Magnus Carlsen vuelve a sufrir, pero elimina (11,5-6,5) al pujante Jeffery Xiong, de 19 años
So consuma la derrota (13-5) de Vachier-Lagrave, 2º del mundo en partidas rápidas
Lograr dos victorias y tres empates frente a Magnus Carlsen en cinco partidas seguidas roza lo imposible. Lo ha logrado el estadounidense Jeffery Xiong, de 19 años, quien sin embargo fue después eliminado (6,5-11,5) del torneo rápido de ajedrez-termostato (no todas las partidas puntúan igual) que se juega por internet. En la otra eliminatoria, el estadounidense Wesley So se impuso contra pronóstico por 13-5 al francés Maxime Vachier-Lagrave. Los cuartos de final terminan este martes con los duelos Caruana-Leinier Domínguez (5,5-2,5) y Aronián-Grischuk (5-3).
Carlsen no escatimó elogios a su adversario: “He sufrido bastante durante las dos primeras partidas de hoy, y en buena parte de la tercera. Podría haber pasado cualquier cosa. Por fortuna, las cosas se pusieron a mi favor a partir de ahí. En todo caso, es impresionante que Jeffery lograse dar tanta emoción a este duelo tras perder el sábado las tres primeras partidas”
Xiong, 2º del mundo sub 20, tenía el marcador inicial en contra (3,5-4,5) pero arregló eso de cuajo con una gran victoria en el asalto inicial: el estadounidense jugó muy bien hasta la 25, pero entonces no afinó, y Carlsen se escabulló. Pero el noruego erró, y esta vez el juvenil fue implacable. Eso metía una presión al escandinavo a la que no está acostumbrado, porque el marcador estaba ahora igualado, pero con el desempate favorable a Xiong, por haber logrado más puntos en las dos partidas del sábado que puntuaron doble (victoria en la 5ª y tablas en la 6ª).
El siguiente asalto fue salvaje. Carlsen estuvo cerca de la victoria, pero no precisó. Xiong aguantó heroicamente hasta forzar un final de torre contra caballo, sin peones, que en teoría es tablas. Pero Carlsen, cuya memoria de elefante seguramente incluye la partida similar que Gari Kaspárov ganó una vez a Judit Polgar en el torneo de Dos Hermanas (Sevilla), 1996, intentó engañar a su joven rival, quien sin embargo arrancó el empate en la jugada 104.
Como el propio Xiong reconoció después, la clave más importante del duelo llegó en la siguiente partida, la 9ª de la eliminatoria. Xiong no se encontró cómodo, aunque objetivamente su posición no era mala, y consumió mucho tiempo, hasta quedarse solo con 45 segundos, por seis minutos de Carlsen. Pero remontó y logró un final de torres de tablas. Justo ahí, cuando todo parecía fácil, omitió un truco táctico y perdió. En su entrevista posterior también admitió que no pudo recuperarse de ese golpe con rapidez, porque en la siguiente cometió un error grave en la 14 y fue machacado.
Aún había esperanza, porque las dos partidas restantes valían tres puntos cada una. Pero Carlsen, con negras, logró entrar en una variante que conoce muy bien y forzar un final de torres de claro empate. A Xiong solo le quedaba el recurso heroico: ganar con negras al campeón del mundo en la última partida, y eliminarlo. Sería un buen argumento para una película, pero, probablemente, Xiong no está aún maduro para hacer eso -aunque sí ganó con negras la 5ª el sábado-, y el talentoso joven se estrelló y perdió en su porfía por ganar a toda costa.
Los hechos indican que, por algún motivo, a So le gusta mucho este formato -o, simplemente, que está en muy buena forma- porque hace diez días ganó a sus compatriotas Hikaru Nakamura y Fabiano Caruana, en un cuadrangular completado por Leinier Domínguez, y ahora ha despachado a Vachier-Lagrave, 2º del mundo de rápidas, con relativa facilidad. A pesar de que So es el 21º en ese escalafón -pero el 8º en lentas y el 4º en relámpago-, nadie duda de su gran calidad y talento, aunque sus partidas sean aburridas con cierta frecuencia.
Por ejemplo, la 1ª de hoy (7ª del duelo), tan interesante como ver crecer la hierba hasta la jugada 27; luego se llegó a un final de torres instructivo, que fue tablas. So rozó la victoria en la siguiente, pero se le escapó. Y perdió la 9ª, muy rara, tras liarse en una posición de tablas. En la 10ª se volvió a liar, pero el francés no afinó, y otra vez tablas.
Parecía que todo podía ocurrir en las dos últimas, a tres puntos cada una, cuando de pronto se comprobó que Vachier-Lagrave está muy lejos de su mejor momento, porque perdió las dos de forma muy inesperada. La primera, porque se lanzó a ganarla y le salió mal. Y la segunda porque estaba totalmente desmotivado, con el duelo ya perdido y jugando solo por la prima extra de los 3.000 dólares (2.656 euros).
Carlsen jugará frente al ganador del duelo Aronián-Grischuk, y So frente a uno de sus compatriotas. Es decir, ya es seguro que en la final habrá un estadounidense, para mayor disfrute del mecenas Rex Sinquefield, creador del Club de Ajedrez San Luis (Misuri, EEUU), que organiza este torneo, y artífice de los 265.000 dólares (235.000 euros).
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