El viaje al sol de Isco
El malagueño ha respondido a la confianza de Zidane adaptando su juego, donde se mantiene su interacción ofensiva pero crecen las recuperaciones
Francisco Román Alarcón, Isco (Arroyo de la Miel, 27 años), es, según le describe Zinedine Zidane "un futbolista con personalidad y al que no le pesa la responsabilidad". Padre por segunda vez desde hace menos de un año, el malagueño disputa su séptima temporada en el Real Madrid, y dentro de ese baile de alineaciones que maneja el técnico francés desde que comenzó el curso aparece de nuevo como una pieza fundamental en momentos de enorme trascendencia para el equipo. Presente en los dos partidos de la Supercopa de España, en tres de los seis de Champions, y en 14 de las 23 jornadas de Liga que se han disputado, Isco ve renovado un protagonismo que le ha servido para dejar atrás un pasado deportivo gris que a punto estuvo de situarle lejos del Bernabéu.
Tras la salida de Zidane después de conseguir la tercera Liga de Campeones consecutiva (le alineó en el once de la final ante el Liverpool), y de los malos resultados cosechados por Julen Lopetegui, con la entrada de Santiago Solari la figura de Isco se diluyó hasta situarle en los números más bajos de rendimiento desde su llegada en 2013. Solo jugó 16 de los 32 partidos que dirigió el técnico argentino (siendo relegado al 15º puesto del ránking de jugadores más utilizados), y encontrándose por primera vez en su carrera al entrenador que menos apostó por él.
Ni con Pellegrini en el Málaga (jugó el 63% de los partidos), Ancelotti (89%), Benítez (80%) o Lopetegui (71%) alcanzó registros tan bajos de participación como con Solari. Sus discrepancias con el técnico acerca de su estilo de juego -le sugirió que evitase las conducciones largas de balón porque ralentizaban el despliegue ofensivo del equipo-, sumadas a una paulatina desaparición del once -solo fue titular en tres ocasiones-, derivaron en una merma de su estado físico, que llevó incluso a que algunos compañeros como Marcelo le enviasen algún mensaje públicamente. "No soy quién para darle consejos a Isco. Somos mayores, padres de familia, sabemos lo que tenemos que hacer. Todos queremos jugar pero toca trabajar”, le avisó el brasileño.
Relevado Solari del cargo, y con Zidane de regreso, el jugador no solo volvió a la titularidad -con el argentino nunca lo fue en Liga-, sino que también fue el autor del tanto que inauguraba la segunda etapa del francés (ante el Celta en el Bernabéu, un partido que terminó con 2-0). "No tengo ningún mérito en su recuperación", asegura Zidane acerca de la transformación de un futbolista a quien ha colocado en el once en 13 de los 20 partidos que ha disputado hasta el momento, y que respondido a la confianza recibida con dos goles, y una notable implicación defensiva que le ha llevado a recuperar 63 balones en lo que va de temporada (3,15 por partido), una media muy superior a la de la temporada pasada (2,56). El esfuerzo por mejorar en este apartado no le ha impedido, sin embargo, seguir manteniendo sus habituales registros en ataque: su media de pases por encuentro es de 38 (la misma que en la 2018-19), su efectividad sigue siendo del 88%, y más de un tercio de sus entregas son hacia posiciones adelantadas (36%).
"Tener a Isco entre líneas es importante para la posesión de balón. Es un jugador importante y técnicamente es decisivo a la hora de jugar. Me gusta mucho”, le alabó Zidane tras el encuentro ante Osasuna, en el que además marcó su segundo gol de la temporada. Con la visita del Celta de nuevo al Bernabéu se cierra un ciclo para un jugador que con este nuevo despertar vuelve a viajar hacia un sol que alumbra desde el Madrid hasta la selección española.
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