La Copa y el mayor patrimonio del fútbol
El partido único nos ha devuelto al juego de antes, al de los pueblos, al de los campos de barrio, a ese en el que cualquiera podía llegar lejos
Devolver algo a la gente. La Copa a partido único nos devuelve al fútbol de antes, al de los pueblos, al de los campos de barrio, a ese en el que cualquiera podía llegar lejos en la competición. Esa ilusión es y será siempre el mayor patrimonio del fútbol. Resulta difícil imaginar a las grandes estrellas del balompié en Miranda del Ebro, León, Badalona... y el tener acceso a ello es lo que ha hecho que la mayoría de campos estuviesen llenos a pesar de los días, horarios y clima. Acercar el fútbol profesional al semiamateur devuelve algo a la gente y reconforta internamente. Eso sí, podríamos aprovechar la ocasión para la mejora de instalaciones, para que el espectáculo sirva para algo más que un recuerdo de 90 minutos. Mejor iluminación, mejores gradas, mejor hierba (natural o artificial), mejores vestuarios, mejores calderas para el agua caliente... porque así al menos, si los grandes siguen ganando, los pequeños también se llevan algo y esta industria del fútbol que tanto genera puede compartir los beneficios con todos.
Solo faltan Xavi e Iniesta. Para hablar del nuevo Barça de Setién debemos empezar con la salida de Valverde. Seguro que había muchas maneras pero se escogió una de las peores y el Barça dio imagen de club poco serio, desorganizado y con poco señorío. Todo lo contrario al gran triunfador Valverde (aunque parezca mentira ya que lo han despedido de su trabajo), que volvió a demostrar un saber estar envidiable y no recibió nada más que cariño, respeto y algo de compasión.
Y llegó Setién, un admirador y seguidor cruyffista que llega para devolver al Barça al camino, para recuperar el estilo, para jugar como los aficionados estaban acostumbrados. Vuelve el juego de posición, vuelve la posesión casi absoluta del balón, el ataque con más jugadores para una efectiva presión tras pérdida... ahora ya solo falta que vuelvan Xavi e Iniesta. O bueno, será más fácil que regrese el mejor Busquets, que De Jong lleve el juego, que los Riqui Puig, Ansu Fati, Carles Pérez y compañía sean buena generación, que Vidal, Dembélé, Rakitic... entiendan ese juego y se adapten... y también que a alguien no le cueste hacer desmarques de ruptura, por eso de generar espacios. Eso sí, que nadie espere que todo se haga rápido y funcione perfectamente, las sociedades y conexiones entre jugadores necesitan tiempo y un contexto. Setién tiene mucho trabajo que hacer y siempre se le comparará con dos gigantes, Cruyff y Guardiola. La tarea no será fácil.
¿Y la firma del convenio? El 15 de enero era la fecha límite para la firma del convenio colectivo del fútbol femenino, el 15 ha llegado y ha pasado. Del convenio firmado, ni rastro. Se habla de conflicto de intereses, pero claro, de los intereses que se hablan no son los de las futbolistas. Ellas son las verdaderas perjudicadas y las que se sienten engañadas y ninguneadas después de parar la huelga y acercar posturas en ese preacuerdo que caducaba el 15 de este mes. Ahora veremos cuál es el siguiente paso, si se vuelve a parar la competición alguna jornada y se adultera la competición (ya que legalmente las jornadas de huelga no se recuperan, con lo cual esos partidos no se deberían repetir y a algunos equipos eso les vendrá mejor que a otros) o se sigue esperando a que quienes tengan el conflicto lo solucionen. Lo que está claro es que este asunto empieza a interesar menos ya que en los últimos días el espacio en medios ha sido mínimo, y esa fuerza no se puede perder.
Aunque para mínimo espacio el que ha tenido la reestructuración de las selecciones femeninas, especialmente la salida de Toña Is como seleccionadora sub-17 después de que España haya ganado el último Mundial y Europeo. No voy a juzgar lo deportivo, los éxitos o no éxitos y ni siquiera la capacidad para el cargo, pero que no se hable ni de su salida ni de la reestructuración es un síntoma más del camino que nos queda por hacer. Pero tranquil@s que lo haremos, más o menos rápido, pero lo haremos.
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