El Sevilla ahoga al Granada

El Sevilla despejó muchos de los fantasmas que le corrían por la cabeza cuando jugaba en Nervión. El equipo de Lopetegui se marcó un partidazo, pleno de intensidad y fútbol, en especial en la primera mitad, para desarbolar a un rival de cuidado, un Granada bien instalado en la zona media de la tabla después de una primera vuelta de lo más aceptable. Dio la impresión de que el técnico vasco, incluso con la ausencia de Banega por sanción, había señalado este derbi regional para mostrar autoridad, eficacia y goles. El Sevilla ya lo había apuntado en el duelo copero frente al Levante. Ante el Granada el plan le salió a la perfección. Los de Diego Martínez fueron incapaces de mantenerse en pie ante el aluvión que se les vino encima. También porque acumulaba ausencias importantes como las de Germán Suárez, Montoro y Carlos Fernández. Su plantilla es lo que es y Martínez no puede hacer milagros. Sobre todo si viene de jugar el miércoles en la Copa con prórroga incluida. Lopetegui lo sabía y sometió al Granada a un tormento. Sobre todo en un primer acto sobresaliente. El partido además, significó también la explosión de De Jong, que se marcó un partidazo, así como la plasmación del mejor fútbol de Óliver Torres desde que llegó a un Sevilla que, en espera de lo que haga el Atlético, se hace con la tercera plaza de LaLiga. Hasta secundarios como Sergi Gómez rindieron a un gran nivel.

La presión adelantada del Sevilla dio sus frutos muy pronto. A los tres minutos, Ocampos ya había lanzado al palo después de una combinación con Navas. La banda derecha del Sevilla fue un espectáculo. Machís no siguió ni una vez a Navas, libre para llegar una y otra vez al área del Granada. El primer gol del Sevilla fue una delicia. Un taconazo de Ocampos le sirvió el balón a Navas, que la puso tensa al punto de penalti. Emergió De Jong como el nueve que es, en un homenaje a futbolistas como Santillana o Zamorano. Su remate de cabeza se coló por toda la escuadra. El golazo del Sevilla había hecho justicia al fútbol de los locales. También la hizo el VAR después de un golpeo de Diego Carlos a Puertas en el área. Hernández Hernández pitó penalti, pero el sevillista impactó en Puertas antes de que Víctor Díaz sacara la falta. El defensa vio la amarilla y se repitió el lanzamiento.

La torpeza de Diego Carlos fue la única opción del Granada en todo el primer tiempo. Sus futbolistas de ataque permanecieron inéditos porque el balón no les llegaba. Atrás, bastante tenían sus compañeros con detener a Navas y a Reguilón, quien también apretaba por su banda. El jugador cedido por el Madrid no tiene el talento de Navas, pero es tan incansable como él. Entre su insistencia y el talento de Nolito se gestó otro golazo. El gesto técnico del sanluqueño fue impresionante para batir de rosca a Rui Silva. El Sevilla, dirigido también por un excelente Óliver Torres, había sentenciado el partido en dos jugadas de enorme calidad.

El segundo tiempo alumbró a un Granada más peleón, pero sin remate. El Sevilla fue muy práctico y Lopetegui ordenó un repliegue que le salió bien a su equipo. Diseñó una defensa de tres centrales con la entrada de Koundé y el Sevilla fue labrando su triunfo sin grandes complicaciones, con más oficio ahora que fútbol. El Granada no pudo en ningún momento alterar el desarrollo de un choque marcado por un espléndido primer tiempo del Sevilla, que ahorró incluso fuerzas para encarar el próximo duelo copero de octavos ante el Mirandés. Espléndido de fútbol en el primer tiempo y más inteligente en el segundo, el Sevilla recuperó sensaciones en su estadio después de dos encuentros ligueros sin conocer el triunfo en casa. El Granada, cascado por tanta exigencia, sigue sin poder sacar resultados lejos de Los Cármenes. Son ya siete las derrotas seguidas acumuladas a domicilio. LaLiga se le puede hacer muy larga al buen grupo que dirige Diego Martínez.