El Efes de Larkin exhibe su solidez ante un Real Madrid atascado
El cuadro turco vence en la pista madridista por primera vez en 15 años y los de Laso, incapaces de frenar al base estadounidense, ceden su cuarta derrota consecutiva (75-80)
El Efes es el equipo más sólido de esta Euroliga y Shane Larkin el jugador más determinante de la competición. Impulsado por la enésima exhibición del base estadounidense: 32 puntos, cuatro asistencias, ocho faltas recibidas y 36 de valoración en 36m 16s en pista, el conjunto turco venció en la pista del Real Madrid por primera vez en 15 años (75-80). Los de Laso no encontraron la kriptonita para atajar al superhéroe de Cincinnati y cedieron su cuarta derrota consecutiva, la segunda en el WiZink después de haber enlazado 31 partidos y más de nueve meses imbatidos en casa. Campazzo no encontró la brújula ni el compás en mitad de la aguerrida defensa rival, los porcentajes de tiro blanco languidecieron (11 de 33 en triples), y los 12 rebotes y tres tapones de Tavares resultaron insuficientes ante un equipo tan sobrado de recursos como para no echar de menos a Micic y más resabiado y macizo que en ediciones anteriores. Su paso por Madrid fue una firme presentación de candidatura al título después de haber pagado la novatada en la pasada Final Four.
El duelo respondió a las expectativas de un cartel que citaba a los dos mejores equipos a estas alturas del torneo. Lanzado por la trepidante salida de Campazzo, el Madrid intentó marcar territorio en la puesta en escena. El Facu buscó lucirse ante Larkin con dos robos, cuatro puntos y una asistencia en los primeros dos minutos de partido y, a la estela del argentino, el conjunto de Laso alcanzó un 14-5 de parcial mientras el Efes intentaba encontrar el paso para apuntarse al baile de gala en el Palacio. Los rebotes y la intimidación de Tavares disimularon la pérdida de efervescencia de los blancos con el paso de los minutos pero, en cuanto Larkin rompió a sudar, el banquillo local comenzó a moverse para contener al líder de la Euroliga. Sin embargo, ni la esperada reaparición de Rudy (añorado por su equipo en las tres derrotas de la semana pasada ante CSKA, Khimki y Baskonia), ni la salida a pista de Llull y Thompkins evitaron que los de Ataman firmaran el empate antes de cerrar el cuarto (20-20, m. 10). No pararon.
Pasado su periodo de rodaje tras la lesión muscular que le mantuvo 51 días de baja, Llull recuperó galones como base y sostuvo a los suyos mientras Campazzo y Tavares cogían aire. Un triple y un puñado de asistencias del menorquín, una de ellas de videoteca para Mickey, cimentaron otra carrerilla madridista. Pero se defendió con solvencia el Efes con la metralla silenciosa de Larkin y la aportación episódica de Balbay, Moerman y Pleiss. El marcador fluctuó del 32-25 del minuto 14 al 40-43 con el que se llegó al descanso. El 4 de 17 en triples emborronó la estadística madridista (frente al 6 de 12 de su rival), rebajó el dominio en el rebote de los blancos y dio alas a los de Ataman, más sólidos que brillantes. Larkin llegó al entreacto con 13 puntos, los mismos que sumó el cuadro turco desde el tiro libre frente a los cuatro del Madrid para entonces. Tavares, Mickey y Thompkins acapararon los puntos locales. A los de Laso les faltaba luz en el perímetro.
Encontró momentáneamente el interruptor Thompkins en la reanudación, pero Carroll prolongó su inédito desenfoque (2 de 18 en triples en los seis partidos precedentes). Presa de la ansiedad, el de Wyoming, en el quinteto de inicio y en el tercer cuarto, se marchó al banquillo al cometer su tercera falta. A esas alturas acumulaba un 1 de 7 en tiros de campo, pero el Palacio arropó a pesar de todo a una de las piezas indelebles del lasismo. Al contrario que en el inicio del choque, Campazzo confundió el vértigo con las prisas y, mientras encontraba el tiento perdido, Laprovittola volvió a hacer dueto en la dirección con Llull. Sin inmutarse ante lo que tenía delante, Larkin superó la barrera de los 20 puntos para consolidar el optimismo del Efes. El Madrid compensó a duras penas sus problemas con paladas de orgullo y defensa para agarrarse de nuevo al partido, pero con pinzas (55-59, m. 30).
Más rápido de piernas, de manos y de cabeza, Larkin comenzó a buscar la puerta grande. Con su quinto triple en seis intentos, el base de Cincinnati alcanzó los 24 puntos y elevó la renta turca a un +9 (55-64, m. 32) mientras el Madrid entraba en bonus. Regresó Tavares para atender la emergencia, llegaron dos triples consecutivos de Llull, tocaron a rebato los blancos a pista completa y el pulso se ajustó a un 64-67, pero Larkin siguió su martilleo febril. No se resignó el conjunto de Laso que, con dos tapones consecutivos de Tavares y un triple de Campazzo, desató una épica insuficiente (72-73, a 2m 53 del final). Pleiss embocó entonces un triple inopinado, Campazzo y Rudy fallaron los ataques siguientes y, de nuevo Larkin, anotó dos canastas más para sentenciar. Anotó 32 puntos con solo 14 lanzamientos de campo (5 de 8 de dos; 5 de 6 en triples; y 7 de 7 en tiros libres). Fue su cuarto mvp de la jornada consecutivo. Nadie en las 20 temporadas del premio había enlazado más de dos galardones. “No me preocupa tanto perder o ganar a estas alturas de la temporada, aunque siempre es importante. Lo que debemos controlar es la ansiedad. Cuando tienes malos resultados parece que lo quieres arreglar todo en pocos minutos”, explicó Laso en rueda de prensa. “En baloncesto puedes hacer las cosas bien y que el rival lo haga mejor. El único dato es que hemos lanzado 6 tiros libres y ellos 23. Ellos han sabido jugar con eso y Larkin ha tenido mucho acierto en momentos importantes del partido. Hay que asumirlo”, cerró el técnico madridista.
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