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Carlsen y Nakamura comparten el triunfo, sin desempate

Kaspárov termina en un digno 8º puesto a los 57 años, con una victoria, cinco tablas y tres derrotas

Hikaru Nakamura, en agosto de 2019, durante un torneo en el Club de Ajedrez de San Luis (Misuri, EEUU)
Hikaru Nakamura, en agosto de 2019, durante un torneo en el Club de Ajedrez de San Luis (Misuri, EEUU)Saint Louis Chess Club/Lennart Ootes
Leontxo García

Hace años, algunas competiciones de ajedrez podían tener más de un ganador. Y cuando parecía que esa costumbre había desaparecido de la élite, los organizadores del Club de Ajedrez de San Luis (EEUU) la han reinstaurado. Los dos grandes astros de este año tan raro, Magnus Carlsen y Hikaru Nakamura, comparten el primer puesto del torneo rápido por internet 9XL (modalidad 960), y cobran 31.250 dólares (26.388 euros) cada uno, porque el reglamento no contempla desempate alguno.

Esa frustración fue en parte compensada por la honrosa actuación de Gari Kaspárov a los 57 años: “Ayer sufrí un enorme disgusto. Tuve ganadas las tres partidas, no gané ninguna de las tres [dos derrotas y un empate] y además tuve ese accidente con el ratón ante Caruana. De modo que hoy he jugado en modo más seguro y he firmado tres dignos empates. Teniendo en cuenta que me he enfrentado a nueve rivales profesionales, y yo no lo soy, no está tan mal”, concluyó. Lo cierto es que muy pocos jugadores de 57 años han logrado un resultado equiparable en la muy larga historia del ajedrez.

La 3ª y última jornada prometía mucho: Aronián aventajaba en medio punto a Carlsen a falta de tres rondas, y se enfrentaba con él en la última, con negras. Las seis partidas anteriores habían dejado claro que el armenio no exageraba cuando, a lo largo de los últimos años, había repetido que la modalidad 960 es su favorita. Por otro lado, parece que la trágica muerte de su esposa, Arianne Caoili, hace cinco meses y medio, ya no lastra tanto su rendimiento deportivo.

Carlsen hizo perfectamente lo que debía en la 7ª ronda, 1ª del día: ganar con gran autoridad y exquisita técnica a Péter Svídler, octacampeón de Rusia. Y Kaspárov le echó una mano arrancando medio punto a Aronián en una partida bien jugada por el excampeón del mundo.

Ello permitió que Nakamura y Wesley So, que hicieron tablas entre ellos sin mucha historia, siguieran contando para el primer premio, a medio punto de los líderes. Incluso otro estadounidense, Fabiano Caruana, se resistía a ser descartado tras su victoria sobre el iraní Alireza Firouzja, de 17 años, quien parece muy poco familiarizado con esta modalidad, porque no ha brillado como en él es habitual. En la partida restante, el francés Maxime Vachier-Lagrave dio muestras de recuperación de su pésimo comienzo con una victoria sobre el cuarto estadounidense (de origen cubano), Leinier Domínguez.

Magnus Carlsen, hace un año en el Club de Ajedrez de San Luis (Misuri, EEUU)
Magnus Carlsen, hace un año en el Club de Ajedrez de San Luis (Misuri, EEUU)Saint Louis Chess Club/Lennart Ootes

Los primeros 25 minutos de la 8ª ronda fueron muy curiosos porque los cinco primeros clasificados tenían posiciones inferiores en ese momento, con el importante matiz de que si ventaja en el reloj compensaba ese problema en varios casos. Pero fue precisamente Aronián el único que no pudo remontar sus problemas ante Vachier-Lagrave, y perdió de manera inapelable, mientras Carlsen empataba con Leinier.

