Ayoze Pérez: “Si no te anticipas, el ritmo de la Premier acaba contigo”

Ayoze Pérez se considera un nueve al estilo de David Villa, su ídolo. Pero este tinerfeño de 26 años rara vez ha jugado de nueve a lo largo de su carrera profesional, íntegramente desarrollada en la Premier, en donde se ha convertido en el 16º español con más minutos y el séptimo con más goles. Suma 40 tantos, siete esta temporada como extremo del Leicester, el equipo revelación de la liga inglesa que esta tarde (18:30 horas en DAZN) disputará al City la segunda plaza de la clasificación tres días antes de su visita al Bernabéu en los octavos de la Champions.

Pregunta. Dice que de chaval idolatró a Villa. ¿Por qué?

Respuesta. Demostró que no hacía falta un grandísimo físico para ser un delantero determinante y goleador. Nosotros que vivimos en esas situaciones sabemos lo importante que es tener la lectura de los espacios que tenía Villa para saber cuándo tenía que ir y cuándo no. Esto es muy importante en el punta que juega para España, por el fútbol de asociación que practicamos. Él no entraba en contacto con la pelota demasiadas veces. No era un súper pelotero. Pero encontraba los espacios en zonas peligrosas. España es muy buena en tener la posesión, dominar el partido, cansar al rival, pero ese plus que Villa le daba se ha echado en falta.

P. Mete un gol cada 282 minutos en la Premier. Por número y por promedio de goles por minuto, solo le han superado Fernando Torres y Diego Costa. ¿Usted sigue siendo nueve, a pesar de todo?

R. Me llama mucho la atención y habla mucho de mi trayectoria. A pesar de que estoy jugando en un rol escorado a la banda yo siempre tuve instinto goleador. Antes o después termino haciendo goles, pero nunca imaginé que pudiera convertirme en uno de los diez máximos goleadores del Newcastle en Premier.

P. Lo hizo en el Newcastle y lo sigue haciendo en el Leicester. ¿Cómo se las arregla para definir jugando como extremo derecho a pierna natural?

R. Me merma un poco no poder hacer la clásica diagonal desde la izquierda para conseguir tiro con la pierna más hábil. Pero tengo buena llegada dese la derecha.

P. ¿No cree que los centrales le aflojan la marca pensando que se quedará sin ángulo para tirar con la derecha?

R. Pues sí, igual se me da mucho mejor, en el sentido de recibirla y luego buscar el tiro cruzado. Como orientas la pelota hacia afuera los defensas creen que tiene menos ángulo. Y es verdad. Pero ahí está la precisión de cada jugador.

Jugar de extremo me merma un poco. Llevar 40 goles en Premier a pesar de estar en la banda habla mucho de mi trayectoria. Yo siempre tuve instinto goleador

P. ¿Ese golpeo requiere abrir más el tobillo?

R. Depende mucho del control. Tienes que ajustarlo, cargar un poco el cuerpo hacia tu izquierda y golpear con fuerza con la derecha pensando siempre en finalizar lo más bajo posible. Porque si piensas en ponerla en el ángulo lo más probable es que se te vaya arriba. Además, donde más sufren los porteros es abajo.

P. Se ha convertido en experto en meter goles en la competición donde más se presiona el balón. ¿Cómo se adaptó a esa falta de tiempo para controlar?

R. En la Premier el propio ritmo del partido puede acabar contigo. Me tuve que adaptar anticipándome a lo que puede pasar, intuyendo el juego antes de recibirla. La velocidad mental es lo más importante para jugar en esta liga. Aquí nadie puede mover la pelota con calma hasta madurar una jugada de ataque.

P. ¿Los amagues le han ayudado a ganar tiempo?

R. Te pueden ayudar los movimientos opuestos. En situaciones, por ejemplo, en las que haces que vas al espacio y te vuelves a recibir, pues ya ganas un metro. Y en el sentido contrario igual. Lo deberíamos hacer más. Porque por el ritmo del partido aquí lo menos duro es venir a recibir todo el rato al pie. Y los centrales están más incómodos cuando los delanteros o los mediapuntas les hacen constantemente movimientos a la espalda. Los centrales prefieren hacer una presión de tres metros y usar su físico antes que girarse y correr para atrás.

P. ¿A eso usted le llama anticiparse?

R. Si. Porque muchas veces no miramos. No vemos que el compañero que nos puede pasar la pelota está bajo presión y no anticipamos que esa pelota no nos va a llegar en las mejores condiciones. Si antes de recibir haces estos movimientos de que te vas y vienes, aunque el pase no sea el mejor tú tendrás ese medio metro extra.

El City es bueno en los primeros cinco segundos de presión. Si recuperas la pelota no eres capaz de girarte y buscar un compañero

P. ¿Contra el City los tiempos se acortan más todavía?

R. Sí porque el City tiene la posesión pero mezcla bien la verticalidad con el toque. Te hace sufrir porque añade a eso jugadores de mucha calidad.

