultural Leonesa
”Lo siento”. Eso se leyó en la boca de Guillermo Fernández Romo, entrenador del Cornellà, justo en el momento de saludar a Simeone nada más consumarse el batacazo del Atlético de Madrid. El líder de LaLiga pese a llevar dos partidos menos manchó su gran trayectoria en esta temporada con un inesperado naufragio en la Copa, una competición donde no está rindiendo bien. Se vio ya en el curso pasado cuando cayó ante otro Segunda B, la Cultural Leonesa, en los dieciseisavos (2-1). Ahora lo ha vuelto a hacer y enlazó dos eliminaciones seguidas contra equipos de Segunda B por primera vez en su historia.
No tiene ninguna excusa el Atlético, superado con justicia por un Cornellà que lo sorprendió en un balón parado a los siete minutos para luego desarrollar un impecable ejercicio defensivo.
La decepción es grande por más que el actual formato del torneo propicie este tipo de situaciones. Por ejemplo, un campo de césped artificial al que no están acostumbrados los jugadores del Atlético. Más allá de esa circunstancia, que convierte los partidos en auténticas ratoneras para los equipos de Primera, sorprendió que fuera el Cornellà el que siempre llevó el partido donde quiso, sin posibilidades para un Atlético con pocos recursos, sin fútbol para superar a un rival muy bien organizado.
Así respira la Copa, capaz de ofrecer sorpresas de este calibre. El Cornellà, séptimo clasificado en su grupo de once equipos en Segunda B y después de cuatro partidos perdidos seguidos, se merendó a este triste Atlético, que si bien reaccionó en el primer tiempo al gol recibido, fue un absoluto despropósito en la segunda, donde solo fue capaz de crear una ocasión al conjunto catalán.
Se vio desde el primer minuto que le iba a costar la vida al Atlético. Simeone apostó por un once de absolutas garantías, con jugadores del calibre de Giménez, Felipe, Torreira, Saúl, Vitolo, Correa o João Félix. Los jugadores del Atlético no ofrecían buenas sensaciones, sin manejar bien el balón, sorprendidos por la habitual vitalidad de un equipo de inferior categoría, lleno de intensidad. Que el Atlético no estaba metido en el encuentro se demostró a los siete minutos, cuando Adrián Jiménez (jugó en la cantera atlética) remató solo en el área una falta lateral. El Atlético no suele conceder esos goles con tanta facilidad.
Sin un tiro a puerta
El equipo de Simeone intentó meterse en el partido, aunque factores como la lesión de Giménez demostraban que la noche venía muy torcida. Jamás se sintió cómodo el Atlético, que a pesar de todo tuvo sus opciones para lograr el empate. La más clara llegó en el minuto 21, cuando Saúl envió una pelota al larguero. En el 41, Felipe se quedó solo ante Juan Ramírez. El brasileño remató fuera por poco. Luego, un error del juez de línea evidenció lo peligrosos que son estos partidos para los equipos de Primera. Al no haber VAR hasta los octavos de la competición, el juez de línea no dejó seguir una carrera de Vitolo, que había salido de su propio campo y enfilaba solo el área del Cornellá.
El segundo tiempo fue un ejercicio de impotencia del Atlético. El Cornellà se fue defendiendo cada vez mejor, conocedor de su campo, mientras que el Atlético se ahogaba ante la falta de espacios, agobiado en un ecosistema tan extraño y hostil. Todo se volvió más complicado después de que Ricard viera la segunda amarilla por dejar la pierna ante la salida del meta Ramírez.
Solo Correa, en el minuto 90, tuvo una opción para empatar. Su disparo salió fuera porque el Atlético fue incapaz de lanzar entre los tres palos a lo largo de todo el partido a un rival de Segunda B.
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