Lo más dramático fue la derrota de Firouzja tras desperdiciar una posición ganadora frente a Nakamura. Dado que So y Caruana no pudieron pasar del empate ante Kaspárov y Svídler, respectivamente, eso dejaba a las dos grandes estrellas de los torneos durante la pandemia, Carlsen y Nakamura, empatados en el primer puesto a falta de una ronda, con medio punto más que Aronián y So.

Con el importante matiz de que -por razones no explicadas y en todo caso muy difíciles de comprender porque van en contra de la esencia del deporte- en este torneo no se aplica ningún sistema de desempate y se reparten los premios en caso de igualdad de puntos, la situación obligaba a Carlsen a jugar a ganar frente a Aronián. De lo contrario corría el riesgo de sufrir lo que para él sería un fracaso a todas luces: no empatar al menos en el primer puesto. En teoría, Nakamura y So eran claros favoritos con blancas frente a Svídler y Firouzja, respectivamente.

El resultado del sorteo de la posición de las piezas para la última ronda refuerza lo explicado ayer por el arriba firmante en su crónica de ayer: la modalidad 960 requiere un análisis urgente de una comisión de grandes maestros que descarten las posiciones poco armónicas (por ejemplo, todas las que tienen un alfil en un rincón) o que dan demasiada ventaja a las blancas, como la surgida para esta ronda decisiva. Las máquinas daban una gran ventaja tanto Carlsen como, sobre todo, a Nakamura, lograron una gran ventaja tras unos pocos movimientos.

Afortunadamente para sus rivales, ninguno de los dos la aprovechó para conseguir una victoria rápida. Ambas partidas entraron en posiciones donde todo podía pasar mientras Firouzja volvía a tener gran ventaja (en el tablero y en el reloj), esta vez frente a So, quien se rindió pocas jugadas más tarde.

Era, por tanto, una lucha de tres. Nakamura no pudo pasar del empate (con gestos de gran irritación consigo mismo), y solo quedaban dos, enfrentados en una partida. Carlsen estaba jugando muy bien, pero de pronto erró, y ya no pudo pasar de las tablas. Y así se llegó a la absurda situación temida: las dos grandes estrellas del ajedrez en 2020 estaban empatadas en el primer puesto, y el reglamento no contemplaba desempate alguno.

Gari Kaspárov, durante el torneo de ajedrez 960 que se disputó hace un año en el Club de Ajedrez de San Luis (Misuri, EEUU)
Gari Kaspárov, durante el torneo de ajedrez 960 que se disputó hace un año en el Club de Ajedrez de San Luis (Misuri, EEUU)Saint Louis Chess Club/Lennart Ootes

Por fortuna, Kaspárov compensó la dejadez de los organizadores. Cuando todo indicaba que, como le había ocurrido en las dos jornadas anteriores, el cansancio iba a pasarle una triste factura en la última partida del día, el excampeón remontó una posición muy inferior con clara desventaja en el reloj frente a Vachier-Lagrave, y llegó a un final de torre y alfil contra torre, sin peones. La teoría dice que es tablas con una defensa perfecta, pero difícil. Fue hermoso verle, a los 57 años, exprimiendo hasta la última gota de la posición y luchando durante 124 movimientos, hasta que se firmó un empate con el que rubricaba una actuación más que digna.

Tras el descanso del lunes, el martes (a la misma hora que este torneo recién terminado) empieza el tradicional de San Luis de partidas rápidas y relámpago, en la modalidad normal, también con diez jugadores. Desaparecen Kaspárov, Caruana (está comprometido con la Liga Alemana), Vachier-Lagrave y Svídler, quienes serán reemplazados por Niepómniachi, Grischuk, Harikrishna y Xiong.

Clasificación final: 1º-2º Carlsen y Nakamura 6,5; 3º-4º Aronián y Caruana 5,5; 5º So 5; 6º-7º Leinier y Vachier-Lagrave 4; 8º Kaspárov 3,5; 9º Firouzja 3; 10º Svídler 2,5.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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