P. El Leicester intentó disputarle la posesión en la ida (3-1 a favor del Manchester City). ¿Por qué es tan complicado?

R. Porque cuando tú recuperas el balón ya llevas un par de minutos intentando presionarlos para quitarles la pelota y estás cansado, mientras que ellos siempre están bien colocados para hacerte una presión a corta distancia y a buena intensidad. Si te aprietan dos jugadores tú no estás en las mejores condiciones porque ya has hecho varios esfuerzos seguidos. No vas a tener la misma claridad.

P. ¿Qué debe hacer un equipo que juega contra el City en esos momentos críticos que siguen a la recuperación de la pelota en campo propio?

R. Ellos son buenos en los primeros cinco segundos de presión. Donde está el balón es donde ellos te van a morder con dos o tres jugadores. Si recuperas la pelota, tu primer pase tiene que ser de seguridad para salir de ahí. Normalmente, contra el City o el Liverpool no eres capaz de girarte y buscar un compañero. Tienes que dar uno o dos pases de seguridad, muy ensayados, con los jugadores que puedan recibir abriéndose lo más rápido posible para intentar encontrar huecos y contraatacar. Si consigues dar uno o dos pases seguros, y después otro de media distancia, a ellos les va a costar mucho más hacer la presión y tú podrás construir tu ataque. Pasar la pelota al compañero que está más lejos no siempre es la mejor manera de romper la presión.

P. ¿Esto explica que el City sea uno de los equipos que más faltas hace en campo rival?

R. Lo tienen claro. Si no consiguen recuperar alto intentan que tú no les crees peligro. Si no te hacen falta tú tienes metros para correr y crearles una buena contra.

El City sufre cuando lo presionan en su salida. Ahí la baja de Laporte les afectó.  Laporte con pelota sí marca las diferencias por el criterio para encontrar espacios

R. ¿Cómo se paró el Leicester en el partido de ida?

P. Los presionamos en tres cuartos y no terminó de salir del todo bien. Podríamos haberlos hecho sufrir mucho más si hubiésemos tomado un poco más el riesgo de ir cien por cien a presionarles en la salida. Sobre todo en los saques de puerta, dejábamos que el portero jugara con los centrales y a partir de ahí iniciábamos la presión. Y ellos con el balón controlado son más complicados de frenar. Nosotros estábamos en una posición intermedia. Ni estábamos ni dejábamos de estar. Y ellos aprovecharon muy bien esas zonas del campo libres y nos hicieron sufrir porque llegábamos tarde.

P. Le tocó presionar a Mendy.

R. Sí. Pero el City juega con dos ochos, y el que está más cerca de la banda baja para crear superioridades y triangular con su lateral. Son capaces de jugarte al primer toque y así te rompen la presión incluso haciéndola bien.

P. ¿No es demasiado arriesgado presionar arriba a un equipo tan preciso en el pase?

R. El riesgo que asumes presionando así es mayor cuanto mejor calidad tiene el rival para salir jugando con poco espacio. Ahí es donde la baja de Laporte yo creo que los afectó. Laporte sin balón cumple su función, pero con pelota sí marca las diferencias por el criterio para encontrar espacios para los compañeros. Porque Fernandinho se puede adaptar pero el centro de la defensa nunca será su posición natural.

P. ¿Cuál es su jugador más desequilibrante?

R. Yo creo que ahora De Bruyne es el gran peligro. Gran parte del ataque del City pasa por sus botas y es capaz de anotar él como de generar situaciones muy claras. Es un magnífico asistente.

R. ¿Usted juega pegado a la banda porque desde ahí encuentra más espacios o por una imposición táctica?

P. Es una consigna del entrenador porque jugamos 4-3-3 y tenemos dos interiores que ocupan esas zonas entre líneas. Y sí, yo no estoy acostumbrado a estar pegado a la cal. Las cosas como son. Pero intento adaptarme y procuro recibir en situaciones que a mí me gustan, intentando hacer alguna rotación con mi ‘ocho’ para jugar entre líneas donde puedo recibir en una situación en la que el lateral no sabe si venir a presionarme y el mediocentro también duda porque está lejos. Ahí puedo recibir y girarme, y ahí soy más peligroso.

R. ¿Le gustan más las asociaciones que el uno contra uno?

P. Normalmente se me da mejor partiendo desde el medio. En esa zona intermedia en la que los jugadores alrededor se preguntan si tienen que venir a buscarme o no, yo sé buscar bastante bien esos espacios. Doy más opciones a mis compañeros y creo dudas al contrario.

P. ¿Se siente más cómodo entre líneas que como ‘nueve’ puro?

R. Ahí diría que no. Nueve es mi posición más fuerte. Siempre fui nueve. Desde muy pequeño hasta cuando debuté como profesional. Pero por circunstancias he tenido que variar y hacer un esfuerzo porque ser banda exige un despliegue físico distinto.