El rebote condena al Baskonia

Euroliga jornada 25

Baskonia

60 74

Finalizado

Zalgiris

El Baskonia se vino abajo frente al Zalgiris y volvió a perder en una competición que parece que le ha dado la espalda esta temporada. La escasa frescura en ataque y el amplio dominio lituano en el rebote, propiciaron una nueva decepción en el Buesa Arena. Los visitantes sumaron 15 balones recuperados bajo la canasta más que los de casa. Así resulta muy complicado ganar. Al equipo vitoriano le restan muy pocas posibilidades para poder meterse entre los ocho primeros. Sería casi un milagro después del golpe frente al equipo de Jasikevicius, que se llevó incluso el basket average, tras ganar por catorce puntos. Ni siquiera hubo consuelo en ese aspecto.

Remozado el Baskonia de un tiempo a esta parte, el partido contra el Zalgiris se planteaba como una prueba para los nuevos, aquellos jugadores que han fichado en Vitoria, en las últimas semanas, para reemplazar las bajas por lesión, que se comenzaban a acumular de forma preocupante, y que incidían en el rendimiento del equipo, tanto en la Liga ACB como en la Euroliga. También la de Nik Stauskas, fichado como tirador estrella y al que le tembló el pulso durante muchos minutos.

El banquillo baskonista ha cambiado bastante en poco tiempo. Zoran Dragic y Semaj Christon, casi nuevos en esta plaza, estaban en proceso de adaptación y debían superarlo pronto. Frente al Zalgiris tuvieron más minutos, y en el caso del base, decidieron por fin, tomar protagonismo. Christon se puso a jugar, no tenía más remedio. Ivanovic no confía demasiado en Sergi García, Vildoza hace meses que está en la enfermería y Henry tiene que jugar con una máscara –azulgrana–, después de su fractura facial.

Familiarizado ya con los sistemas de su equipo, Christon mejoró sus prestaciones. Decidió tirar a canasta, y asistir. Tuvo un segundo cuarto brillante. Anotó ocho de los diez primeros puntos de su equipo, y dio la asistencia en la que redondeaba la cifra. Luego se fue apagando como el resto del equipo.

El Baskonia comenzó al mando, aunque un poco a trancas y barrancas. Tenía que remar muchísimo, porque el rebote era propiedad del Zalgiris, y eso suponía un gran problema. El equipo lituano tenía una, dos o tres posibilidades de tiro en los ataques. El grupo vitoriano no conseguía cerrar su canasta, y mucho menos la ajena. A pesar de todo, resistió por delante durante toda la primera parte.

Pero los problemas a la hora de defender se volvieron endémicos en el tercer cuarto. La manifiesta debilidad bajo el aro, castigó al Baskonia. Se puso por delante el Zalgiris y abrió la brecha, porque con cada error en su propio lanzamiento, se les daba la oportunidad de otro. Dos por uno, o tres muchas veces. El tercer cuarto acabó con seis puntos de diferencia para los hombres de Jasikevicius, y lo que era peor para los vitorianos, las cifras reboteadoras (15-27), eran abrumadoras. Hayes, Ulanovas y Leday se los llevaban todos.

Además, los últimos diez minutos comenzaron de manera terrorífica para el equipo vasco, con un parcial en contra de 11-0 y un bloqueo total en ataque. Ya nada salía. Sin hacer nada del otro mundo, con un par de cositas y cierto sentido común, el Zalgiris iba aquilatando su victoria en Vitoria, aumentando la diferencia y ambicionando también el basket average particular entre los dos equipos. El Baskonia había ganado en Kaunas por doce puntos. Ni eso lo pudo conservar el equipo vitoriano. Henry, con su máscara, falló un mate a falta de seis segundos y los lituanos ganaron por catorce.